UNA PELIGROSA OBCECIÓN.

☡Advertencia, este capítulo contiene escenas sexuales explícitas☡

Deslizó mis brazos alrededor de su nuca y lo beso, no sé que es lo que quiere exactamente de mí, pero sin duda no quiero que sé enoje, eso no solo me pone en peligro a mí sino que también a Elena y después de lo que acabo de ver estoy demasiado asustada como para intentar pelear.

Matías no tarda en alzarme y subirme sobre la mesa mientras muerde y chupa mis labios deseoso de más, debo de admitir que está vez yo también quiero más de él, aunque rápidamente viene a mi cabeza aquel recuerdo la voz de mi subconsciente me dice que no pare, que me deja envolver por su retorcido amor.

Siento su gran bulto en mi entrepierna, se frota como intentando traspasar la tela de su pijama mientras noto lo mojada que ya estoy por su estimulación. Uno de sus dedos entra en mí y comienza a jugar con mi deseo, mis uñas se clavan en su dorso desnudo.

- Entra ya.. No lo resisto más Matías fóllame de una vez.

- No sabes cuanto deseaba escuchar esa súplica.

Sin más baja su pantalón y deja asomar esa gran herramienta que me volvía loca cuando la describía y me la imaginaba en mi cabeza, es increíble que ahora lo que un día fue un simple sueño lo pueda no solo ver, sino también sentir en la vida real. Siento la fuerte embestida seguida de todo el deseo reprimido logrando que me corra apenas entra en mi.

- Oh maldición porque eres tan bueno.

- Porque así me diseñarte. Así me soñaste y aquí estoy para complacerte.

En la silenciosa noche solo se escuchaban nuestros cuerpos y los gemidos de ambos disfrutando del placer embriagador del deseo que nos consumía por dentro. Ni siquiera me importó que poco antes estaba con alguien más incluso olvide que estaba en ese lugar contra mi voluntad, lo único que quería era más de él, de mi acosador.

Media hora después siento su descarga sobre mis pechos, por instinto lo limpio con mis dedos y luego lo lamo bajo su mirada lujuriosa.

- Abril me estás llevando al límite. No juegues con mi paciencia.

- Quiero más, todo de ti incluso tu locura.

Siento como me pega a su cuerpo para besarme de manera brusca para luego voltearme dejando mi trasero expuesto para él. Siento una descarga de adrenalina esperando lo peor, pero para mi sorpresa Matías comienza a jugar entre mis muslos con su lengua haciendo que vuelva a perder el control.

Frente a mí estoy yo misma sujetando mis manos. - ¿Esto es lo que querías no? Mírate tantos años soñando con sentir está emoción y ahora por fin lo puedes vivir. Abril solo déjate llevar al infierno de su mano. Vuelve al lugar del que nunca debiste salir.

Matías comienza a entrar en mí mientras yo me aferró a la mesa. - ¡Duele! Para mi sorpresa Matias para, intento voltear para verle a la cara cuando siento como entra de golpe.

- Ahhh.

- Tranquila, amor pronto el dolor será reemplazado por una sensación más agradable.

Matías comienza a moverse con dificultad, pero no disminuye su intensidad y tal como lo dijo el dolor pronto desaparece por completo dejando solo deseo de ser poseída por este demonio.

Después de varias secciones de intenso sexo terminamos acostados, abrazados uno junto al otro. Al despertar él ya no estaba en la cama, mientras yo recapacito sobre todo lo vivido.

¿Qué clase de persona soy? Anoche disfrute de follar con un asesino que le quito la vida a otra mujer enfrente mío, disfrute acostarme con mi secuestrador y violador, ese mismo que me rompió la pierna y me tiene encerrada en este lugar.

¿Será que de verdad ya no queda nada de cordura en mí? O es que desde el comienzo está es mi verdadera naturaleza y la Abril que aparentaba ser nunca existió.

De seguro ahora mismo él se está deshaciendo del cuerpo de esa mujer, puede que no sea la primera ni la última que conozca el final en sus manos, incluso yo misma podría terminar como ellas en algún momento. Matías nunca me dijo que pasaría al acabar la novela. La mejor forma de no dejar evidencia es deshacerse de todo rastro posible y eso me incluye a mí y a Elena.

A mi espalda esa voz vuelve a torturarme. - Porque dudas nuevamente Abril. ¿Todavía no te queda claro que él te ama?

- Ya cállate, no te soporto más.

- Me culpas por decir la verdad, pero nunca antes fuiste tan feliz como lo eres ahora ¿Ó me equivoco?

- Claro que te equivocas, esto está mal, muy mal.

- Nadie dijo que clase de amor es el correcto. Ustedes dos pueden ser felices en este pequeño mundo que tú diseñarte, alejados del resto que los juzga y los menosprecia. ¿Quién es el juez para dictar quien está cuerdo y quien está loco? Eres tu misma ese juez así que deja de sentirte mal y vive a tu manera.

- Tú no existes, vienes solo a torturarme.

- Claro que existo al igual que tú y al igual que él. ¿Lo amas verdad?

- Como voy a amarlo después de todo lo que ha hecho.

- Él nació de tu retorcido deseo, es tu máxima creación hecha realidad. ¿Cómo no amarlo?

Yo no puedo amarlo ¿O si? No.. Imposible tengo que salir de aquí, tengo que buscar ayuda para Elena antes de perder la cabeza por completo y dejarme llevar por mis propios deseos enfermizos.

Atravieso la figura y salgo de la habitación, abajo todo está en silencio y por la ventana no veo a Matías por ningún lado así que supongo que puede estar alejado de la cabaña adentrado en el denso bosque limpiando su desastre.

Voy a la puerta del sótano para intentar abrirla, pero tiene demasiadas cerraduras. - Elena.. ¿Estás despierta?

- ¿Abril eres tú? Por fin pudiste liberarte.

- No Elena, pero justo ahora él no está así que intentaré abrir la puerta.

- Por favor date prisa Abril.

Busco desesperada las llaves o algo con que romper la puerta, pero no hay absolutamente nada. Maldición de seguro Matías las tiene escondidas en algún lugar, voy a tener que comenzar a recorrer más la casa y descubrir que esconde cada rincón de ella.