Amor En La Mentira

Esa noche Camila no durmió, sus pensamientos no la dejaban y el dolor que se había instalado en su pecho era desagarrado, ya que la revelación de la verdad puede ser como un cuchillo girando en una herida abierta.

No supo en que momento el sueño por fin ganó y se quedó dormida, Ana vio que su amiga descansaba y se fue a trabajar sin hacer ruido, sabía que ella necesitaba descansar y que los días siguientes serían muy difíciles para ella.

Cuando por fin se despertó vio que eran las once de la mañana y sentía como si un camión le hubiera pasado por encima, de igual manera se levantó volvió a su departamento, se dio un largo baño y se vistió para ir a la oficina de Daniel.

No esperaría otra noche a que él apareciera, iría directamente a la empresa, no debía dejar pasar esa conversación y dependiendo de lo que él le dijera, tomaría una decisión, aunque en el fondo de su corazón ya la decisión estaba tomada.

Cuando estuvo lista vio que tenía varias llamadas de su hermano, estaba preocupado porque no había ido a la oficina en toda la mañana, no tenía fuerza para ver a la única persona que siempre le había dicho que su relación era un error.

Llamó a Daniel y le preguntó si estaba en la oficina, él le dijo que si, así que ella se dirigió hacia allá, por ser la esposa del dueño tenía pase libre, nadie le preguntó nada, solo llegó y se dirigió al último piso del edificio, saludo a la secretaria de su esposo, quien no pudo disimular su cara de asombro.

La chica tomó el teléfono de inmediato, pero como su jefe estaba hablando por la otra línea no se pudo contactar con él para avisarle que su esposa había llegado, sin siquiera tocar la puerta Camila entró a la oficina de Daniel con una sonrisa actuada.

-Hola – saludó ella como si nada

-¿Se puede saber donde estuviste anoche? – preguntó él fingiendo estar molesto

-Estaba poniendo mis pensamientos en orden, me extraña que te hayas dado cuenta que no estaba, supuse que estabas ocupado con Mia – el rostro de Daniel palideció

-No entiendo… no sé de qué hablas – Daniel comenzó a sentir que su respiración fallaba

-Como sé que no, entonces déjame mostrarte para refrescarte la memoria – Camila sentía que algo en ella moría al enfrentar a Daniel

Le comenzó a mostrar cada uno de los mensajes que había visto, el chip que había encontrado, las fotos en la que ellos aparecían juntos, las facturas de los hoteles a donde había ido con ella, cada una de esas pruebas eran prácticamente imposible de rebatir.

Daniel intentó desviar la conversación y llegó el momento en que todo quedó en un leve silencio, el cual a Camila le pareció eterno y era señal de que él estaba pensando seriamente en lo que debía responder, estaba sopesando sus opciones.

Luego de un par de minutos él admitió todo, Camila lo miraba fijamente y notó que esos ojos que alguna vez fueron el faro de verdad y seguridad para Camila, ahora estaban nublados por la culpa y el arrepentimiento.

Le pidió perdón, hasta le suplicó, pero en ese momento un perdón que sonaba hueco en el espacio que ahora los separaba como un abismo invisible pero infranqueable.

El lo había aceptado, a pesar de que ella le había preguntado en otras ocasiones y él lo había negado rotundamente, ahora le confirmaba lo que venía sospechando desde hacía tiempo, generado en ella un torbellino de emociones como la ira, el dolor y la incredulidad, sentía todo a la vez.

-¿Cómo pudiste hacerme esto, Daniel? ¿Acaso nuestra relación no significaba nada para ti? – Camila se mostraba tranquila

-Camila, yo... lo siento muchísimo, no tengo excusas para lo que hice, fue un error enorme y lo reconozco – la voz de Daniel estaba alterada y se le cortaba en ocasiones

-¿Un error?, rompiste la confianza que te tenia, me mentiste, me traicionaste y lo seguirías haciendo si no te hubiera descubierto

-Se que no tengo excusa y me siento terrible por el daño que te he hecho y estoy arrepentido, lo que siento no se puede expresar con palabras – Daniel sabía que sería terrible para la empresa una separación en ese momento

Debía hacer todo lo que estuviera a su alcance para convencer a Camila de que aun la amaba, aunque fuera totalmente mentira, ese era el peor momento para que ella lo descubriera y los problemas que traería serian catastróficos económicamente hablando

-¿Qué debo hacer ahora? ¿te perdono y hacemos como si nada hubiera pasado? ¿Cómo crees que puedo confiar en ti otra vez? – esas preguntas eran más para ella misma que para él

-Si existe alguna forma la intentaré, cualquier cosa que pueda hacer para corregir esto, lo haré y sé que no debo exigirte nada, yo no sé si podría perdonarme a mí mismo si estuviera en tu lugar, pero debemos intentarlo – Daniel suplicaba

-Daniel, esto me duele... duele tanto que no encuentro la forma de lidiar con esto, confíe en ti y mira como estamos, aunque necesito saber ¿Por qué lo hiciste?

-Fue egoísmo, falta de madurez, de valor... No es justificable y me odiaré siempre por herirte así – él intentó acercarse a ella

-No quiero que me digas lo que sabes que quiero escuchar, quisiera saber la verdad y me parece que no me lo dirás, ¿fue algo que hice o algo que dejé de hacer?

-No Camila, tú has sido excelente… esto es sobre mí, mi falta de integridad, mis propias luchas y debilidades – en ese momento pensó por un segundo en decirle toda la verdad

Daniel por un momento pensó en él mismo, ¿Qué pasaría si le dijera la verdad a Camila o si por otro lado aceptaba la culpa y ella decidía dejarlo?, de pronto podría seguir con su vida y compartirla con la mujer que realmente amaba, podría ser feliz sin tener que estar con alguien por quine no sentía nada

-Te mereces alguien mejor que yo, y lamento no haber sido esa persona, si pudiera hacer que esto desaparezca, lo haría en un instante, pero la realidad es que te fallé y tengo que vivir con eso – Daniel pensó que lo mejor sería que Camila lo dejara y así le echaría la culpa de todo, seria ella quien no quería seguir con la relación y él solo la seguiría con la decisión que ella estaba tomando