Dulce Venganza

Mauricio y Dana estuvieron algunas semanas en la mansión Benedetti.

Cada uno de esos días Mauricio tuvo un lindo presente para Danna.

Compartian en habitación, pero no cama.

Mauricio respetada mucho los tiempos de Dana y con paciencia se ganaba su amor.

Danna cada día veía el maravilloso hombre que tenía por esposo, con cada una de su atención y con cada detalle se ganaba un lugar especial en su corazón.

Pero aún no estaba lista para iniciar una relación como tal, ella aceptó compartir habitación no quería levantar sospecha y que los empleados dijeran que no convivían como marido y mujer.

La madre de Mauricio Se mudó con ellos para ayudar a la nana con la atención de la duquesa embarazada.

Cuando Danna cumplió las 12 semanas de embarazo estaba oficialmente fuera de riesgo, pero debía guardar reposo y no demandarse.

Podía hacer actividad física sin comprometer al bebe.

La doctora la revisó y dio el visto bueno para viajar.

El vientre de Danna apenas era visible y el bebé se desarrollaba con normalidad.

viajarías en helicóptero para no tener que salir de casa y ser visto en algún aeropuerto.

Danna temía irse, pero era algo que tenía que hacer, un monarca debían nacer en su país de reinado ella era escocesa de nacimiento Aunque vivió toda su vida en Inglaterra.

Su hijo debía ser escocés así que Edimburgo era su destino, pero no viajaría de inmediato llegaría hasta Manchester a su antiguo residencia donde tenía documentos y cosas importantes que resolver antes de irse.

El viaje fue rápido y tranquilo al llegar a Manchester, fue obligada a descansar y Mauricio se encargó de casi todo.

Una vez todo estuvo listo se le fue notificado lejos de molestarse como suponían Danna se sintió feliz al ser consentida y cuidada por todos en especial por su esposo.

le agradeció con un beso, el primero que se daban por iniciativa de Danna.

Siempre era Mauricio quien la besaba y generalmente ocurría cuando había alguien presente.

El corazón de Mauricio se agitó de felicidad sus sentimientos comenzaban a ser correspondido.

Tres días estuvieron organizando todo Mauricio dejó a Julián quien se encargaría de dirigir el bufe y las demás empresas de Danna.

Muchas de las cuales eran referente al sector inmobiliario, desde constructoras hasta tiendas de muebles exclusivos.

También estaría a cargo junto a Lisa su esposa de la fundación de ayuda a orfanato e internados que Maximiliano había creado para despistar a lo que la buscaban.

En el proceso amo ayudar a los niños más necesitados y después que Danna salió del internado para ir a la universidad él continuó con esa hermosa labor humanitaria.

Luego de dejar todo en orden fueron al aeropuerto y tomaron un avión privado con destino a Edimburgo.

Por decisión de Danna aún no se presentaría ante su abuelo, ella tenía por su vida, así que esperaría a que el bebé naciera.

Al aterrizar en suelo escocés varios guardaespaldas que Mauricio había enviado dos días antes lo esperaban en el hangar privado con varias camionetas blindadas donde serían movilizadas la familia.

La hermana mayor de Mauricio estaba al tanto de la historia de Danna y vendría a visitarlo una vez instalados.

El esposo al igual que los hijos de estos no sabían nada y era mejor así.

El esposo de la hermana de Mauricio era un hombre sumamente ambicioso y no se llevaba bien con su cuñado, porque no le daba suficiente dinero para vivir como reyes.

Viviana siempre le decía que no se metiera con Mauricio qué les daba lo que legalmente les correspondía de las acciones de su padre, pero Daniel no entendía cómo era que Mauricio estuviera tanto poder si según su esposa su familia no era dueña de nada.

Todo se manejó confidencialmente y así fuera miembro de la familia Benedetti había cosas que jamás sabría o no aún.

Todos llegaron con bien a la majestuosa mansión que en años anteriores Maximiliano había adquirido Y es que estaba a nombre de Mauricio para no levantar sospecha alguna.

Esa casa había sido preparada con años de anticipación para proteger y resguardar la vida de Dana y su familia.

Era como un castillo antiguo, pero totalmente modernizado, era más seguro que una fortaleza y contaba con varias rutas de escape que solo Mauricio y el mayordomo conocían.

El arquitecto y el constructor ya no respiraban, porque no podían dejar que alguien dijera algo relacionado con la seguridad de la mansión.

Los empleados eran personas entrenadas y con un acuerdo de confidencialidad firmado, eran leales y jamás traicionarían a Mauricio.

ingresaron a la mansión por una entrada aledaña, no por la principal por esta entraron los guardaespaldas simulando la llegada del dueño.

Pero para ese momento ellos ya estaban adentro.

Las personas cercanas hablaban de la llegada del dueño de la gran mansión y muchos querían ir a conocerlos en persona, pero los empleados les decían que eran personas excéntricas y no le gustaban las visitas.

Eso los atajaba, pero muchos comentaban la llegada del gran abogado y su esposa.

Muchos querían hacer negocios con él y con las empresas inmobiliarias que dirigía.