Eirlys es un chica elfa solitaria la cual al perder trágicamente a sus padres a ido en pueblo en pueblo ayudando a aquellos que lo necesitan y salvando a algunos de la muerte provocada por los orcos o demonios,pero en una de sus tantas aventuras le dará una vuela de 180 grados. Esta ves conocerá a alguien que no se deja por cualquiera
Un compañero de aventuras y desafíos. Con el pase del tiempo ambos se irán haciendo cada ves más y más cercanos, tal ves dejen de lado sus diferencias y pasados trágicos....
*La historia es completamente mía
* Todos los derechos reservados
* Espero que les guste❤
NovelToon tiene autorización de Marian Guerra para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Encuentro entre enemigos
Al abrir mis ojos no vi a ninguno de los dos dragones, lo cual hizo que me sobresaltara, empecé a mirar a mi alrededor, pero no los vi por ningún lado. Rato después empecé a entrar en pánico, ¿acaso esos orcos se los llevaron? Agarre mi arco y algunas flechas para luego empezar a buscarlos.
Camine por barios minutos mientras gritaba sus nombres a todo pulmón, pero no recibía ninguna respuesta. Mi preocupación cada vez fue aumentando, empecé a caminar entre unos árboles los cuales me llevaron cerca de unas aguas termales que se encontraban rodeada de unas grandes rocas mientras de estas caía esa hermosa agua cristalina.
Salí entre los enormes árboles mientras me acercaba cada vez más a las aguas termales, al llegar a la orilla pude ver que alguien se estaba bañando. Al darme cuenta de quién era mi cara empezó a enrojecerse con cada minuto que pasaba. Totalmente nerviosa, empecé a retroceder con cuidado de no tropezarme o de hacer algún ruido, pero una pequeña liebre paso entre mis piernas haciéndome tropezar, trate de mantener mi equilibrio haciendo que pisara unas ramas las cuales se rompieron. Neshzu volteo y se quedo mirándome seriamente unos segundos para luego echarse a reír. Estaba totalmente sonrojada y apenada por la situación.
Al levantar mi vista pude ver que él estaba con el pecho desnudo, lo que provocó que me sonrojara aún más de lo que estaba.
Este al ver mi rostro exageradamente rojo levantó una ceja para luego soltar una pequeña risa.
- ¿Qué tanto miras enana?
-na- nada!
-¿Por qué estás tan roja? ¿Acaso nunca avías visto el pecho de un hombre o qué?
-...
Este me seguía mirando con burla en su mirada. Sacudí mi cabeza de un lado a otro tratando de eliminar aquellas imágenes de mi cabeza. Al estar en mejor condiciones volví a dirigirle la mirada
-¿sabes dónde está Vanther?
-¿Vanther? ¿Para qué lo buscas?
-Y eso a ti que te importa
Su mirada de burla desapareció por completo para convertirse en una totalmente sería
-no sé en donde está
respondió con una voz seria y cortante, la cual hizo que me recorriera un pequeño escalofrío por todo mi cuerpo, ¿por qué se enfadó tanto cuando mencioné a Vanther? ¿Acaso abran peleado?
Este no dijo nada más, así que me retiré del lugar sin seguir preguntando nada más. Al llegar a donde habíamos acampado me encontré a Vanther sentado frente de la fogata mientras preparaba el desayuno.
Él se veía tan concentrado en lo que estaba haciendo que no quise interrumpirlo, así que me senté al lado de él mientras observaba lo que hacía
-Buenos días Eirlys
-Bueno día Vanther, oye por cierto ¿en donde estabas?, cuando me desperté ninguno de los dos se encontraban aquí
Vanther se empezó a poner un poco nervioso y aunque tratará de ocultarlo se le podía notar o más bien yo lo podía notar.
-Pues fui a conseguir comida, ¿Neshzu no te dijo?
-Le pregunté, pero me dijo que no sabías donde estabas
-¿en serio?, y en donde está
-él aún sigue en las aguas termales
minutos después el desayuno ya estaba listo, así que Vanther comenzó a servirlo repartiéndolo entre él y yo, pero algo me llamó la atención, ¿por qué no espera a su hermano? ¿Habrán discutido?
-¿Oye no crees que deberíamos de esperar a Neshzu?
-¿Por qué deberíamos?
-Pues es tu hermano, acaso discutieron de algo
-no, no hemos discutido, ¿por qué lo dices?
-Pues esta mañana lo encontré en las aguas termales y cuando le pregunté por ti al parecer se enojó o eso creo
Vanther me miras totalmente confundido, sin saber que responder o qué decirme, al parecer está igual de confundido que yo trataba de buscar una explicación a ello, pero no la hallaba. Al final esperamos a Neshzu el cual llegó media hora después. Su cabello estaba mojado, su piel blanca radiaba junto con los rayos del sol y sus hermosos ojos azul cielo nos miraba fijamente. Al estar los tres juntos empezamos a desayunar en un total silencio, ¿sin duda algo les pasa a ellos dos? ellos no suelen comportarse así o al menos no conmigo
El rato después empezamos a recoger todas nuestras cosas para seguir nuestro camino. Los dos estaban totalmente silenciosos mientras yo trataba de darles conversación, pero era en vano, ya que ellos respondían con un simple sí o no
Empezamos a caminar por un lugar que desprendía un fuerte olor a magia oscura, lo cual me sorprendía demasiado, ¿no se supone que esta parte del bosque era sagrado?
El olor se iba haciendo cada vez más fuerte e intenso, pero no sabía dónde provenía, es como si estuviera disperso por todo el bosque. No sé si Vanther y Neshzu lo sentían, ya que están totalmente tranquilos sin decir absolutamente nada respecto a eso
a lo lejos se podía notar que había un grupo de personas que era donde aquel olor tan repugnante provenía. Por un momento me detuve a observar aquellas personas que estaban a lo lejos para examinarlas mejor
Vanther iba a ir hacia donde ellos estaba, pero Neshzu lo detuvo jalándolo del brazo.
-¿Ahora que pasa Neshzu?
Contestó Vanther con frialdad
- ¿se puede saber qué es lo que haces? ¡Cómo se te ocurre ir hacia donde están ellos!\, ¡¿Acaso no sientes el olor que desprenden!?
-¡Chicos no es momento de discutir!
Por los fuertes gritos de nosotros tres aquellas personas dirigieron sus miradas hacia nosotros, lo cual nos quedamos totalmente petrificados al darnos cuenta de que eran ellos, esos malditos orcos.
Mire a Vanther y a Neshzu, pero me sorprendió al notar que su mirada no era de sorpresa sino de enojo. Aquellos orcos empezaron a caminar hacia donde estábamos nosotros
- vaya pero que tenemos aquí