Juré No Volver A Amar

Llego a casa un poco tarde, hoy cerré después de horario porque mañana es día de fiesta por lo que decidí quedarme ahí hasta que se vendan todas las donas, al final me rendí y las que quedaron la repartí en el parque a los niños, tengo pensado mañana descansar lo más que pueda, estos días me he tenido que levantar muy temprano para abrir la cafetería.

Cuando llegue a casa abro la puerta y siento un olor extraño, me dirijo a mi habitación y ahí esta Bernardo.

-          ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?

-          ¿Olvidaste que esta también fue mi casa? Tengo llave

-          Bien, ya te puedes ir.

-          No he terminado me dice.

Bernardo se levanta de mi cama y camina a la mesa de noche donde deja un folder amarillo.

-          Tenemos esto pendiente.

Me dice mientras se dirige a la puerta, pero de repente se devuelve y me tira en la cama, rompe los botones de mi vestido y muerde mis pechos, saca su miembro y comienza a masajearlo mientras yo intento defenderme, rompe mis bragas y termina en mis entrepiernas sin introducirme su miembro, se levanta y me deja en la cama tirada.

-          Sé que te mueres porque te introduzca mi miembro, pero será para la próxima cuatro ojos, tú decides si firmas o espera mi próxima visita.

-          Nunca te voy a dar lo que me corresponde bastardo.

-          Ya veremos.

Bernardo se marcha y me deja sola, comienzo a llorar y voy al baño a lavarme, no dormí nada durante toda la noche por miedo a que volviera.

Al día siguiente me levanto temprano y pago extra para que vallan a cambiarme las cerraduras, pase todo el día encerrada, hable con Noemí y me dijo que si estoy segura de que tuve  relaciones con ese bastardo ella dice que no, que es mejor que valla a un ginecólogo a investigar, pero le dije que ya no importa.  Al llegar la noche sentí que un vehículo se estacionó y supe de quien se trataba, me acerqué a la puerta para confirmar que estas estaban bien cerradas.

-          Solo vine por el documento ¡Firmado! Abre la puerta.

Me quede en silencio sin hacer el mínimo ruido.

-          Melissa, no juegues conmigo ¡abre las malditas puertas ya!

Pasaron las horas y Bernardo no se marchaba, pero luego de tres horas lo escuche marcharse, no sin antes amenazarme.

-          Parece que aún no has entendido el mensaje.

Sentí que se marchó y por fin respiré, me di un buen baño y me acosté a dormir, mañana tengo que levantarme temprano.

Me levanto por el ruido del celular, al ver la hora son las 2 de la mañana.

-          ¿Quién habla?

-          ¿Me comunico con la propietaria de la cafetería ZXZX?

-          ¿Si diga?

-          Necesitamos que se presente a la cafetería

-          ¿Pasó algo?

-          La esperamos señora.

Me lavo los dientes y doy un baño rápido, quizás son borrachones que tienen que trabajar mañana y quieren café, pienso, pero al llegar a la cafetería veo que están los bomberos, la policía y el propietario del local. Mientras que la cafetería está hecha cenizas.

Veo que en una de la pared está escrito ¡Firma!, mis ojos se cristalizan, no puedo creer que este psicópata se halla atrevido a tanto.