La historia sigue a un militar sin nombre, en medio de una guerra, al que todos se refieren como Ergo.
El mundo del futuro está en crisis debido a una guerra que ha asolado cada región desde hace años y de la cual parece ser que ningún compañero o militar cercano a Ergo sabe algo.
Un día cualquiera, durante una batalla campal, Ergo es herido y se ve orillado a reparar su extremidad tras acabar la batalla. Luego de su reparación, Ergo descubre a sus altos mandos hablando acerca de él, de su ineficiencia y de como lo eliminarán para traer a otro soldado en su lugar. No obstante y sin poder negarse, es enviado de nuevo en una última misión en los límites del mapa sabiendo que las batallas libradas allí son sinónimo de muerte.
Poco a poco, Ergo irá descubriendo la clase de mundo en el que habita y los secretos que se han ocultado ante el y cualquiera de sus compañeros.
En esta historia el lector se sumerge en un delirio y cuestionamiento filosófico y político acerca de la moralidad.
NovelToon tiene autorización de Ángel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
XX
Ergo se había quedado dormido como consecuencia de alimentarse y leer al mismo tiempo. El sonido de la puerta abriéndose lo despertó ligeramente.
—Ergo—dijo la voz casi susurrante de Ludwig—, Ergo... ¿Qué haces durmiendo aquí?
—Me quedé dormido... Estaba leyendo—respondió con somnolencia mientras se acomodaba en su asiento.
—¿Cuánto tiempo paso? ¿Ya es muy tarde?
—Son las nueve de la noche, debes ir a la cama.
—¿Qué pasó con Alfred?
—Fue más el tiempo que pase entre ir y venir de su casa que nuestra conversación, pero no importa, vamos—dijo y obligó a Ergo a ponerse de pie.
Caminaron juntos hasta la habitación de Ergo. Ludwig espero en el umbral de la puerta hasta que Ergo se quitará gran parte de su ropa y se metiera en la cama.
Ergo se sentó semidesnudo en la cama y miro con sus ojos apagados a Ludwig.
—Tuve un sueño... Creo que así es como les dicen en uno de esos libros tuyos—dijo pasando su mano derecha por todo su rostro como para intentar despertarse—. Había una figura rara y otra vez la voz aguda rara. Me gritaba con terror que me corriera y...
—Basta, hijo, es suficiente. Solo ha sido un sueño; mejor descansa.
Ergo te tiro sobre la cama y ya no dijo nada más, fue manso ante la negativa de Ludwig. Por su parte, Ludwig se quedó un par de minutos observando a Ergo hasta que noto que su respiración se hacía más lenta.
Ludwig cerró la habitación de Ergo y bajo las escaleras con cansancio. Saco la caja de tela oscura de uno de los bolsillos de su abrigo y salió de la casa por la zona trasera. Se acercó y abrió el generador. Vio con indiferencia los múltiples y gruesos cables y los separó hasta exponer el inhibidor completamente apagado. Saco del mismo el componente descompuesto y lo remplazo. Estaba a punto de encenderlo cuando a su mente vino la imagen morbosa sobre el cuerpo de Javier y las palabras de Alfred: debía planear algo pronto o él y Ergo acabarán colgados y expuestos ante todos como los miembros de la célula hace diez años. Meneo la cabeza para aclararse y finalmente prendió el inhibidor. La luz azul dio indicación de funcionamiento y el regreso a casa para dormir.
Antes de quedar profundamente dormido, indagó sobre la célula, su pasado y se mentalizo acerca de que inevitablemente solo existía esa posibilidad si quería preservar su vida y la de Ergo. También indagó acerca de las visiones en sueños que le había contado, llevaba años que no escuchaba que un miembro del ejército soñara sobre algo. Sabía que era una cuestión de tiempo el que Ergo comenzará a buscar más respuestas y que cayera en cuenta que a lado de Ludwig no las hallaría.
...****************...
El cadáver fue cargado en el compartimiento trasero del enorme vehículo para su posterior uso como fertilizante. Los oficiales que estaban en la escena limpiaron el lugar y cargaron las evidencias consigo. Simons, por su parte, llamó a su superior en la otra ciudad para informar sobre una visita suya a futuro. Contaría sobre la evidencia que habían encontrado y finalmente revelaría que la célula de hace diez años en realidad jamás se disolvió.
Dejo el auto a disposición de cualquier oficial y decidió tomar el transporte debido a su rapidez para llegar a la otra ciudad; no tomaría más de una hora y llegar al edificio no era complicado debido a lo visible del mismo.
El transporte generó una brisa refrescante esa mañana al frenar frente a Simons con su estilo característico. Espero hasta que las vallas metálicas descendieran y se abrieran las puertas dejando salir a unas cuantas personas. Era algo rutinario que un viernes por la mañana la gente escaseaba por las calles y locales. Agradecidos con la máquina eran como la mayoría de sentía desde que tomo el cargo.
Dentro se relajo mirando a través de las ventanas los cambios de formas de los edificios, los locales visibles y finalmente el como el transporte abandonaba la ciudad para pasar directamente por la zona boscosa que fungía como frontera entre ciudades. Miro el noticiero en una de las pantallas dentro del vagón mientras el transporte hacía la primera parada de la ruta y se vaciaba: anunciaba acerca del crecimiento demográfico y la distribución de humanos en nuevas zonas recién establecidas. Por otro lado, recordó a la gente que bajaba a la zona boscosa, debajo del transporte, en los distintos albergues, zonas enrejadas y los invernaderos gigantescos con el objetivo de trabajar junto a la maquinaria autónoma en cultivos, preservación y cuidado esencial de la flora y fauna. Sin duda la vista de tal arquitectura era hermosa. El transporte volvió a andar y la zona boscosa terminó relativamente rápido, y ahora, un azulado y gran mar se mostraba debajo, con enormes pilares de futurística arquitectura exaltando la capacidad humana y el soporte que daba al gran transporte.
El resto del viaje fue un poco de lo mismo, algo aburrido; únicamente cambio en cuanto la ciudad destinada finalmente apareció en la lejanía. El transporte dió un giro ligeramente formando una semi esfera con sus vías y se detuvo.
Simons finalmente se puso de pie y estiró el cuerpo bostezando. Se limpio las pequeñas lágrimas de sus ojos a causa del bostezo y salió del vagón. Afuera no había demasiada gente y la gran mayoría vestía ropa casual. Reviso su celular y reloj en caso de alguna notificación que se le haya pasado, pero no había nada, y convencido comenzó a dirigirse hacía el enorme edificio puntiagudo en la distancia.