28 Días Para Creer En El Amor

Cómo se esperaba Apolo y Victoria iban llegando al hotel, Apolo se encontraba muy furioso como era posible que su hijo se involucre con la hija de su peor enemigo eso había sobrepasado sus límites y para colmo sus futuros clientes lo habían llamado para felicitarlo por la próxima fusión de ambas empresas, lo mismo le pasó Antonio como iba a decirles que su hija no tenía nada que ver con ese tipo, que solo era un malentendido por su parte Apolo quiso explicarles pero al parecer estaba enredando todo, cuando Apolo y Antonio estuvieron enfrente de miraron como si estuvieran retando.

—¿Dónde se encuentra mi hijo?— Preguntó Apolo.

—Ahí adentro, debemos de hablar ya que tú hijo se aprovechó de mi niña —

—No creo que tú “niña” sea tan inocente cuando claramente se ve que ella es la que provoca a mi hijo—

—¡Basta!— grito Victoria y Rebeca.

—No puedo creer que tengan ese comportamiento tan infantil — dijo Rebeca.

—Es increíble la forma en que se comportan— dijo Victoria, ambas estaban muy molestas con sus respectivos esposos.

—Pueden pasar— Camila abrió la puerta para ella fue uno sorpresa encontrarse con los padres de Roberto.

—Ahora si Roberto has arruinado todo, los clientes de la licitación solo van a firmar el contrato si ambas empresas de unen, ¿Sabes lo que significa?— dijo Apolo.

Antonio no se quedó atrás reprendiendo a Camila —Confié en ti apresar de todos los comentarios que hicieron al respecto, tu sabes que siempre te apoye pero ahora, me siento defraudado, cómo escuchaste ese negocio se nos fue de las manos los clientes solo quieren trabajar con las dos empresas juntas—

Camila se sentía muy triste su padre jamás le había hablado así, Roberto vio la tristeza en sus ojos, le dolió verla así

—Todo tiene solución, no sean dramáticos — dijo Roberto tratando de calmar los ánimos.

—Explícame cómo lo harás, porque yo no encuentro la solución— dijo Apolo.

—Fácil si el cliente quiere trabajar con ambas empresas hay que unirnos así los dos ganamos— dijo Roberto.

—Yo no quiero que mi hija se involucre contigo — dijo Antonio.

—¡Papá! Ya no soy una niña, no puedes tratarme así, además no es mala idea ese de trabajar juntos así ambas familias ganamos — dijo Camila, Rebeca y Victoria solo miraban la escena lo cierto que esos hombres parecían cavernícolas, trataban de arreglar las cosas a gritos e imponiendo su voluntad. Apolo de le ocurrió una idea y tal vez con eso lograría hacer que su hijo cambiará y le diera más importancia a la familia, Apolo comenzó a caminar de un lado para otro y dijo: —Tal vez no sea una mala idea, si unimos nuestras empresas por 28 días que es lo que durará en formalizar el contrato así ambos ganamos, pero durante ese tiempo ustedes vivirán juntos, se casarán y luego se divorciaran, pero tú Roberto no puedes ser visto con ninguna mujer demostrarlas el gran amor que tienes por tu mujer y esta vez no quiero errores —

—Mi hija no se casará con tu hijo— dijo Antonio.

—Solo será una farsa vivirán juntos pero no va a ser un matrimonio real solo serán apariencias—

—¡Ustedes si que están locos!— dijo Rebeca.

—¿Cómo pueden tan solo proponer eso?— dijo Victoria.

Todos las miraron y es que ese par de mujeres estaba enfurecidas y era lo único a lo que le tenían miedo esos valientes esposos, Antonio sabía que había cometido un gran error al igual que Apolo pero antes de que ellas siguieran diciendo algo intervino Camila.

—Creo que antes de armar un escándalo es mejor que cada quien vaya hablar con los clientes así podremos persuadirlos y que gane el mejor—

—Me parece muy bien tu idea— dijo Roberto, los se miraron de forma retadora, Roberto sabía que esa mujer no era de las que se dejaban vencer y eso le gustaba.

—Camila pero tú ya has pasado la noche con éste— dijo Antonio de manera despectiva, cosa que irritó a Roberto y Apolo sin embargo antes de que pudieran decir otra cosa Camila se les adelantó.

—Papá ya no soy una niña, además no creo que haya pasado gran cosa, además ni que yo hubiera deshonrado a ese hombre si al parecer tiene una gran lista de conquistas y en cuanto a mi yo soy una mujer que puede valerse por si misma—

—Si señor su hija ya es una mujer a la cual yo no corrompí, además si hay consecuencias de este día yo me haré responsable—

Había demasiada tensión en esa habitación y es que ninguna de las familias cedía, Roberto y Camila se miraban de manera retadora, para ellos era muy incómodo que sus padres estuvieran era como si ellos fueran unos pequeños niños.

—¡Ya basta!, Creo que esto lo podemos arreglar perfectamente Vanessa o Camila como se llama pues ya somos adultos—

—Pues no lo parece Roberto, últimamente has hecho cosas que demuestran lo contrario— dijo Apolo.

La discusión tardo por mucho tiempo sin embargo llegaron a un acuerdo, primera hablarían con los clientes y después de eso tomarían cartas en el asunto.

Al día siguiente, a primera hora salió Camila de su habitación aunque había tenido un grave conflicto con su padre eso no la iba a detener ella tenía que ganar la licitación, ella no se iba a rendir tenía que demostrar que era la mejor. Roberto por su parte salió de su habitación aunque su padre estaba muy furioso con él a tal punto de decirle que lo iba a desheredar este no se doblegó ante sus amenazas tenía que conseguir esa licitación costará lo que costará así que a primera hora salió a ver a los clientes justo cuando iba entrar ella también estaba ahí, lo cierto es que se veía más hermosa, sin embargo se apresuró a entrar al elevador ella no se iba a dejar tenía que llegar primera a si como si fueran niños pequeños corrieron hacia el elevador sin embargo la fuerza, el impulso hizo que los dos chocarán quedando abrazados no se cómo llamarlo si destino, casualidad o concordancia pero en ese elevar ya estaba el presidente de la empresa a la cual debían demostrar su proyecto, los dos se quedaron congelados era como si hubieran visto un fantasma.

—Por lo visto no es mentira lo de su romance, para mí es lo mejor que pudo haber ocurrido ya que puedo tener lo mejor de ambos proyectos ya que ustedes eran los mejores y no sabía por cuál decidirme — dijo el presidente.

Por primera vez no hubo de los dos sabía que decir era como si el destinó quisiera que ellos estuvieran juntos, cómo decirle aquel hombre que ellos no tenían ninguna relación si estaban abrazados a juzgar por las apariencias parecían una pareja completamente enamorada.