Lina es una mujer de 30 años, ella muere en un atentado después de su divorcio y enterarse de algunas cosas, sin embargo, ella transmigra a un mundo antiguo, donde la dueña anterior de su cuerpo es una concubina de bajo rango, muy jovencita y terriblemente tímida, ella es acosada dúrate toda su estadía en palacio y su final es aún más macabro, Lina quien ahora es Tomara, debe sobrevivir y cambian su terrorífico destino, pero las trampas la rodean y acorralan.
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Cap. 12 Soldado, ayúdame
Bogo
Me enteré de que el emperador había mandado a llamar a la novena concubina, apenas tiene 16 años, y no quiere estar aquí, envió un cortejo, para forzarla, ella no tiene ni voz ni voto en ese tema, pero no es justo, ella es libre, como un gorrión imprudente y aventurero. Me fui hacia el lado del balcón, me subí al árbol frondoso que hay debajo, de ahí tenía mi soga y mi látigo para subir a ese lugar, arrebatarle a Tamara al emperador y sacarla de ahí.
Sin embargo, cuando estaba llegando casi a la copa, vi caer a ese intrépido gorrión aun sin tener sus alas, como pude, saqué mi látigo y lo dirigí a su pierna, se envolvió con éxito en su pantorrilla, y logré detener su caída, aunque ya había golpeado varias ramas que también la lastimaron, al menos no cayó a vacío.
Logro sujetarla para poder atraparla lo antes posible, parece mareada y desorientada, supongo que la sangre se agolpó demasiado rápido en su cabeza.
Una vez en mis brazos la pego a mí mientras me mantengo firme sobre una gran rama.
Ella está un poco desorientada y también entrando en inconsciencia, en cuanto me mira, parece que me reconoce.
—Soldado, ayúdame — me dice con un susurro y se desmaya. Me pongo nervioso y la llevo de inmediato con la Dama Lau, ella va a atenderla como se debe, pero si me entero de que ese maldito la ha tocado, lo voy a matar.
Me dirijo a la mansión de la madre emperatriz y veo a la Dama Lau salir con un contingente de guardia hacia los aposentos del emperador, nos encontramos en medio camino y ella me mira asombrada al ver a Tamara en mis brazos.
La dama Lau es una mujer fría, pero muy objetiva y justa, es algo que siempre le he reconocido, y parece que estaba con el objetivo de no permitir que Tamara pase la noche con el emperador.
Me hace un saludo informal y me pide que la siga, vamos exactamente a donde me dirigía, y la llevamos a una habitación que parecía tener ya lista, en cuanto entramos, varias doncellas entraron para asistir a Tamara y luego llego Nelly, la doncella de esta revoltosa, me sacaron a empujones, en médico llegó también para examinarla y obviamente le sacarían esa ropa toda hecha jirones.
No pude ver nada más, solo puedo resignarme a mi suerte. La dama Lau salió para avisarme de la situación.
—Bogo, el médico, casi ha terminado su revisión, no ha sido profanada, felizmente ella parece haber escapado a tiempo, tiene varias heridas y raspones, no tiene huesos rotos, parece que fue rescatada antes de estrellarse contra el piso. — me dice con mirada escrutadora, claro que está esperando que le explique la situación y no tuve otra opción más que contarle lo que había pasado.
La Dama Lau asintió y después me despachó con unos empujones, claro que no me quiere cerca de Tamara, está claro, pero no me perdí la cara de diversión que tenía esa mujer, parecía que en cualquier momento daría una tremenda carcajada.
Me retiro sigiloso para encontrarme con mi subalterno y mano derecha Floyd; sin embargo, me pillé con algo interesante, la emperatriz madre se encuentra en la puerta principal, el emperador grita y despotrica mientras amenaza con entrar con un contingente de soldados, pero la emperatriz madre no es cualquiera y solo la da dos bofetadas calmándolo de inmediato, no sé qué es lo que le dijo, pero claramente ese tipo se calmó de inmediato.
Lo veo alejarse con cara osca, y la Madre emperatriz se ve sería y sé que está muy molesta, pero hay más que eso en su mirada.
*_*
Tamara escuchaba atentamente sobre su rescate y como el emperador no temía ir por ella, aun sabiendo que podría estar muy malherida por la caída o incluso muerta, ¿qué clase de hombre miserable es ese? Tamara pensaba mientras se mordía la piel alrededor de la uña del dedo anular, es un hábito que Lina nunca había podido superar cuando está estresada o nerviosa.
Bogo miró a Tamara y sonrió al ver ese tic nervioso, ella parecía no haber cambiado nada.
—Pequeño demonio, no te pongas nerviosa, mientras estén en la mansión de la emperatriz madre, no podrán hacerte daño, ella es muy respetada, incluso más que el mismo emperador, solo no andes de rebelde y quieras escapar, aún no es el momento.
—Debes agradecer que volvió un par de semanas después de su viaje, la madre emperatriz tenía planeado quedarse a vivir con ese pariente en el otro reino. Nadie sabe la razón de su regreso repentino, es como si supiera algo que nadie más sabe, en cuanto llegó se centró mucho en la novena concubina, aunque no deberías ser nombrada así, ya que nunca entraste como una —dijo Bogo acariciando su cabeza para después irse y salió por la ventana como un águila, sin embargo, ya había una cuerda que alcanzó sin problemas y se desplazó hacia otro balcón como si nada desapareciendo.
Tamara parpadeó varias, veces, está claro que las cosas cambiaron en relación con la vida de bucle de Tamara. Había más cosas que debería valorar, en cuanto vio al emperador su energía le disgustó de inmediato, sentía un rechazo casi vomitivo hacia ese hombre.
Nelly entró con comida mientras que Tamara se despertaba de su ensoñación, parece que las cosas en su vida se están enredando más de lo que ella pretendía.
—Mi señorita, coma un poco, la dama Lau me dijo que cuando termine, la emperatriz madre quiere reunirse con usted —dijo Nelly poniendo la bandeja en la mesa, y se dio cuenta de que Tamara está en la silla y no en la cama, ¿cómo había llegado ahí?
—Mi señorita, no debe moverse sola, esta herida, debe ser más prudente —dijo Nelly mientras le servía un plato con comida deliciosa pero ligera.
—No vine sola, el soldado cochino entró por la ventana, ¿sabías que fue él quien me rescató mientras caía?, es muy fuerte, también es muy hábil, me logró atrapar en el aire. Es muy guapo, ¿cuántos años tendrá? —dijo distraída mientras Nelly parpadeó varias veces, parecía que ese tipo ha impresionado a su señorita.
Tamara estaba un poco distraída, más por la hazaña de Bogo que por la reunión con la emperatriz madre.