Prohibido Amarte "El Desenlace"

Narra Alex

Bajamos del avión y buscamos nuestro equipaje, luego tomamos un taxi y vamos rumbo a la casa de los amigos de Elena, una hora después y llenos de agotamiento, llegamos a un lujoso apartamento.

- Juan que gusto verte – dice Elena al hombre que le abre la puerta

- Elena el gusto es mío, años sin verte y estas más hermosa que antes – le dice con un abrazo

- Mira te presento a mi esposo, Alex y mi hija Abigail – dice Elena señalándonos

- ¡Es gusto! – lo saludo con gratitud

- Es un placer servirles, entren no se queden allí parados – dice juan haciéndonos pasar

- Así que tú eres el famoso Alexander Jones – dice juan ofreciéndonos un sillón para acomodarnos

- ¿me conoces? – pregunto con duda de saber quién es

- Claro que te conozco, no solo por todo lo que me ha contado Elena, sino también por las noticias, además dicen que tu funeral fue todo un…, umm… cómo podría decirlo, fue todo un show – dice con gracia

- Me lo imagino – respondo con molestia

- Alex, Juan es un gran amigo de la infancia, fue el quien me hospedo cuando renuncie al trabajo con Samanta – comenta Elena

- Ya veo – respondo sin interés

- Bueno, mi casa es suya, quédense todo el tiempo que necesiten – indica Juan al tiempo que señala toda la casa

- Te lo agradezco de verdad, pero solo será un par de días – respondo con cortesía

- Como gusten - dice Juan

Luego nos enseña la casa y nos lleva a la habitación donde nos acomodaremos, organizamos nuestro equipaje y luego le digo a Elena que debo salir para buscar a mi abogado quien aún no ha sido informado, me despido con un beso en su frente y un abrazo a mi princesa, vuelvo y reitero mi agradecimiento a Juan y salgo con premura.

Llego al gran edificio donde queda la oficina de John Harris, socio y gran amigo de mi padre y quien a su era nuestro abogado, hablo con la recepcionista, que no me reconoce y yo tampoco a ella, pues es nueva al parecer

- El señor Harris no puede atender a nadie en este momento, está en una conferencia virtual muy importante e inamovible – responde ella con un poco de coquetería, pero con superioridad a su vez

- No me importa, yo pasare – le digo evadiendo su ataque de esquivar mi entrada

- Señor Harris es de vital importancia que hablemos – digo en un tono muy alto y abriendo la puerta ante la mira estupefacta de el

- ¿Alex…? ¿de verdad eres tú? – se levanta John acercándose para tocarme pues es escéptico a su visión

- Así es John, soy yo – respondo con rapidez

- ¿pero cómo? – pregunta con duda

- Es una historia muy larga , que en su momento le contare, por el momento tengo otros asuntos que apremian de mi tiempo – explico

- Déjanos solos- despide a su secretaria para que nos deje solos

- ¿Cómo has estado? – le pregunto cortésmente

- Siéntate por favor – me indica el sillón en su oficina – ¿una copa? Yo si necesito al menos dos para salir de mi espejismo – me dice con burla

- Una por favor – acepto su invitación

- Necesito saber el estado de los negocios de mi padre y de los míos también – pregunto sin rodeos

- Es un desastre, ese malnacido de Robert es una bestia para los negocios, la empresa está casi en caída y el aún le saca toda la ventaja posible a los activos existentes – me explica un poco

- ¿quiero saber cómo es posible que él se adueñara de mi hotel, si yo no era el único propietario? – pregunto molesto por su comportamiento tan despreciable

- El tal Marcus nunca apareció para hacer la debida petición, paso un tiempo estipulado y se envió emisivas convocándolo para que se presentara ante el juez, pero nunca obtuvimos respuesta, así que todo fue a ventaja de tu hermano – responde John

- ¡Maldito infeliz! – grito con furia

- Así es, yo retire mi inversión antes de que dé se lo llevara por la borda – me cuenta

- ¿Entonces ya no trabajas en asociación con la empresa? – pregunto con decepción

- No, pero si tú me necesitas, estoy dispuesto a representarte – me dice con entusiasmo

- Te lo agradezco de verdad, no puedo confiar en nadie – le comento

- ¿Y eso porque? – pregunta

- Creo que mi accidente no fue un accidente – cuento mi teoría

- ¿entonces? – indaga con interés de saber lo sucedido

- En el auto íbamos mi amigo Marcus y yo, luego un vehículo nos embistió en varias ocasiones, Marcus estaba manejando y perdió el control del volante, dimos varias vueltas hasta quedar de cabezas, logre salir y trate de ayudar a mi amigo , pero todo fue inútil, el auto exploto – le cuento la verdad

- ¡Esto es increíble! – me dice sorprendido

- Bueno, alabado sea el cielo que sobreviste, ahora déjame celebrar contigo, vamos a tomar un copa – me invita

- No creo que sea conveniente – respondo

- Vamos hombre, hagamos algo, vamos a organizar todo desde ya y al terminar vamos por una copa, aunque sea solo una ¿te parece? – insiste – además hay una buena noticia

- ¿Cuál es? – pregunto con interés

- Pues que hay una gran salvación para la empresa – me dice con un golpe de consuelo en mi hombro

- No lo entiendo – pregunto sin entender a qué se refiere

- ¿Recuerdas el fondo que habías creado para tu padre? – pregunta John

- El que sería utilizado solo para él, en caso de la empresa se fuera en bancarrota – respondo

- Así es, ese mismo, resulta que tu querido hermano está en una disputa legal para acceder al dinero de ese fondo – me comenta

- No creí que existiera aun – digo sin creer que todavía exista esa tabla de salvación

- Pues dentro de los términos de ese fondo estaba esperar 3 años después de la muerte de tu padre para hacer uso de él, además es un dinero que está a tu nombre y que no está relacionado con nada de la compañía, por lo que no será embargable, con ese dinero puedes salvar la empresa – me explica y mi corazón se llena de una euforia que hace tiempo no experimentaba