Por Culpa De Mi Rebeldia

Después de ese mensaje no supe nada de él, Peter y yo no hicimos buenos amigos por lo que de vez en cuando nos veíamos, él se había quedado con mi chequera el muy abusador y me la entrego al día siguiente de irse Sebastián, me fue a buscar a la librería y estuvimos hablando un buen rato.

Tenía la esperanza de que me enviara una carta o un mensaje, algo, pero no sucedió.

Los días fueron pasando y comenzaron las clases, yo sentía que me faltaba algo cada día, de vez en cuando le escribía un correo contándole como iba en la universidad o si tenía algún logro o desacierto en mi vida.

En ocasiones tenia respuesta, me enviaba un bien hecho o por el contrario me decía que todo iba a estar bien, pero eso era lo máximo que lograba. En mi trabajo me iba bien por lo que podía ir ahorrando un poco cada mes, quería tener el suficiente dinero para poder alquilar un lugar para mí y amoblarlo.

Pasaron poco a poco los meses y llegó el día de mi graduación, mi madre estuvo conmigo ese día y me acompañó, celebró conmigo y sus amigas, se le veía tan feliz lloraba de la emoción.

Aunque yo estaba preocupada la veía más delgada, un poco demacrada y ella decía que era la menopausia que la hacia ver así, que tenia problemas para dormir y a veces no tenía apetito.

Peter también estuvo allí y me regalo un lindo ramo de rosas, al terminar sus estudios tuvo que comenzar a trabajar en la empresa de su familia y ya no nos veíamos con regularidad pero seguíamos en contacto y hoy era uno de esos días en que podía ver a mi rubio favorito.

-Felicitaciones mi Licenciada – me dijo contento.

-Muchas gracias mi rubio – le dije alegre.

Me dio un gran abrazo y yo se lo recibí, me hacia muy feliz tenerlo allí, quería pensar que era el puente entre Sebastián y yo, no quería aceptar que se había ido y había hecho una vida lejos de mí.

-Te tengo un ofrecimiento y quiero que lo pienses seriamente – me dijo con cautela.

-A ver cuéntame que me tienes – le dije siguiéndole la corriente.

-Te ofrezco un puesto en mi empresa, seria como analista para que vayas iniciando en el campo laboral – me dijo contento.

-Te lo agradezco pero ya tengo empleo y comienzo el lunes, eres el mejor amigo del mundo, pero quiero comenzar mi vida laboral por mis propios medio – le dije contenta.

El sonrió y me dio otro abrazo, así como a mi mamá, estábamos los tres como una sola persona, salimos de allí y nos llevó a comer, dejamos a mi madre en casa y me dejó en la residencia de la universidad.

-¿Cuánto tiempo vas a durar viviendo aquí? – me preguntó.

-No mucho, creo que mañana me mudo y pude recuperar algo del pago que había hecho para mi nuevo apartamento – le contesté alegre.

-Me alegro que hayas podido despegar y volar de este lugar – me respondió.

-¿Puedo preguntarte algo? – le dije

-Lo que quieras -me respondió.

-¿Tu sabrás algo de unos depósitos fantasma que tengo en mi cuenta? no se quien los realizó y no quiero tocar ese dinero por que no se de quien es.

-Yo no tengo ni idea de que hablas y si te molestan mi cuenta está a tu disposición para que me envíes ese dinero, si está en tu cuenta es tuyo, úsalo, si te hace falta tómalo ya verá el banco como responde por eso – me dijo algo serio.

-Con eso completo el dinero del depósito del alquiler y me compro algunas cosas para amoblarlo – le dije contenta.

-Si necesitas ayuda no dude en llamarme yo haré un espacio en mi agenda para ti – me guiñó un ojo y se veía más adorable que de costumbre.

-¿Cómo sabias la fecha de la graduación? – le pregunte de golpe.

-Tu me la dijiste –

-No mientas que yo no invité a nadie – le dije curiosa.

-No sé alguna de tus amigas me habrá dicho – contestó con cara de culpabilidad.

-Está bien – le respondí dándole esta vez yo el abrazo y dejándole un beso en su mejilla.

En efecto al día siguiente hice el pago del depósito del apartamento y me mudé, mi mamá me ayudó regalándome unas cosas de casa, me imagino que mi padre no estaba cuando ella salió, no me imagino que haría si la descubre regalándome cosas de su amada casa.

Fuimos a comprar unas cuantas cosas imprescindibles, como ollas, platos, comida, super importante la comida y le comenté de mi nuevo trabajo, ella se alegró mucho, le ofrecí dinero para sus gastos y que quería que dejara de trabajar, se negó rotundamente y casi que se molestó porque ella no era ninguna anciana.

Mentira no era, mi madre me tuvo cuando ella tenía 20 años y ahora tenia sólo 43 años, era una mujer bastante joven, yo no la veía bien, le dije para llevarla al médico y no quiso me dijo que ya había ido y le habían mandado unas vitaminas porque tenía una simple anemia, yo le creí no me parecía lógico, pero le creí y no debí hacerlo.

El tiempo pasó y ya llevaba dos años trabajando en esa empresa, ya tenia 25 años, era una mujer independiente, casi todos los meses ayudaba a mi madre con sus gastos, aunque ella nunca me lo quería aceptar terminaba por quedárselo.

Iba ascendiendo en la empresa donde trabajaba, ya era supervisora de Administración y eso me tenia muy feliz, ya cada vez le enviaba menos mensajes a Sebastián, en realidad ya no se los enviaba ya que llegó un momento en que dejó de haber respuesta y acepté que él había hecho su vida lejos de mí.

Seguía viviendo en el apartamento que renté cuando me gradué, era un lugar pequeño, pero a mí me gustaba, ya lo había amoldado a mí y eso era lo que más me enamoraba de él.

Hoy es viernes y ya viene el fin de semana, estoy con mis amigas hablando de que vamos a hacer, cuando me cae una llamada y es Peter.

📱Carolina: Hola ¿Cómo está mi rubio favorito?

📱Peter: Caro ¿Dónde estás? ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?

📱Carolina: trabajando, bien y bien

Escucho un silencio del otro lado y no me gusta.

📱Peter: dime que tu padre te llamó y estas en etapa de negación

📱Carolina: no entiendo de que hablas Pit, explícate mejor

📱Peter: no puede ser, de verdad que tu padre es el peor hombre sobre la tierra, yo no se como decir estas cosas Caro pero tu madre murió hace tres días.