Gabriela

Nos vinimos todo el viaje en silencio. Hasta que quedamos en pane. Algo falló en el motor. Humeaba 😩. La camioneta de papá era viejita, pero hasta el momento jamás había fallado, hasta ahora. Él como chofer y mecánico la tenía muy bien mantenida y después la seguí revisando yo. Él había sido el mejor maestro que una mujer puede tener. No entendía que había sucedido.

La miré y me di cuenta que la bomba de aceite se había roto. Traté de parar la filtración con algunos tip que papá me había enseñado. Traté de arreglar la fuga, y logré hacerlo. Llegamos a casa y seguí trabajando toda la tarde en ella. Saque la bomba y logré cambiarla con un repuesto que tenía. Ya tenía lista la carga para la feria. Las verduras lavadas y las manzanas encajonadas. Don Samuel seguía arreglando la carga. Y yo trabajando en la camioneta. No habíamos tenido tiempo de conversar nada.

Pero en la noche lo haríamos. El café y el fuego de la cocina hacían que la conversación fluyera, como lo hacíamos todas las noches desde que él llegó a vivir aquí.

El conocía todo de mí.

Mis peores años. El dolor, la vejacion, El fracaso de papá para tratar de sacarme de ahí, la estafa del abogado, que ahora lo ví después de tantos años.

Había desnudado mi alma con ese hombre. Realmente lo sentía como alguien tan familiar, como el tío que nunca tuve.

Finalmente mi camioneta quedó lista. Ya eran más de las siete. Entré a bañarme, Don Samuel tenía lista la once. Los animales comidos y me dijo que mientras me bañara la cargaría.

Me limpie física y mentalmente. No me gustaban las miradas de los hombres. Y menos que me tocaran, había sufrido suficiente por ello. Cerraba mis ojos y recordaba los castigos sufridos. Los días en que por defenderme me quedaba sin ver a mi papá. Pero también tuve angeles, uno de ellos era Verena, mayor que yo.

También estaba presa por asesinato, su crimen? acabar con la vida de su pareja. El monstruo había asesinado a su hija. Ella había decidido dejarlo y él no soporto que lo abandonara. Sus amenazas ya no le resultaban.

Le dieron treinta años, llevaba varios años cuando yo llegué y me tomó bajo su protección. Fue una buena persona conmigo. Ella se sentía orgullosa de mí.

Tomamos once tranquilamente y comimos pan amasado. Me pregunta él, que haremos?

--No lo sé.....

-- Yo no quiero problemas, me gusta la vida que llevo aquí contigo. Estoy tranquilo, y realmente vivo cómodo en el galpón.

--Pero con ese dinero podrías hacer muchas cosas. Comprarte un terreno, tener tus propios animales, construir una casa. No sé?? Pero tu vida podría ser mejor. Tu esposa lo hubiese querido.

--Quieres que me vaya ahora?

--Noooo, cómo se te ocurre. Tu eres una gran ayuda para mí. Y realmente te siento como un tío. 🤭. Con quién hablaría en las noches? Quien cuidaría "Lirios Blancos"?....Tu has sido mi pañuelo. Y te quiero agradecer todo lo que has hecho por mí y los animales. Eres un gran hombre.

-- Me podrías seguir diciendo tío? Yo nunca tuve familia y tú eres lo más cercano que tengo a una hija. Eres mi sobrina del corazón.

Me emocioné escuchar su pedido. Y claro que acepté. No era un hombre de muchas palabras, y agradecía su pedido.

--Te quiero contar algo. te acuerdas del abogado que arruinó mi vida y estafó a mi Padre?

Es el mismo que lleva tu caso del testamento. Y el hombre grande del Banco lleva el mismo apellido de uno de los que me quiso violar.

Mi destino vuelve a mí. Será que se me está dando la oportunidad de una venganza?

--Noté que los dos te miraban con interés...

Enrojeci con el comentario, también se había dado cuenta.

Tomó mis manos, Y me dijo:

--Lo que te hicieron no tiene perdón de Dios, Se burlaron y abusaron de una niña, estafaron a tu viejito.

Cada peso que mi mujer me dejó es tuyo. Yo te ayudaré en lo que sea. Ellos deben pagar por lo que te hicieron. Cuenta conmigo. No sabía para que usar el dinero? pero ahora sí lo sé...

Ese dinero te puede ayudar a hacer la justicia que no tuviste.