PROHIBIDO

[Jennifer]

Liam: ¡¿Qué?!.- exclama al otro lado de la línea cuando le he contado sobre que Ilik no está bien y que no hay nadie en casa y que no sería justo irme y dejarlo solo.

Bueno, no sé qué me pasa la verdad porque no debería importarme y simplemente darme igual pero no, siento que haría mal yéndome y dejarlo así como está.

-Liam.- lo corto cuando noto que bufa al otro lado de la línea. Vale, probablemente se ha cabreado por mi culpa.

Liam: ¡No Jennifer! ¡¿Qué demonios estás diciendo?!.- vale, suena algo enfadado. Puedo imaginar su cara, sus gestos y en especial su cejo hundirse cuando se molesta.

-No voy a irme cuando él está así.- defiendo.

Liam: Ya. ¿De cuándo acá te importa lo que suceda con él?.- me reclama.

-Desde este momento.

Liam: Pero no te cae bien.- ataca.

-Si pero eso no significa que tenga que abandonarlo así.

Liam: Qué más da Jennifer, no es tu problema.

-Te equivocas, si es mi problema.- pongo el mentón en alto defendiendome.

Liam: ¿Qué?.- agrega incrédulo al otro lado de la línea.

-Que no hay nadie en casa, no puedo dejarlo. No voy a dejarlo.- afirmo.

Liam: ¿Es coña, Jennifer?

-Ya, ¿Qué es lo que te molesta?

Liam: Que me hayas hecho creer que ibas a venir.

-Y ese era el plan, ir a Seattle.

Liam: Puedes hacerlo Jennifer.

-Si, puedo, pero no quiero. No pienso dejar a Ilik solo así como está. No hay nadie en casa Liam, estaría de más agarrar mis maletas y abandonarlo a su suerte.

Liam: Pero yo quería verte...espera...¿No hay nadie en casa?.- inquiere confuso.

-Liam.

Liam: ¿Estás...estás sola con él en casa?

-Por Dios.- digo cuando he descifrado la desconfianza y sus intenciones en sus palabras.

Suspiro frustrada pasando la mano libre por mi cara.

Liam: No, no me salgas con eso ahora.

-Por Dios, es el hijo de mi tía.

Liam: ¿Y eso qué? Eso no quita que sea un hombre bajo el mismo techo contigo.

-Es su casa.- digo entre dientes apretados alejándome más a la ventana de mi habitación.

Liam: Dame la dirección Jennifer, voy a ir a verte.

-¿Qué...? ¡¿Te volviste loco?!.- exclamo.

Liam: Jennifer.

-No tienes derecho a meter tus celos absurdos.

Liam: Te follo todos los findes, es obvio qué tengo derecho.- inquiere eufórico. Vale, lo ha dicho sin anestesia.

-No estoy saliendo contigo Liam.

Liam: Te acuestas conmigo todos los fines de semana, amaneces conmigo en mi casa y en mi cama. ¿Y todavía tienes cara de decirme que no tengo derecho de celarte?

-Mira Liam...

Liam: Como me entere de algo Jennifer. Y ahora mismo voy a llamar a tu madre.

-Fue idea de mi madre ¿vale?.- le suelto cortándolo en un tono irritante.

Liam: Si, claro.- ironiza.

-Lo digo en serio.

Liam: Tú madre también está mal de la cabeza. Mira que dejarte con un completo desconocido a solas. ¿Por cuanto tiempo?

-Una semana.

Liam: Ya, esta vez no se lo perdono a tu madre.

-Lo hizo para la convivencia Liam, no es lo que piensas.- aclaro.

No sé qué demonios pasa conmigo pero creo que no debería estarle aclarando una mierda.

Liam: Convivencia...- replica él lentamente con ironía.

-Ves, sigues desconfiando de mi sin ser nada.

Liam: Jennifer.

-Ya basta, no quiero que esto siga.- digo con un nudo en la garganta explotando dentro de mi.Pero no como me lo esperaba la verdad, muchas veces me imaginé cortando con él definitivamente sin quedar como amigos y esas cosas.___ No vuelvas a llamarme, tampoco quiero que vuelvas a utilizar a tu hermana para hacerlo. Porque ya lo hiciste más de una vez, te aprovechaste de la amistad que tengo con ella para volver a acercarte a mi.

Liam: No, Jennifer.- siento la desesperación en sus palabras.

-Nunca más, no puede volver a pasar nada entre nosotros. Nunca más.

Liam: ¿Es por él?

-¿Qué?

Liam: ¿Te gusta?.- siento rabia y desesperación en su voz.

-¿De qué estás hablando?

Liam: ¿Tú madre lo sabe?

-¿Qué demonios...?

Liam: Prometiste no...

-Adiós Liam.- lo corto cuando caigo en cuenta de que habla de infidelidad cosa que no ha sucedido.

La pantalla de mi móvil se ilumina con unos mensajes.

Liam: Si no es él...¿Hay alguien más? ¿Conociste a alguien más?

Liam: No puedes hacerme esto Jennifer.

Liam: No sabes lo que estás haciendo Jennifer, esto...me estás matando con esto.

Liam: Piensa en la amistad que tienes con mi hermana.

Y un sin fin de mensajes más en menos de cinco minutos.

Se los dije, está metiendo psicología para que no lo haga, esto ha sucedido un par de veces. Se ha aprovechado de mi amistad con su hermana para regresar a mi. Pero ahora estamos a muchos kilómetros, de aquí y cuando esté de regreso probablemente se le haya pasado. ¿O no? No lo sé, pero me froto la cara con mis manos, traigo mucha frustración. Debería dolerme la ruptura definitiva con él pero no es así. No siento casi nada, reviso mi móvil, siguen llegando mensajes, hay unos de mamá en la madrugada diciendo que el viaje va bien y otros más recientes diciendo que han llegado y que ahora van a descansar. Y bueno es que anoche me quedé dormida con un libro a mi lado y mi celular fue lo último que quise mirar.

Dejo mi móvil en silencio en la mesilla de mi lámpara y salgo hacia la habitación de Ilik. Este está acostado un tanto inclinado ya que ha dejado más de una almohada debajo de su nuca.

___ Pensé que ya te habías ido.- inquiere con serenidad. Es como si...le saliera tan natural.

-No voy a irme.- digo acercándome a la cama.

___ ¿No?

-No.

___ ¿Por qué?

-Porque tú estás con mucha fiebre. No podría...yo...no sería capaz de poner un pie fuera de esta casa sabiendo que tú estás así.

___ Pero no es tu culpa.

-Lo sé, pero no voy a irme así mientras tú...estás así, mal.

___ ¿Por qué lo haces Jennifer?

-Estaría mal de mi parte.

___ No es necesario que te quedes. Estaré bien.

-No, lo estás.

___ Es solo fiebre.

-Dije que no.- demando alzando la voz un poco.

___ Vaya, hasta me gritas.

-Es que no lo entiendes.

___ ¿Qué? ¿Qué no entiendo?

-Que dejarte solo así...es...mala idea.

___ No debería importarte. Después de todo no te caigo bien.

-No, no debería pero para mi mala suerte si. Y yo nunca te dije que me caías mal.

___ Con solo mirarme ya sé que no soy de tu agrado. No soy estúpido.

-Eres un imbécil.- digo arrebatándole la toalla húmeda de su frente.

Voy directo al cuarto de baño, mojo la toalla y la tuerzo por décima vez antes de regresar y acercarme a él y dejarla sobre su frente.

___ ¿Por qué lo haces Jennifer? Se supone que no soy de tu agrado pero sin embargo estás aquí cuidándome como si fueras mi madre.

-¿Quieres cerrar la boca?.- agrego acomodando la toalla húmeda sobre su frente.

___ No puedo.

-¿Por qué?.- me alejo dejando mis brazos como jarras.

___ Porque no me has dado una respuesta. No puedo quedarme callado mientras no me des una.

-Oh, ahora sí hablas, al principio pensé que eras mudo o algo así. De hecho...durante esta semana solo das los buenos días.

___ Pero te miro Jennifer, siempre lo hago. Eso es más que decir una palabra.- me dice. Veo que la toalla se le cae un poco por lo que decido tomarla de señal e ignorar su comentario. Y mientras lo hago, puedo sentir su mirada sobre mi, estamos a escasos centímetros de estar uno encima del otro ya que me he inclinado para acomodarle la toalla.___ ¿No vas a decir nada?.- pregunta cuando me estoy alejando.

-No.

___ ¿Sales con alguien Jennifer?.- inquiere curioso. Pero bueno, la manera en la cual me llama me pone los bellos de punta. Y es que no pronuncia mi nombre de manera normal si no...como les explico. Es como si le fascinase y a la vez refinase decirlo.

-No.- mis ojos se quedan fijos en los suyos

___ ¿Con quién discutías hace un rato?.- pregunta descaradamente tranquilo.

-¿Me estabas espiando?.- hundo el cejo.

___ Te escuché. No te espié.

-Con alguien.

___ Ya. Dime una cosa... ¿No te has ido porque sientes lástima por mi?

-No, no es eso. Además de ser así sería empatía, no lástima.

___ Tú...- hace una pausa incómoda. Su mirada cae a sus manos sobre sus pies cubiertos con la sábana.___ Sabías que yo...soy adoptado.- inquiere ligeramente con algo de incomodidad.

Silencio.

Mis ojos también se van hacia sus pies cubiertos, esto lo causa la incomodidad.

___ ¿Jennifer?.- arrastra su mirada hacia mi en busca de encontrar la respuesta.

-Si.- respondo finalmente.___ Lo sé.- agrego algo incómoda pero relajada al final de todo cuando he terminado de responder.

___ No llevamos la misma sangre Jennifer. ¿No le molesta qué sea así?

-¿Por qué tendría que molestarme?

___ No lo sé.

-Vale, lo dices tú pero no sabes la respuesta.

___ No.- hace una mueca de menos importancia.

-La verdad es que no me importa. Mi tía es feliz contigo así que eso es lo único que me importa.

___ ¿Sabes de dónde yo vengo Jennifer?.- ladea la cabeza.

-No.

___ Mi madre era una persona con trastorno bipolar.- hace una pausa y asiente levemente como si se lo dijera a si mismo.___ Y a mi padre no le importó que ella me dejase aquel día en el hospital cuando apenas nací, tenía por qué yo heredase la misma enfermedad que ella, así que también renunció a mi para no tener que lidiar con un hijo enfermo de bipolaridad.- su mirada cabizbaja me dice que él está al tanto de todo. Mi tía nunca se lo ocultó. Y hizo bien, a mi parecer.___ Si Clarise no sería nadie en este mundo.- continúa. Me acerco para cambiarle la toalla pero vuelve a atrapar mi muñeca delicadamente antes de que pueda agarrar la toalla.

-¿Qué... haces?.- balbuceo cuando me ha agarrado. Noto que su temperatura se ha regulado un poco. Su pulgar roza mi muñeca mandando una descarga eléctrica por mi espina dorsal.

___ ¿Por qué de repente te preocupas por mi?.- ladea la cabeza curioso.

-Porque...eres... mi primo.

___ No, no somos nada Jennifer. No llevo tú sangre ni tú la mía.- su mirada profundiza la mía.

-Eres el hijo de mi tía.

___ Si, pero soy su adoptivo.

-De todos modos.

___ ¿Por qué siendo "primos" nunca viniste a casa? ¿Por qué ahora?

-No lo sé.- digo en un susurro. Su agarre sigue intacto.

___ Es imposible que no te recuerde Jennifer, es imposible que nunca antes te hubiera visto o conocido cuando tú madre es mi única tía.- hunde el cejo.

-Y yo.- musito. Mi otra mano libre me tiembla. Sus ojos van a esa mano y luego arrastra su mirada hacia la mía.

___ ¿Te pongo nerviosa, Jennifer?.- entorna un poco sus ojos como si quisiera saber la respuesta instantáneamente.

Silencio.

Paso saliva, él sigue moviendo su pulgar lentamente sobre mi muñeca.

-Si...no...- balbuceo.

___ ¿Si o no?.- mueve sus cejas curiosamente.

-Si...- musito.

___ ¿Por qué?.- lanza la pregunta. De hecho yo también quiero saber esa respuesta.

-¿Qué es lo que quieres?- musito cuando noto que su mirada cae a mis labios y luego me repara a cuerpo completo. Retrocedo un paso para liberar el agarre pero entonces él se hace a un lado la toalla húmeda de su frente y se quita las sábanas de sus pies. Se incorpora saliendo de la cama aún sosteniendo mi muñeca.

De repente lo veo a él en frente de mi mirándome fijamente a los ojos. Paso saliva cuando acerca su rostro al mío para decirme algo al oído.

___ Curiosidad.- murmura en mi oreja. El cálido aliento de su respiración choca contra el óvulo de mi oreja consiguiendo que termine dando un salto sobre el mismo sitio.

-¿Qué...?.- murmuro atónita, sigue en el mismo sitio, sus labios cerca de mi oreja y su respiración chocando con el óvulo de mi oreja.

___ Estás temblando Jennifer.- me informa. Y seguido de esto se aleja hacia la puerta dejándome sola en su habitación.

Y es cuando recobro la cordura, regreso a la realidad.

Apenas me doy cuenta de lo enorme que es su habitación de los colores neutros que tienen el piso y sus ventanas al igual que las oscuras cortinas.

Ya va, menos mal no hay pósters de bandas en las paredes.

Por qué sinceramente eso le daría un toque Darks y satánico.

Hay otra puerta que separa otro espacio, quiero ir a ver qué hay pero me detengo, hay un enorme armario de manera y la silla gamer no está por ningún lado.

Su cama, como ya dije antes es enorme pero he aquí algo que apenas me doy cuenta.

El olor de la habitación... huele a él. Ese aroma varonil que me causó la impresión aquel primer día cuando llegué a casa.