Cira, Princesa Cautiva

...⚠️ Advertencia: El capítulo contiene escenas que podría resultar sensible para algunas personas....

Antes de que los reinos de Hurmaya se formaran, había una raza llamada demonios de fuego, poderosos seres que dominaban la fuerza de tan poderoso elemento; sin embargo, su soberbia y una guerra entre los dioses los llevaron a vivir a otras tierras; en un plano distinto al que antes existía, aunque podían cruzar a las viejas tierras con portales mágicos, hacerlo podría significar ser castigados nuevamente.

Muchos años después, se formó una comunidad mágica, conformada por ocho reinos: Pallango, Susumira, Fontana, Senmorta, Belgeun, Boron, Urtesi y Pridora. Sin embargo, años después un rey de Pallango se enamoró de la esposa del Rey de los Senmorta, la sedujo y logró que tuviera una aventura con él por algunos años, en un punto de su amorío quiso quedarse con ella.

Era conocido en Hurmaya, que los Senmorta tenían las costumbres más denigrantes de los reinos y a su vez lograban vivir por muchos años, manteniendo su juventud; así que el rey de Pallango, empezó a sembrar el miedo contra ellos, hasta que llegado el momento, con un fuerte poder mágico, que lo convertía en el guardián de la muerte, logró exiliarlos en un lugar muy lejano, el único lugar donde podrían seguir viviendo.

El rey de Pallango se quedó con la reina de los Senmorta, mientras que el rey de los Senmorta llevó con ellos a sus tres hijos, el mayor Asasen, la única mujer Ivette y el menor de casi un año; el príncipe Kobar, lo que ninguno de los tres podía descubrir es que ese pequeño niño, realmente era hijo del rey de Pallango, pero como no tenía la marca de nacimiento real de Pallango, de manera evidente, todos creyeron que era un Senmorta completo.

Es así que, fuera de la comunidad de Hurmaya, vive ese pueblo llamado Senmorta, gobernado por un rey inmoral, cruel y desquiciado, llamado Asasen; sin que el tiempo haga envejecer sus cuerpos. Ellos viven rindiendo culto a la diosa del Odio para obtener su venganza, el rey Asasen ideó un plan para lograrlo, y para eso necesitaban tener control de los demonios de fuego y así ampliar sus propios poderes, robándoles su energía.

...Rey Asasen de los Senmorta...

Es así que, hace dieciocho años, llegaron a tierra de fuego, el rey de los demonios había ofrecido a su hija mayor para esposa del rey de los Senmorta, y ese monstruo vino por su prometida, quien era la hermana mayor de la princesa Cira.

El rey de los demonios hizo largas sobre la boda real, pidiendo tiempo para que se llevara a cabo, en un engaño total de mostrarse compasivos y pacientes el rey de los Senmorta aceptó. El rey demonio necesitaba tiempo, su hija se había enamorado de un hombre del reino de Fontana de Hurmaya, había huido con él, y habían hecho una vida juntos, cuando la rastreó y la trajo, ella llevaba una hija en el vientre, aún así escapó y su hija nació lejos de ese lugar, pero para evitar que dieran con su pequeña, ella regresó. Esperaba ganar tiempo, si solo se concentraban en ella. Esperaba escaparse el día de su boda con el rey Senmorta.

Tres meses después del nacimiento de su hija, se estaba llevando a cabo la ceremonia de matrimonio, nadie sospechaba sobre lo que ocurriría después, la desgracia que se cernió sobre todo demonio de fuego. Cuando por fin, la princesa más hermosa que ha tenido esta tierra de fuego fue declarada esposa del rey de los Senmorta, todos esos monstruos sacaron sus espadas, y empezó la batalla, había piedras extrañas alrededor que absorbían los poderes de los demonios mientras peleaban, debilitándolos hasta matarlos.

Esa noche todos los demonios de fuego varones fueron asesinados, incluido el rey de los demonios y las mujeres de cualquier edad fueron esclavizadas, para ellas lo peor vino al día siguiente. El rey de los Senmorta proclamó a la princesa Bosszú como reina de los demonios, y por ser su esposa, él también lo era.

Esa noche, la princesa Bosszú también intentó pelear con todas sus fuerzas, pero al igual que los demás sus poderes fueron menguados. Su reciente esposo la llevó al lecho matrimonial para consumar el matrimonio, Bosszú gritaba de la desesperación mientras la vi*laba porque ella se resistía, y todo empeoró aún más porque se dio cuenta de que ella no era virgen; no paró de tomarla una y otra vez hasta la luz del alba, cuando la soltó para organizar a sus hombres, solo lo hizo para aterrorizar a todas las mujeres, y hacerles saber que toda demonio de fuego vivirá el infierno a su lado.

Aún adolorida, avergonzada y terriblemente humillada, Bosszú ya convertida en reina rogó por piedad, él pedía el nombre del hombre con quien lo engañó, mi reina nunca supo que estaba comprometida, hasta que su padre la obligó a regresar cuando ella ya estaba enamorada y embarazada. Cuando todo era llanto, dolor y sufrimiento, el rey de los Senmorta sentenció "TODA DEMONIO DE FUEGO ESTÁ CONDENADA A SERVIR A LOS SENMORTA DE LA MANERA QUE QUERAMOS, ASÍ ESCAPEN SI LAS ENCONTRAMOS PASARAN EXACTAMENTE POR LO MISMO, AHORA SON NUESTRAS ESCLAVAS PARA SIEMPRE".

Al día siguiente, todas las sobrevivientes de aquella noche, estaban siendo preparadas para ser llevadas a las tierras de los Senmorta, pero apareció el príncipe Kobar, el hermano menor del rey; uno de los pocos Senmorta que ha mostrado humanidad y compasión.

El príncipe Kobar tuvo una discusión muy fuerte con su hermano, pelearon hasta matarse el uno al otro, aunque revivieron como siempre, aun así el príncipe Kobar logró conseguir que las niñas y las mujeres muy mayores fueran liberadas y enviadas a Susumira, luego se diseminaron y ocultaron su esencia lo mejor que pudieron.

Lamentablemente, un solo ser no puede acabar con un ejército de bestias a su alrededor por muy fuerte que sea, especialmente si para tener todo su poder completo necesita una pareja demonio de fuego y tome el lugar de ministro gobernante.

Han pasado los años, la reina Bosszú tiene que actuar como si estuviera de acuerdo con su esposo, para asegurar la seguridad de su hija, que vive en Fontana. Teme que termine en las tierras Senmorta y sea una víctima más de los abusos de tan salvaje ser.

...Reina Bosszú, hermana de Cira...

El príncipe Kobar vive en una lucha constante en ser el Senmorta que su hermano y rey debía ser, y ese instinto benévolo que le grita por dentro que los Senmorta no se compartan con honor. Lamentablemente, como sigue sin conseguir una demonio de fuego que le potencie todos los poderes, y debe cuidar que su hermano no lo vea como un traidor.

Le han dado una misión de venganza, que si bien la entiende, no deja de darles grandes cuestionamientos, y es la de enamorar a la esposa del rey de Pallango, lograr que lo traicione y con ello, humillarlo de la misma manera que un ancestro hizo con su supuesto padre.

...Príncipe Kobar de los Senmorta...