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Mi Oportunidad Prometedora

Mi Oportunidad Prometedora

Status: En proceso
Genre:Romance / CEO / Amor tras matrimonio / Amor a primera vista / Oficina / Novia sustituta / Donde hubo fuego cenizas quedan
Popularitas:278
Nilai: 5
nombre de autor: victoria loures

Clarissa Davenport es una chica amable, inteligente y trabajadora, pero poco sabe ella que su vida está a punto de volcarse por completo, gracias a su padre.
Heitor Mancini, un empresario multimillonario, está a punto de enfrentar su mayor desafío y haría lo que fuera para no perder la empresa.

¿Qué será lo que el destino tiene preparado para estos dos?

NovelToon tiene autorización de victoria loures para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 8

España, Cataluña.

...Clarissa Davenport...

Cuando Heitor estaciona el coche en una inmensa cochera, con ese dinero ya podría comprar mi antigua casa, me quito el cinturón y abro la puerta del coche, saliendo de él, la cochera está llena de coches, mi boca se abre en un perfecto círculo; mi sorpresa es enorme.

...Heitor• Bienvenida a tu nueva realidad, Clarissa....

...Clarissa• Gracias, creo, y aún tenemos que hablar sobre el contrato, Heitor, hay cosas en él con las que no estoy de acuerdo....

...Heitor• ¿Como por ejemplo?...

...Clarissa• Dejar de trabajar, amo lo que hago, y no voy a parar....

...Heitor• Luego lo discutiré con el abogado, pero ¿por qué no vienes a trabajar en la empresa conmigo?...

...Clarissa• Ya me estás ayudando mucho, y prefiero seguir trabajando en la joyería; quién sabe, tal vez en un futuro cercano eso cambie....

...Heitor• Puede ser, entonces vamos, Celeste está deseando conocerte....

...Clarissa• ¿Quién?...

...Heitor• Mi hermana, y más tarde discutiremos todo lo relacionado con el contrato, ¿de acuerdo?, necesito volver a la empresa....

...Clarissa• De acuerdo...

Terminamos de sacar las maletas del coche y tomamos el ascensor hasta la parte superior de la casa; sí, tienen un ascensor privado en la propia casa, todo para no tener que cruzar el jardín. Una vez que el ascensor se abre, ambos salimos y una joven muy bonita se apresura a abrazarme; eso me tomó desprevenida, pero termino devolviendo el abrazo un poco incómoda. Cuando ella me suelta, abre una sonrisa.

...•Hola, cuñada, me llamo Celeste....

...Clarissa• Hola, yo soy Clarissa, un placer conocerte....

...Celeste• El placer es todo mío....

...Heitor• Celeste, por favor, muéstrale el cuarto de huéspedes, necesito volver a la empresa....

...Celeste• Está bien, hermano....

Él nos da un beso en la cabeza a ambas y se va. Celeste me invita a ir a ver el cuarto donde me quedaré y me ayuda a subir con las maletas. Al llegar a la habitación, mi mandíbula casi toca el suelo; aquel cuarto es increíblemente hermoso.

...Celeste• Espero que te guste, descansa y luego te presentaré a algunos empleados, ¿está bien?...

...Clarissa• Muchas gracias, de verdad...

Ella sale del cuarto y empiezo a organizar mi ropa en el armario; no era una cantidad excesiva. Después de 20 minutos, termino de guardar. Voy directamente al baño, me quito la ropa y me meto debajo de la ducha. Cuando el agua toca mi piel, me relajo por completo, permanecí allí unos 30 minutos. Al salir, me seco y me pongo un albornoz, me dirijo al armario y elijo un pijama cómodo, me pongo mi crema y me acuesto en la cama. Empiezo a mirar un poco el celular, hasta que empiezo a sentir mi cuerpo pesado; decido tomar una siesta.

—• algún tiempo después.

* *

Despierto con alguien llamando a mi puerta, me levanto, bastante adormecida, y me acerco a la puerta. Al abrir, me encuentro con Heitor; sus ojos recorren todo mi cuerpo y entonces recuerdo que llevo un pijama extremadamente corto. Me sonrojo de inmediato.

...Heitor• Vine a llamarte para cenar....

...Clarissa• Está bien, solo me voy a cambiar....

...Heitor• De acuerdo, por cierto, bonito pijama....

...Clarissa• Heitor....

...Heitor• ¿Qué? Soy hombre y ¿crees que no me daría cuenta de mi mujer?...

...Clarissa• Dios mío, qué vergüenza, espera un momento....

Cierro la puerta y corro directo al armario; me pongo un vestido suelto y floral. Voy al baño, me cepillo los dientes y lavo mi cara. Después de terminar, abro la puerta de nuevo y Heitor está parado como una estatua.

...Heitor• Vamos, señorita....

...Clarissa• Claro, señor caballero....

Él me ofrece su brazo y, por supuesto, acepto. Comenzamos a caminar como dos niños. Bajamos las escaleras y cada vez sentía más la ansiedad, sobre todo porque había salido de mi zona de confort………

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