COSAS DEL DESTINO

Ella se quedó pensando, depronto escucho la voz del hombre que la tenía preocupada, ella miró a todos lados para ver si había algún conocido de José, Yoimar se sentó, ella le dijo que no era una buena idea que estuviera allí, alguien los podía ver; Yoimar le dijo que no estaban haciendo nada malo, que el malo era su marido porque la dejaba en casa mientras el estaba con la amante de paseo, le dijo que si estaba segura de dejar pasar el tiempo junto a su juventud por un hombre que no valía la pena, le dijo que dejara a ese mal hombre y se fuera con él.

Yoimar la coge de la mano y se la lleva, ella no pone resistencia, camina 4 cuadra y entran a un edificio

cuando entra en su apartamento empieza a besarla, la aprisiona contra la puerta de la entrada y su s*xo, que ya está excitado.

Entonces, una de sus manos vuela debajo de su blusa y se apodera de sus pechos. Yoima jadea, y ya no puede soportar más el deseo y se desabrocha el pantalón y con un movimiento rápido, le aparta la panti hacia un lado y la p*netra allí mismo de pie, ella con sus piernas rodea su espalda.

Yoimar no dejaba de p*netrarla y con voz agitada le dijo:

YOIMAR: Luciana, te deseo, quiero estar así todos los días contigo.

Ella jadea desesperada en su propia lujuria, ella solo quiere disfrutar el momento, pero era consciente que eso era algo momentáneo y quería disfrutarlo.

 En esa misma posición, el la lleva hasta su habitación. Allí vuelve a enbestirla, después de un rato ella siente como la llena, Luciana gemia de placer como antes lo había hecho, entonces él explota en un monumental orgasmo y ella lo acompaña.

Ella se levanta, va al baño y se asea, sale desesperada buscando su ropa y empieza a vestirse, Yoimar se sintió triste y le dijo:

YOIMAR: no te vayas, quédate conmigo.

LUCIANA: ¿Estás loco? ¡ojalá las cosas fueran tan fáciles!

YOIMAR: ¡lo son! quédate que estando conmigo ese imbécil no te va hacer nada.

LUCIANA: tu no lo conoces, es capaz de hacerme daño junto a mi amiga

YOIMAR: no va a pasar, confía en mí, no te preocupes, no voy a permitir que te ocurra nada.

Luciana no presto atención a nada y salió corriendo desesperada de aquel hotel, cuando llegó a su casa José no había llegado; ella aprovechó y puso a calentar comida que había guardado para cuando llegara servirle si era que quería comer; mientras la comida se calentaba ella aprovechó para bañarse, ella pensó en todo lo que estaba pasando y decidió que lo mejor era aceptar la propuesta de Yoimar, pero también tenía la duda porque no lo conocía y no sabía si iba a ser para bien o para mal.

Cuando salió aprovechó y comió pensando en todo y decidió que era mejor arriesgar, porque aquel hombre le brindaba seguridad.

A las 10 de la noche llega José a su casa, Luciana ya estaba acostada y lo sintio llegar, José llegó un poco hebrio y entro a su cuarto y se tiro a la cama a dormir, Luciana escuchó cuando cerro la puerta y sintio un gran alivio.

Lo que ella no sabía era una vecina que estaba en el parque se dio cuenta que se había ido con un hombre, la mujer estaba esperando la oportunidad para contarle a José, ella envidiaba a Luciana, pero no sabía el calvario que ella vivía en casa.

Por la mañana José se fue, Luciana estaba intranquila pero se calmo pensando en lo que había hecho con Yoimar en su habitación.

Así paso la tarde hasta que Luciana sintió la puerta abrirse, era José que llegaba a casa temprano, el se acerca a ella hecho una fiera. Levanta la mano y le da una bofetada con violencia, el sabor de la sangre empieza a filtrarse en su boca.

JOSÉ: tu ami no me vas a ver la cara de idiota, eres una zorra, ¿quien era el tipo con el que te encontraste en el parque?

LUCIANA: nadie, solo estaba con mi amiga.

JOSÉ: ja ja ja ja ¿que piensas que soy idiota? te perdiste con el un buen rato, y no me digas que no te acostaste con él.

LUCIANA: tengo derecho, tu mismo dices que soy tu empleada, así que no tienes nada que reclamar.

JOSE: de aquí no sales más, tienes prohibido salir de esta casa.

LUCIANA: ¿porqué? tu traes a tu mujer aquí, traes amigos y los atiendo a su antojo y no me pagas ni un peso, ¿ahora me quieres encerrar?

JOSE: harás lo que yo diga mientras yo viva, y olvídate del tipejo ese.

El le quito el celular y lo tiro contra la pared y salió de la casa para encontrarse con su novia, quería quitarse el estrés con ella, Luciana recogió su celular y se dio cuenta que no servia para nada, saco el chip y lo guardo, se fue a su habitación truste y se acostó en la cama para intentar descansar y pensó : «Yo no

puedo seguir viviendo con un monstruo» se levantó para ir a buscar a Yoimar y se dio cuenta que la puerta estaba con seguro, busco sus llaves y no estaban, sabia que jose se las habia llevado.

Ya paso una semana de lo ocurrido, Luciana no ha podido salir de la casa, tiene media cara con moretones por el fuerte golpe que le propinó José, tiene el ojo por partes morado, ella se mira en el espejo dándose cuenta que ha mejorado mucho su cara; ha seguido con su rutina, José no le ha vuelto a pegarle, no la determina y ya no come en su casa.

Lucíana se pasa el día limpiando y arreglando la casa para distraerse un poco, no tenía forma de comunicarse con su amiga; se dio cuenta que estaba cayendo en una profunda depresión que no sabía a dónde la conducirá y todo se va poniendo cada vez más difícil, José cambió las cerraduras de la puerta por unas más seguras, ya no tenía forma de escapar.

Depronto sintió la puerta abrirse de golpe, ella corrió a su habitación, pero él la llama a gritos, ella nerviosa no le queda mas que salir.

LUCIANA: Dime.

Ella nerviosa y con sus piernas casi sin fuerza mantiene las distancias por precaución, no quería ser agredida y no entendía su enojo.