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Reticiencias De Un Amor

Reticiencias De Un Amor

Status: Terminada
Genre:Amor-odio / Pareja destinada / Completas
Popularitas:27k
Nilai: 4.6
nombre de autor: KeliindA RojanO C.

Ava es una joven a punto de graduarse de doctora el cual siempre ha sido su sueño, al conocer a maximiliano un hombre multimillonario quien queda hipnotizado por su belleza, su amor se basa en romance hasta que el tuvo un terrible accidente quedando en coma, ella se ve obligada a tomar decisiones sin el, cuando el despierta el caos llega y ella descubre lo despiadado que es, ¿podrá Ava salir a tiempo de ese amor sin remedio?

NovelToon tiene autorización de KeliindA RojanO C. para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Reclamos

Elias me miró y me preguntó: —¿Tú vas con nosotros, Ava?—. Yo lo miré y respondí con una sonrisa: —No, aún no. Tengo que seguir un rato más aquí. Nos vemos para la cena—.

Sin más, les pedí permiso con un gesto y me retiré de la habitación. —Hasta luego—, dije, mientras cerraba la puerta detrás de mí. Me sentí aliviada de poder salir de la habitación y seguir con mis responsabilidades en el hospital.

Tenía aún algunas cosas que hacer antes de poder irme a casa y reunirme con ellos para la cena. Me dirigí hacia la estación de enfermeras para terminar de actualizar los registros de los pacientes y asegurarme de que todo estuviera en orden.

El doctor Álvaro llegó a mi lado y me preguntó sobre algunos reportes. Le proporcioné la información que necesitaba, y cuando terminé, me sonrió y me dijo:

—Tu trabajo es muy bueno, Ava. Serás una excelente doctora—.

Le sonreí, agradecida por sus palabras de aliento. —Gracias, doctor—, le dije.

Pero en ese momento, mi atención se desvió hacia la salida, donde vi a Maximiliano y a los demás con él. Su mirada hacia mí era fría y parecía estar enojado.

Elias lo llevaba en una silla de ruedas hacia la salida, y Paulina me sonrió un poco y me dijo: —Gracias por todo—.

Le respondí el saludo con una sonrisa, aunque mi mente estaba en Maximiliano y su mirada intensa. Me pregunté qué habría pasado para que estuviera tan enojado conmigo. Pero no tenía tiempo para pensar en eso ahora, así que me volví hacia el doctor Álvaro y seguí trabajando.

El tiempo pasó rápidamente y antes de que me diera cuenta, había llegado la hora de salida.

Me despedí de mis colegas y les dije —Nos vemos el lunes—. Tomé mis cosas y salí del hospital, sintiendo un suspiro de alivio al dejar atrás el bullicio y el estrés del día.

Llamé un taxi y me dirigí a casa, sintiendo la fatiga acumulada durante el día.

El tráfico estaba tranquilo, y aproveché el viaje para relajarme y descansar un poco. Cuando llegué a casa subí a mi habitación y me sentí agradecida de poder quitarme los zapatos y ponerme ropa cómoda.

Bajé al comedor, sintiendo el rugido de mi estómago vacío. Me fui al comedor y me senté en mi silla, la señora Ana me sirvió la cena con una sonrisa amable.

Empecé a comer con tranquilidad, disfrutando del silencio y la paz que reinaba en el comedor. El aroma de la comida caliente y el sabor de los platos me envolvieron, y por un momento, me olvidé de todo.

Pero la tranquilidad se rompió de repente cuando Maximiliano llegó al comedor en su silla de ruedas, empujado por uno de los guardias.

El guardia se detuvo un momento y Maximiliano le hizo una seña con su mano, indicándole que podía retirarse. El guardia asintió y se fue, dejando a Maximiliano solo.

La señora Ana se acercó a Maximiliano y le sirvió la cena con la misma eficiencia y amabilidad que me había mostrado a mí. Luego, se retiró discretamente, dejándonos solos en el comedor.

Me sentí un poco incómoda al quedarme sola con Maximiliano, especialmente después de la tensión que había percibido entre nosotros en el hospital. Maximiliano me miró fijamente, y yo traté de mantener la calma, concentrándome en mi cena.

Maximiliano comenzó a comer, y por un momento, el silencio entre nosotros fue tan intenso que solo se escuchaban los cubiertos chocando contra los platos.

Ya había terminado de comer, así que decidí levantarme de la mesa, pero mi acción fue interrumpida por la voz de Maximiliano.

—Siéntate—, dijo, su voz fría y autoritaria.

Me detuve en seco, sintiendo una mezcla de sorpresa y cansancio.

—Ya terminé—, respondí con un suspiro, tratando de explicar mi intención de levantarme.

Pero Maximiliano no pareció interesado en mis explicaciones.

—Siéntate—, repitió, su mirada fija en mí.

Me sentí un poco incómoda y frustrada por su insistencia, pero decidí sentarme de nuevo, tratando de entender qué quería de mí.

Me senté en silencio, esperando a que él dijera algo más.

Me miró fijamente, su voz llena de una intensidad que me hizo sentir incómoda. —¿Qué crees que haces?—, me preguntó, con sus ojos penetrantes como si estuviera tratando de leer mis pensamientos.

Me encogí de hombros, tratando de parecer calmada a pesar de la tensión que se estaba acumulando en mi interior.

—Solo estaba terminando de cenar—, respondí, tratando de mantener mi voz neutral.

Pero Maximiliano no parecía satisfecho con mi respuesta. Su mirada seguía fija en mí, y pude sentir su desconfianza y su frustración.

Me sentí un poco nerviosa, sin saber qué esperar de él a continuación.

—¿Qué crees que hacías en el hospital con ese hombre?—, me preguntó, su voz estaba llena de una mezcla de curiosidad y desconfianza.

Me sentí un poco sorprendida por la pregunta, y traté de mantener la calma. —¿Te refieres al doctor Álvaro?—, pregunté, tratando de aclarar a quién se refería.

Pero Maximiliano no respondió, solo me miró fijamente, esperando a que yo explicara mi relación con el doctor. Me sentí un poco incómoda, sin saber cuánto sabía él sobre mi situación en el hospital.

—Es mi profesor y supervisor en el hospital— respondí finalmente, tratando de ser lo más clara posible, —no se que es lo que estás pensado—.

Me miró con una intensidad que me hizo sentir como si estuviera bajo un microscopio, sus palabras resonaron en mi mente como un eco.

—Mientras seas mi esposa, te comportarás como tal—, dijo, su voz firme y autoritaria. —Después de que nos divorciemos, podrás hacer con tu vida lo que quieras—.

Me sentí un poco aturdida por sus palabras, que parecían recordarme de manera brusca cuál era mi situación actual.

No sabía qué responder, así que simplemente lo miré, tratando de procesar lo que estaba diciendo.

Me quedé helada, sus palabras como un golpe en el estómago.

—Solo estoy esperando a ver si estás embarazada o no—, dijo, su voz fría y despiadada.

—De no serlo, te irás de mi vida, y de serlo... no tendrás ese bebé y te irás igual—.

Me sentí como si hubiera sido golpeada, sus palabras resonando en mi mente como un eco de horror. No podía creer lo que estaba escuchando. ¿Cómo podía hablar de su propio hijo de esa manera? La idea de que no me permitiera tener un hijo suyo, si es que estaba embarazada, me llenó de una sensación de desesperanza y miedo. ¿Qué clase de persona era él? La habitación pareció encogerse, y me sentí atrapada en una pesadilla de la que no podía despertar.

Me armé de valor y con rabia en mi voz, le dije: —Tú no eres nadie para decidir sobre mí y mi cuerpo. Si es que estoy embarazada, también es mi hijo y soy yo quien decide si lo quiero o no—.

Mi afirmación pareció enfurecerlo aún más, y dio un fuerte golpe en la mesa, haciendo que los cubiertos y los platos saltaran.

Traté de mantener la calma a pesar del susto, pero mi corazón latía con fuerza en mi pecho.

—Te dije que no lo tendrás y es mi última palabra—, dijo, su voz baja y amenazante.

Su mirada era intensa y peligrosa, y pude sentir la determinación en sus ojos. Me di cuenta de que no estaba dispuesto a ceder, y que estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para asegurarse de que no tuviera ese hijo.

La situación se estaba volviendo cada vez más tensa y peligrosa...

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Teresita Lara
Linda novela, grs x compartirla!
Kelinda R.C: gracias a ti por ser parte de ella 💓
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tali tali
excelente
Kelinda R.C: gracias por el apoyo ☺️🫶
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Teresita Lara
Fue provocado seguro el Tío hon el hijo x la envidia y codicia!
Gladys Lugo
muy buena la novela felicitaciones
Kelinda R.C: muchas gracias por el apoyo ☺️🫶
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Tamaira Ibarra 🌹♥️🇻🇪
Parece que está escritora corta y pega los párrafos de otras de sus novelas y tiene un arroz con mango
Kelinda R.C: Creo que el arroz con leche suena mejor y más 😋
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Tamaira Ibarra 🌹♥️🇻🇪
coco y vainilla es la fragancia de Viviana la de Ava es fresa y limon
Kelinda R.C: claramente dice “Mis" cremas corporales. puedo usar las que quiera. no veo el problema
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Tamaira Ibarra 🌹♥️🇻🇪
cómo es eso q no sabe bailar, y el día q se conocieron q ella derramó la bebida sobre el. Tienes q estar pendiente de lo q escribes. tienes muchas fallas, repites diálogos de otras novelas. yo t aconsejo q escribas novelas cortas y así no t enrredas la vida y no nos la enrredas a nosotr@s.
Kelinda R.C: tú puedes saber bailar un ritmo y otro no. solo es cuestión de entender
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Tamaira Ibarra 🌹♥️🇻🇪
La escritora confunde las historias y los nombres de 2 novelas
Tamaira Ibarra 🌹♥️🇻🇪
que es este capitulo se ligo con la otra novela
Tamaira Ibarra 🌹♥️🇻🇪
Cómo va a conducir si no sabía, eso fue lo q le dijo a Maximiliano el día q cenaron
Gladys Lugo
cuánto son 3 o 4, Emy, Nick o Evans
Kelinda R.C: lamento tanto ese error, es Evans, ya lo he corregido
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Miraval 💃🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴
Ese Maximiliano no merece ni un mal pensamiento. 🧐🤨🇨🇴
Miraval 💃🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴🇨🇴
Me parece ilógica la actitud de ella, le importa más una cena que quedarse en recuperación, es absurdo siendo ella doctora y el chófer por qué no le avisó al idiota de Maximiliano que la llevaron a urgencias??? 🥺🤔🇨🇴
Miranda
Debo confesar que leí unos breves capítulos de la última novela y hasta cierto punto me gustó como escribes, tú narrativa, pero decidí dejarla de lado para empezar a leer todas tus obras desde la primera y sinceramente he quedado horrorizada, tú has notado en algún momento el enredo que tienes, osea hasta cierta parte de la historia ibas bien y de repente literalmente hay capitulos idénticos, exactamente iguales a los de la última novela, no les cambiaste nada e incluso utilizaste los mismos nombres, horrible, fuera de orden, tienes historias interesantes pero tienes un serio problema aquí, te aconsejo transcribir tus novelas nuevamente con borradores, no escribir por escribir porque todo es horrible de verdad
Miranda: Ok, la verdad disculpa porque creo que no me expresé de la mejor manera, en verdad lo siento, pero de veras, mira te soy sincera yo escribí unas novelas y sé que son buenas historias pero también sé que en redacción fui un desastre y la verdad tengo creo que dos años y casi los dos son escribir y con una novels inconclusa, pero también sé que soy una excelente crítica, quizá reflejé mi enojo conmigo misma contigo, pero en serio si debes releerlas y buscar esos errores y solucionarlos, te aseguro que seran excelentes, como ya te dije son buenas historias solo falta mejorarlas, éxitos y uns vez las disculpa/Frown/
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Martha Navarro Caraza
Ella se llama Ava no Viviana ella es de otra novela que escribiste
Kelinda R.C: si, que pena.. lo que sucede es que cuando se escriben varias novelas a la vez el corrector nos suele cambiar los nombres y por más que estoy pendiente hay cosas que se nos pasan... pero gracias por decirme☺️
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Yuly Ponce
Excelente historia felicidades autora 💕👏👏👏👏👏❤️
Kelinda R.C: muchas gracias por el apoyo ☺️
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Esther Miranda
Kelinda
Kelinda R.C: Hola, puedes ingresar a mi perfil y ahí te aparecen todas mis novelas... gracias por el apoyo ☺️
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Esther Miranda
Melindrosa cuáles son tus novelas
Sonia Avila
hermosa feliciddes escritora
Sonia Avila
la verdad que si, ava soporto tanto por amor la perdida de su primer bebe toco fondo en el corazon de maximiliano,, felicidades escritora
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