Soy La Emperatriz Villana

En la capital se había confirmado que Marina estaba embarazada, su familia estaba feliz si resulta que es un niño, podían exigir ante la corte que la emperatriz sea destituida a concubina, debido a que aún no ha conseguido quedar embarazada, y gracias a los rumores que andan circulando, todo sería más fácil.

Las otras concubinas del harén estaban que hervían de la rabia, debido a que Marina había conseguido lo que ellas aún no podían. Algunas no estaban para nada contentas conque el emperador ahora él dedicará más atención y la llenará de más lujos. En los siguientes días la corte trató en su reunión matutina, los recientes rumores que circulaban sobre la infertilidad de la emperatriz. Así que el marqués Hilt padre de Marina aprovechó la oportunidad y planteo sobre hacer un cambio de emperatriz.

– Señores es necesario hacer callar los rumores, no es posible que la emperatriz lleve dos años casada con el emperador y aún no tenga un heredero – hizo una pausa – en cambio, la concubina Marina está embarazada y solo lleva en el harén seis meses, es evidente que los rumores podrían ser ciertos

– El Vizconde Derrick tiene razón, tenemos que investigar este asunto – habla el Marqués Hilt – además de que si la concubina Marina da a luz a un niño, tendríamos que considerar la posibilidad de destituir a la emperatriz a concubina, y a la concubina Marina ascenderla a emperatriz para que su hijo pueda ser nombrado heredero

– Es claro que eso solo lo favorecería a usted y a si familia, al ser parientes de la concubina – habla el Conde Clover – y hay una gran posibilidad de que sea una niña – mira a todos en la corte – la emperatriz es una gran mujer que en estos dos años a sabido dirigir y llevar muy bien su cargo, y en estas últimas semanas sus propuestas y proyectos nos han traído muchos beneficios – mira al Marqués Hilt – su Alteza aún es joven, y puede dar un heredero en un futuro, no es necesario que sea ahora

– El Conde Clover tiene razón, esperemos, hasta que la concubina de a luz – hablo el duque Rossell – e investiguemos primero si el rumor es cierto o no, antes de tomar cualquier decisión – mira al emperador – la decisión está en sus manos Majestad

– Hagamos lo que dice el duque Rossell, no hay que tomar decisiones apresuradas – se levanta del trono dirigiéndose a la salida – Está reunión ha terminado y espero que no se vuelva a hablar más de este asunto

El emperador sale de la sala, primero que los ministros y funcionarios evitando las preguntas, camina a paso veloz hasta que llega a su oficina, se encierra en ella, y deja salir un suspiro sonriendo de lado. Mira como el suelo está desmayado un hombre de su misma edad, y se acerca a él tomándolo de los brazos y arrastrándolo hasta ponerlo en el sillón. Se separa de él y sonriendo y transformándose en Shera, quien solo mira aquel hombre y suelta otro suspiro.

– Es tal y como su Alteza dijo, ese Marqués no perdió el tiempo – mira al hombre en el sillón – menos mal que me hice pasar por ti, porque como dice su Alteza, usted solo piensa con la cabeza de abajo – lo mira fríamente – por su culpa mi señora sufrió todos estos años, pero pronto ella se las cobrara todas – sonríe observando como el emperador comienza a despertar – hora de actuar

Shera desaparece de la habitación y aparece afuera de la oficina con una bandeja de té y algunos bocadillos, adopta una actitud relajada y toca con delicadeza la puerta de la oficina, al escuchar el pase, entra a la oficina encontrándose al emperador algo confundido.

Se acerca a la mesa de la oficina dejando la bandeja con té y bocadillos. El emperador la mira confundidos.

– Quién eres tú – pregunta seriamente – nunca te había visto en el palacio

– Soy nueva aquí Majestad – se muestra tímida – la emperatriz me contrato hace poco

– Ya veo – la mira de arriba abajo con el uniforme de sirvienta – eres muy hermosa, para trabajar de sirvienta

– Gracias Majestad – hace una reverencia algo torpe y se da la vuelta sirviendo el té, se acerca al emperador algo nervioso – aquí está el té que pidió para su dolor de cabe...

Shera no termina de hablar, ya que tropieza y cae al suelo, causando que el té se le vote encima, y al estar caliente, se quema las manos. El emperador se para rápidamente del sillón y se acerca a ella, y la ayuda a llegar al sillón.

– Eres algo torpe – le toma las manos con delicadeza – mira como te has quemado, mandaré a que traigan una pomada para la quemadura

– No hace falta – retira la mano rápidamente – no es algo grave y tengo aún muchas cosas que hacer – se levanta e intenta recoger la taza de té y suelta un jadeo de dolor –

– No seas terca y déjame ayudarte – le sonríe dulcemente – es una orden

– Está bien Majestad – sonreí mostrándose inocente –

En la frontera del norte, se encontraba llegando a uno de los pueblos que se encontraban en el territorio del duque Wolf un carruaje de la familia imperial. Las personas se extrañan de la visita debido a que muy pocas veces la familia imperial visitaba estos territorios. Aysha baja del carruaje y le pide a una de las doncellas que iban con ella que pidan unas habitaciones en la posada del pueblo.

En lo que los sirvientes se acomodan Aysha les dice a los caballeros que va a dar un paseo con Uzziel, para que conozca el lugar, y les dice que no es necesario que la acompañen. Pero estos le dicen que no pueden dejarla sola por si se presenta algún peligro. A veces Aysha olvida que al ser la emperatriz no puede ir a ningún lado sin la seguridad de los caballeros.

Ya en la noche después de haber cenado Aysha se encontraba en su habitación esperando a que todos en la posada estuvieran durmiendo.

Pasado las doce de la noche, a las afueras del pueblo, cerca del bosque solo se podían oír los sonidos metálicos del choque de espadas, dentro de aquel bosque se encontraba un hombre encapuchado luchando contra un grupo de demonios, aunque al principio eran unos pocos, cuando mataba a uno aparecían dos más. No sabe en qué momento la situación se le fue de las manos, pero tiene que acabar con esto rápido.

Así que retrocede unos pasos y levanta su espada entendiéndola hacia el cielo, sus ojos comienzan a brillar, y su cuerpo es rodeado de una energía oscura en forma de rayos negros. Concentra toda esa energía en la espada y con un simple movimiento todos los demonios son reducidos a cenizas, quedando todo en completo silencio. El hombre comienza a toser sangre, debido a que una herida que tenía se le había abierto al usar su poder en tal magnitud. Cae desmayado en medio del bosque.

A los pocos minutos aparecen de nuevo una onda de demonios, que al ver aquel hombre inconsciente no dudan en atacarlo. Pero cuando se acercan a él, una especie de neblina negra les impide el paso, los demonios detienen su ataque al observar como aquella neblina toma forma humanoide, y sin que ellos reaccionen a tiempo un sello se crea bajo el grupo de demonios, y de este sale un torbellino de fuego quemando todo lo que estaba dentro del sello.

El encapuchado que hace unos segundos había recuperado la conciencia, observa todo sorprendido, y se pone a la defensiva dejando salir su poder al notar que aquella forma humanoide se da la vuelta y comienza a caminar hacia él. Levanta la mano y lanza un rayo negro contra la neblina, pero este se desvanece antes de impactar contra la forma humanoide, intenta atacarla de nuevo, pero siente como le sostienen las manos y al darse cuanta tiene frente a él a aquella criatura.

– Te salvo la vida y así es como me lo pagas – se escucha una dulce voz proveniente de la neblina – eso es ser malagradecido – suelta sus manos y las desliza hacia la herida – espero que la próxima vez seas ser un poco más agradecido – hace presión en la herida, causando que la neblina envuelva su cuerpo, haciendo que el hombre suelte un jadeo de dolor

Al pasar el dolor el hombre abre los ojos, pero aquella criatura ha desaparecido, baja su mirada a donde estaba herido, pero se da cuanta de que la herida fue curada.

– Sonríe de lado – sin duda sabré agradecerte bien si te veo de nuevo –

Al otro lado del bosque, cerca de donde pasa el río, aparece de entre las sombras una persona cubierta de una espesa neblina negra, que al disiparse muestras la figura de una persona, quien no es más que Aysha.

– No entiendo por qué lo salvaste maestra

– Ni yo tampoco lo sé Uzziel – se toca la cabeza – fue algo involuntario es como si me estuviera llamando

Y es que antes de aparecer en medio del bosque, Aysha estaba con Uzziel aquí en el otro lado del bosque, buscando algo que la va a ayudar a cumplir con sus objetivos. Pero de un momento a otro sintió un fuerte dolor de cabeza y sin poder controlarlo terminó transportándose al medio del bosque, justo en el momento en que esos demonios estaban atacando aquel hombre.

– Eso ya no importa ahora – se da la vuelta mirando el río – ya estamos cerca de lo que vinimos a buscar – se pone a caminar – vamos Uzziel

– Si maestra

Ambos caminan siguiendo río arriba, hasta que llegan a una cascada, Aysha se detiene y observa a Uzziel indicándole con la mirada que se quede ahí. Este solo asiente con la cabeza y se sienta en el suelo recostándose de un árbol, Aysha se acerca a la cascada y la atraviesa, empapándose de agua, detrás de la cascada había una cueva.

Aysha mueve su mano y crea una pequeña flama iluminando su alrededor, comienza a recorrer la cueva por un largo tiempo hasta que llega al final de esta. Ella alza su mano y la pequeña flama se expande sobre su cabeza iluminando todo a su alrededor y revelando un sello en una de las paredes. Aysha se acerca y al ver el sello de cerca sonríe, da unos paso atrás y saca de entre sus ropas una daga con la cual se corta la palma de su mano deja caer unas cuantas gotas sobre la pared y extiende su mano, empezando a recitar unas palabras en el idioma antiguo de este mundo.

El sello comienza a brillar causando un leve temblor en la cueva, Aysha sigue recitando el conjuro hasta que al terminar en la pared aparece una pequeña abertura. Aysha utiliza su poder, envolviéndose en aquella neblina y pasando a través de la abertura de la pared.

A las afueras de la cueva detrás de la cascada, Uzziel sintió el temblor y solo se limita a sonreír mientras mantiene los ojos cerrados.

– Pronto él aparecerá – abre los ojos y observa el cielo estrellado – dentro de poco podré completar nuestra venganza Arya