Después del accidente que deja a Santiago sin caminar por cuatro meses. Él quiere usar a una chica inocente para vengarse de su madrastra Paola. Una mujer que es capaz de todo por quedarse con la fortuna del padre de Santiago y así poder borrar su oscuro pasado.
NovelToon tiene autorización de Lorena Carapia para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Un beso
...Narra Melisa...
Caminaba lentamente con un libro encima de mi cabeza. No puedo bajar ni un poco la cabeza, ya que el vaso de agua que está encima del libre se derramaría sobre mí.
Llegue a la ventana, sin embargo, en ese momento no logré mantener el equilibrio que se necesita para dar la vuelta con elegancia.
Mi tobillo se torció y caí al suelo, el vaso que llevaba encima del libro cayó sobre mí. Santiago inmediatamente se acercó a mí.
Santiago __ Debes caminar derecha, ¡No bajes la cabeza ni por un segundo!.
Desde muy temprano, Santiago me ha estado obligando a levantarme de la cama. Solo para que yo aprenda a caminar derecha, espalda reta.
Según él debo aprender a caminar como toda una Dama. Lo peor de todo es que también me ha obligado a caminar con unos zapatos de tacón alto.
Ninguna sola vez, en toda mi vida he caminado con unos tacones tan altos, siempre he usado zapatos de piso, ya que es muy incomodo para mí, caminar con unos zapatos de tacón tan alto.
Solo he podido dar unos cuantos pasos con ellos, mis tobillos sean torcido más de una ocasión, y al insensible de Santiago no le importa mi dolor.
Melisa __ Qué no te das cuanta, no puedo cambiar con estos tacones!... ¡Además, para qué quiero caminar cómo tú dices!...
Santiago me ayudó a levantarme, para después volver a obligarme a caminar…
Santiago __ Vas a hacer mi esposa y debes comenzar a prender cosas, una de ellas es a caminar con elegancia.
Melisa __ ¡¿Qué no entiendes?!... No quiero ser tu esposa, solo quiero una vida normal.
Estoy cansada de escuchar a Santiago decir que seré su esposa. No es que no sea una oferta demasiado tentadora, pero, prefiero vivir una vida sencilla, sin tener tantos problemas.
Por lo que he visto, en solo un día. Me doy cuenta que esta familia, es un nido de serpientes. Del cual no quiero ser un miembro más.
Santiago __ ¡Basta de caprichos, Melisa!.
Santiago __ Métete en la cabeza que serás mi esposa mañana mismo...
Santiago estaba muy enojado, me limpié el agua que todavía caía por mi cara. Enderece mi espalda, y volví a caminar por mucho tiempo hasta que Santiago quedara conforme.
Eran casi las doce del medio día, cuando Santiago me dejó descansar un momento... No obstante, era la hora de aprender a comer con elegancia.
Una de las sirvientas, llevó la comida a la habitación. Cuando los iba a poner encima de la mesa.
La bandeja que llevaba se tambalea de sus manos. Yo traté de ayudarla cuando vi que la bandeja se iba a caer de sus manos; pero, Santiago agarró mi brazo y me detuvo.
Santiago __ No importa lo que suceda, ella es la empleada y tú la señora... No puedes ayudarla...
Volteó a ver a Santiago, era demasiado estúpido lo que estaba diciendo. Ya también soy una sirvienta, al igual que ella y todas las demás que trabajan en esta casa.
Melisa __ Está bien, qué intentes transformarme en alguien que no soy físicamente... Pero todo tiene un límite, y el mío, ya llegó al final.
Santiago me miró ferozmente, sus manos se apretaron con fuerza, podían notarse con claridad las venas de sus manos, fue algo que me puso demasiado nerviosa.
Santiago __ Deja la bandeja en la mesa y lárgate...
La chica salió casi corriendo de la habitación... El inmenso miedo se podía notar en su cara...
Antes de que yo pudiera reaccionar, sentí un fuerte jalón, hacia donde está Santiago sentado en su silla de ruedas...
Santiago __ Escuchame muy bien Melisa, me estoy cansando de la manera en que me desafíes delante de los empleados. Sí, lo vuelves hacer, no voy a tener ninguna sola piedad con tu hermano...
Al terminar de hablar, Santiago me soltó... Intenté controlar mis emociones, pero era imposible. Mis lágrimas comenzaron a caer lentamente por mis mejillas.
No puedo hacer nada en contra de Santiago, él sabe todo de mí, y de mi familia... Lo mejor será que me adapte a su voluntad…Y deje de comportarme con rebeldía.
Si continúa provocándolo solo voy a ocasionar mi Tony, sea el que pague las consecuencias.
Por mucho tiempo, la habitación se volvió demasiada fría, la tensión allí dentro era demasiada tensa... Yo no quería mover ni un solo músculo de mi cuerpo, tenía miedo de volver hacer enojar a Santiago.
Santiago no había dicho ni una sola palabra, sus ojos solo se enfocaron hacía fuera. Sus manos estaban colocadas debajo de la manta que cubre sus piernas.
Santiago __ Mañana será nuestra boda, la fiesta se llevará a cabo en el jardín de la mansión. Y para eso, debes aprender a comportarte hoy mismo.
Mis labios temblaron violentamente, quería negarme. Pero, ya no había vuelta atrás. Santiago no iba a permitir que me niegue a casarme.
Melisa __ Podemos esperar un tiempo más, solo nos hemos conocido un día... No veo la necesita de apresurarse a dar un paso tan importante.
Santiago volteó un poco su cabeza, sus ojos eran como dos bolas de fuego, siendo arrojadas a mí.
Santiago __ No entiendes, ¿Verdad?...
Melisa __ ¿Qué es lo que debo entender?... Qué solo soy un juguete al que intentas utilizar para vengarte de no sé quién...
Melisa __ Por qué no utilizar a otra mujer, la cual sea lo que tú quieres. Una Dama, y me dejas seguir siendo una sirvienta...
Santiago __ No solo me quiero casar contigo, por la venganza que planeó en contra de mi madrastra... Si no porque tienes algo que me llama a ti... Desde que te miré, me prometí a mi mismo que serías mía.
Melisa __ No soy un mueble a que solo de verlo, lo quieres y cuando te aburra lo tires a la basura. Son una mujer, que necesita ser amada...
No pude contenerme, el dolor que llevaba por dentro me venció. Solo al recordar las miles de veces, que mi padrastro trató de abusar de mí...
Me dejé caer de rodillas frente a Santiago, me siento como un objeto. Al cual todos quieren poseer.
Mientras lloraba, sentí como los brazos de Santiago envolvían lentamente mi cuerpo en el suyo...
Santiago __ Deja de llorar, a mi lado tu vida cambiará...
Levanté mi mirada y al mirar los ojos de Santiago, me fui perdiendo en ellos. Estire mis manos y las envolví en el cuello de Santiago, para después besar sus labios con torpeza.