Francisco Ramirez hijo del prestigioso medico genetista Franco Ramirez dueño de una importante clinica de fertilidad, guardo su esperma para tener un hijo por inseminacion artificial en un vientre alquilado, pero por un error la mujer equivocada termina embarazada.
Emily Dudamel una hermosa venezolana oriunda del estado Merida, emigra para tener un mejor futuro, dejando a su amado hijo de 5 años, fue por un chequeo medico por presentar un descontrol en su ciclo mestrual y termino embarazada sin saber el porque, pues tiene años sin pareja.
La vida del medico y la modesta chica dara un giro de 180 grados... Acompañenme en esta historia y veremos que pasara.
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cap 8: Semana del terror
⚕⚕ Francisco Ramírez ⚕⚕
Que iluso fui al pensar que mi pesadilla acabaría en una semana, lo que ocurriría en esa semana marcaría mi vida en un antes y un después.
Mis hermanas lejos de sentirse culpables de mi tristeza, o preocupadas por mi salud o integridad, estaban molestas, furiosas e indignadas porque según ellas por mi culpa no tuvieron la fiesta de sus sueños.
Mi tío puso al tanto de todo a mi padre y como cosa tan rara dudo de todo lo que dije de mis hermanas, ellas eran unos ángeles ante sus ojos, pero demonios cuando le daba la espalda.
Me castigaron cerrando mi escape la biblioteca, ya eso no me extrañó siempre lo hacen, ahora tengo otros ideales, otros pensamientos y son buscar pruebas suficiente nte para que el tiburón logre hacer lo que yo quiero.
Me quitaron mi celular, eso no me detendrá.
Isaías me enseño como hackear todo hasta los celulares, me enviaron al colegio mientras a mis hermanas la llevaron a un spa para recompensarlas por su fiesta arruinada por mí.
El chofer era mi amigo y me encubriría fielmente.
No entre a la primera clase, fui a la biblioteca ahí hay una computadora con conexión a internet.
La bibliotecaria no se extrañó verme ahí, pues siempre iba.
Entre en mi correo, guarde el número del tiburón Travis, hackee las cuentas de mis padres y debió una fuerte cantidad de dinero a una cuenta que cree con un nombre falso.
Limpie todo rastro y deje un sistema de eliminación automática si querían ingresar a la información.
Le envíe un correo a mi abogado con el audio y varias fotos de cuando casi pierdo mi vista.
Isaac me llamo para decirme que ya me tenían la mini cámara y el micrófono.
Gracias, primo te daré alguno de mis obsequios de cumpleaños no abro ninguno, le dije y se negó rotundamente alegando que solo quería ayudarme.
Enviaré a mi chofer por ellos, entrégaselos el hombre es de toda mi confianza.
Así hice y envié a mi chofer, mientras que yo fui a mi clase de matemáticas.
Les voy a contar un secreto yo soy un puto genio mi IQ es de 7,6 más alto que el de mis primos Isaías e Isaac, pero más bajo que el de mi tía o el de Isabella ellas son más inteligentes que yo.
Aplique a la prueba escondido de mis padres, nadie de mi familia lo sabe, bueno nadie adulto porque mis tres primos los hijos de mi tía Antonella ellos si, le insistimos a mis padres para estudiar en la escuela de niños superdotados a la que ellos van pero se negaron.
Trato de parecer normal, le escondo al mundo lo que en realidad soy.
Continuo contando.
Entre a mi clase, mis hermanas me miraron con odio absoluto, las mire y les saque el dedo medio dejando a más de uno sorprendido y murmurando a mis espaldas.
El profesor empezó un contenido nuevo que por lógicas razones yo podría resolverlo hasta con los ojos cerrados.
Explico una y otra vez el mismo ejercicio porque muchos no entendían.
Mis hermanas querían sobresalir como siempre.
Ahí que fácil profesor yo quiero resolver uno, dijo Adriana con la clara intención de humillarme.
Por supuesto señorita Ramírez pase, comenzó y ya llevaba dos errores graves que note de inmediato.
Hice un bostezo fingido y estire mis brazos con pereza, diciendo con mis acciones que me aburre.
Señor Ramírez le parece aburrida mi clase me pregunto el profesor que nunca ha tenido algo en mi contra.
La verdad profesor si, no es por ofenderlo, pero esos ejercicios podría resolverlos hasta con los ojos cerrados.
El profesor me miro como si tuviera otro ojo en la frente.
No me diga señor Ramírez y si es así donde está el error en el ejercicio que está resolviendo su hermana, pregunto algo molesto.
Error no, errores corregí y le dije donde se había equivocado, haciendo a mi hermana ponerse tan roja que parecía un tomate radioactivo a punto de explotar.
El profesor verificó y le di el resultado del ejercicio como nada.
Se atreve a hacer uno en la pizarra Francisco, me pregunto sabiendo que me negaría no me gusta llamar la atención.
Porque no me encojo de hombros, pero póngame el más difícil que contenga su libro, exprese desafiante.
El profesor así lo hizo, hojeo su cuaderno de apuntes y me puso un ejercicio con una conchita de banana para que cayera, pretendía hacerme callar.
Me levanté de mi asiento.
Este ejercicio tiene un error en sí mismo, es imposible que alguien lo resuelva, pero si cambiamos este signo por el este si, el profesor me miro emocionado, ese ejercicio se lo coloco el profesor que le dio matemáticas avanzadas en la universidad de Harvard y nadie pudo resolverlo.
Comencé a resolverlo y con ello a ramificar más y más el ejercicio llenando dos pizarrones.
El profesor tenía la boca abierta de la impresión.
Así es como se hace, le entregue el lápiz acrílico y tome mi mochila y salí del salón.
A donde va Ramírez pregunto el profesor.
A casa respondí con simpleza, está claro que sé más matemáticas que usted, podría incluso ser su profesor, así que no veo el caso de seguir aquí.
Esa acción desataría el peor de los infiernos.
Mis padres fueron llamados y lejos de preguntarme como sabía tanto o interesarse en mi alto nivel intelectual, estaban consternados y molestos con mi cambio de actitud.
Me obligaron a pedir disculpas como si huera cometido un crimen, mi castigo fue épico, debía limpiar los baños por lo que restaba de semana, no fue impuesto por el rector sino por mi propio padre.
Ya tenía el micrófono y la cámara encendidos e Isaías guardaba toda la información y se la enviaba a mi abogado.
Mi castigo empezó ese mismo día y me toco limpiar el baño, el olor era nauseabundo mi con tres cubrebocas lo soportaba.
Hice lo mejor que pude, no me verán derrotado jamás.
A la salida mis hermanas me esperaban con el equipo de porristas para darme una presentación donde se burlaban de mí y me decían bastardo.
Era algo así Dame la B dame la A, dame la S, la T, la A, la R, la D y la O que dice BASTARDO gritaban en porras mientras los otros alumnos reían y me lanzaban bolas de papel.
Isaías miraba sin poderlo creer en su tablet.
Mi chofer apareció para sacarme de ahí, dedicándole una mala mirada a mis hermanas.
Le prohibí hablar de ello, pues necesitaba más pruebas, se mantuvieron tranquilas por tres días como vieron que mis padres estaban normal.
Volvieron a comenzar con su acoso, pero lo que vendría a continuación rayaba en lo inhumano.