Un Secreto Para Ambos

^^^Antonella De angelis.^^^

Sin Carina en casa, las horas de comida se volvieron muy silenciosas y gracias a un comentario de una de mis compañeras de clase, empecé a creer que era una total molestia para Matteo el tener que cuidarme.

No soy su hija biológica y posiblemente no desea mantenerme a su lado ahora que su esposa murió.

Él todavía es joven y quedarse con la custodia de su hijastra de 14 años le traería problemas en un futuro cuando desee formar su propia familia.

—No soy tu responsabilidad.—Comenté mientras le observaba escribir en su computador.

Odio molestarlo en sus horarios de trabajo, pero siempre se encuentra trabajando y hablar de esto en las horas de comida solo me daría un dolor de estómago.

—Estoy ocupado ahora Antonella.—Respondió sin apartar la mirada del monitor.

Su cabello negro había crecido en estos últimos meses, llegando casi a la altura de sus hombros y su barba de tres días sin afeitar le hacían aparentar mas edad de la que tenía.

—Mis abuelos paternos intentaron contactarse conmigo cuando Carina fue enterada.—Ignoré su intento de deshacerse de mí.—Ellos quieren reclamar mi custodia y creo que deberías dársela a ellos.

No quiero irme, pero me niego a ser una carga para Matteo. No es justo para él tener la obligación de cuidarme ahora que Carina no se encuentra con nosotros.

—¿Tú quieres eso?.—Decidió preguntar cuando apagó el computador y se mantuvo sentado viéndome del otro lado del escritorio.

...No, por supuesto que no....

—Creo que sería lo mejor para ti.

—¿Por qué lo dices?

—Porque no soy tu hija.—Respondí.—No hay motivos para quedarme ahora que mi madre murió.

Solo han pasado unos cuantos meses desde del accidente y sigo extrañando a Carina tanto o más que el primer día cuando se marchó de esta vida.

—¿Tú quieres irte con ellos?

...No, por supuesto que no....

—Odiaría ser una carga.—Confesé.

—Nunca lo has sido ni lo serás.—Afirmó él.—Yo te quiero conmigo, pero si realmente deseas pasar un tiempo con tus abuelos, entonces yo..

—No.—Negué con la cabeza.—No quiero ir con ellos, prefiero quedarme aquí, contigo. Pero no creo que eso te favorezca.

Estoy un 100% segura de que Matteo piensa en mí como su hija, aunque es natural después de los años que hemos compartido juntos.

Aun así, aunque él me quiera como su hija, yo no puedo verle como mi padre. Lo he intentado, pero mi corazón se niega a escuchar las razones de mi cerebro.

—Supongo que has llegado a esas ideas porque te he dejado demasiado tiempo sola.—Se levantó de la silla y dio unos pocos pasos hacia mí para acortar la distancia.—Intentaré ser un padre más presente.

...Padre....

...Matteo finalmente dijo la palabra....

Nunca intentó forzar nuestra relación de padrastro e hijastra, posiblemente para no provocar mi incomodidad y ahora estoy feliz de que haya confirmado ser mi padre, pero también estoy triste porque mi corazón no lo puede amar de ese modo.

—De acuerdo papá.—Le sonreí de todos modos, con una frase que nunca creí ser capaz de decir.