La Venganza De Alaia

Mientras ellos habían emprendido su viaje, los Emperadores se encontraban intranquilos, furiosos, sabían que pronto tendrían que enfrentar a Finnian y que de seguro se mostraría abatido por lo sucedido, para ellos cada minuto era un martirio, hasta cuando el sol comenzaba a mostrarse en el horizonte, llego un caballero del Ducado Elowen informando de lo sucedido, que lamentablemente el único sobreviviente era Finnian Seraphina, ya que no se encontraba en el lugar en el momento de los hechos, debido al dolor que esta viviendo no podía venir en este momento, en cuanto se sienta mejor vendría personalmente ante sus majestades. El incendio había sido borras nadie sabia como había comenzado, la única información certera que tenían es que todo había sido planeado meticulosamente, los guardias fueron dormidos al igual que la servidumbre, no pudieron hacer nada por la familia, cuando despertaron ya no quedaba nada del Ducado, solo escombros y ceniza.

Los emperadores estaban devastados por la noticia, a pesar que ya lo sabían el dolor que ellos sentían no disminuía con el paso del tiempo, pronto todo el imperio sabio la devastadora noticia de la muerte de toda la familia Elowen, la familia imperial fue la encargada de rendir un homenaje apropiado, las banderas del imperio ondeaban a media asta en señal de luto, el gran salón del palacio estaba lleno de arreglos florales, en el centro del salón se encontraban cuatro féretros cerrados, cada uno cubierto por un paño negro bordado con el  emblema del Ducado Elowen, sobre ellos un retrato del Duque Orion Elowen, la Duquesa Noelia Cassian de Elowen, Lady Liora Elowen de Seraphina, el joven heredero del Ducado Caspian Elowen, también se honraba la memoria de los sirvientes que perecieron en el terrible incendio.

La familia imperial, junto a Finnian Seraphina, se encontraban en el salón vestidos de riguroso luto, la Emperatiz Thais fue en la encarga de hablar, su voz habitualmente melodiosa y firme, temblaba ligeramente al evocar la memoria de sus seres queridos.

-Hoy es un día triste para nosotros, nos reunimos con el corazón apesadumbrado para despedirnos de una familia amada, pilares de nuestro imperio, víctimas de una crueldad incomprensible. Mi cuñada Noelia, una mujer de gracia y bondad inigualables, cuyo espíritu luminoso contagiaba a todos los que la conocían. Su esposo, Orion, un hombre de integridad inquebrantable, cuya sabiduría y lealtad fueron un faro para nuestra corte, y su hija Liora, una joven floreciente, cuya belleza y alegría prometían un futuro brillante, nuestro joven Caspian un niño que a su corta edad demostraba ser muy valiente, y carismático, ellos nunca serán olvidados, los recordaremos con el cariño y respeto que merecen…

La Emperatriz hizo una pausa, luchando contra las lágrimas que amenazaban con desbordarse, el Emperador Eamon con rostro sombrío reflejando el dolor compartido, se acercó a ella, agarro su mano, y tomo la palabra.

-La vileza que segó estas vidas inocentes no quedará impune, juro ante Dios y ante mi pueblo que la justicia será implacable, no solo para la familia Elowen, también para todas las personas que perdieron la vida.

Varios nobles se adelantaron para ofrecer sus respetos, recordando anécdotas de la bondad de Orion, la calidez de Noelia, el encanto de Liora y la valentía de Caspian, el silencio volvía a caer entre cada discurso, un silencio cargado de dolor y de una rabia sorda contra los responsables de esta tragedia.

El homenaje concluyó con una solemne procesión, donde los féretros fueron llevados por los guardias imperiales, seguidos por la Familia Imperial, la nobleza y los representantes del pueblo, mostrando su respeto y su dolor por la pérdida irreparable. Las campanas del palacio repicaron lentamente, marcando el ritmo de la tristeza que embargaba al imperio. El homenaje funerario fue un acto de duelo colectivo, pero también una declaración silenciosa de que la memoria de la familia Elowen viviría, y que la búsqueda de justicia por su trágica pérdida no cesaría.

Una semana después Finnian Seraphina volvía al palacio, para hablar con la familia Imperial, antes ellos se mostraron melancólico, mientras que la familia imperial sabia lo que hizo y trataban de aparentar serenidad con él.

- Finnian: Majestades, príncipes – hace una reverencia ante ellos -, siento no haberme acercado antes, pero el dolor que llevo en mi alma es insoportable.

- Eamon: nosotros lo comprendemos, pero necesitamos respuestas.

- Thais: díganos, ¿Por qué no se encontraba en el Ducado Elowen, junto a Liora?

- Finnian: llego una nota al Ducado, donde alertaban la presencia de bandidos cerca al territorio, como el Duque Orion ya se había ido a descansar, decidí salir con mis hombres en busca de los bandidos, cuando por fin logramos solucionar el asunto y volvimos al Ducado, ya no quedaba nada, solo cenizas – se tira al suelo de rodillas -, fue mi culpa, si tal vez yo hubiera salido junto al Duque Orion, todavía estaría vivo, la Duquesa y Liora hubieran estado pendiente de nuestra llegada y quizás podrían haber escapado de las llamas que lo consumieron todo.

- Eamon: póngase de pie.

- Alistair: pienso que todo fue una trampa, querían acabar con toda la familia, usted tuvo suerte, si no fuera por esos bandidos que menciona de seguro habría perecido junto a la familia – Finnian se pone de pie.

- Finnian: puse a investigar a mis mejores hombres, les prometo que hallare al culpable, y lo hare pagar por todo el dolor que nos ha causado.

- Indira: nosotros investigaremos por nuestra cuenta también.

- Finnian: gracias por su ayuda.

- Thais: puede volver a su Ducado, si nosotros nos enteramos de algo se lo comunicaremos.

- Finnian: ¿Qué pasara con el territorio del Ducado Elowen?

-Eamon: usted no debe preocuparse por eso, si Dios quiere, mi sobrina pronto llegara y se ocupara del Ducado, ya nos hemos contactado con ella para que venga lo más rápido que pueda, fue atacada antes de llegar al Imperio por eso no pudo llegar a su boda, se encuentra recuperándose, no hemos sido capaces de decirle lo que sucedió con su familia, primero esperamos que mejore de salud y luego personalmente iremos a su encuentro.

- Finnian: pero los nobles no aceptaran que una mujer se haga cargo.

- Indira: tendrán que hacerlo, porque mientras esperamos que mi prima se recupere y vuelva al imperio, yo me encargare de manejar el ducado, así que no debe preocuparse, puede volver a su propio ducado y ocuparse de él, mientras vive su duelo y se recupera, estoy segura de que a Liora no le gustaría verlo triste.

- Finnian: Majestades, les ofrezco una disculpa si los ofendi con alguna de mis palabras, pero el ducado que con tanto esfuerzo reconstruí, tenía un solo objetivo, un solo anhelo que ahí la familia que construiríamos con Liora sea feliz, ahora solo encuentro ecos de un amor que se ha desvanecido en cenizas. Sin Liora, mi sol, mi propósito, mi vida misma carece de sentido; soy solo un hombre que camina entre ruinas, por dentro y por fuera.

- Eamon: comprendemos su dolor, pero no hay nada que podamos hacer para traerlos de vuelta, se que para usted no será nada sencillo, pero intente reconstruir su vida.

- Finnian: con su permiso, me marchare a mi Ducado, por favor, cualquier novedad que exista, no me la oculten, no podre vivir tranquilo hasta que haya justicia, permiso – hace una reverencia y sale del lugar.

- Eamon: si no fuera por la promesa que le hice Alaia, lo hubiera matado en este momento sin dudarlo, no puedo comprender como es capaz de seguir mintiendo de manera tan descarada.

- Indira: para mí, sus intenciones son claras, quería manejar el Ducado Elowen para obtener algún beneficio. No entiendo como no vimos antes quien era en verdad.

- Thais: no hubo nada que nos haga sospechar, incluso si Alaia no veía como él fue el causante, tal vez hubiéramos creído en sus palabras.

- Alistair: iré a encontrarme con mis primos, los ayudare en lo que me pidan.

- Thais: se prudente hijo, asegúrate que nadie te siga.

- Alistair: así será madre.

- Eamon: cuéntale a Alaia la mentira que le dije sobre ella a Finnian para que esté prevenida cuando regrese