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Hasta Que Nuestras Vidas Se Apaguen

Hasta Que Nuestras Vidas Se Apaguen

Status: En proceso
Genre:Amor a primera vista / Dominación / Malentendidos / Diferencia de edad / Pareja destinada / Casada con el millonario
Popularitas:5.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Marîana Ibañéz

Alejandra quien a sus 5 años fue alejada de su padre por el echo de ser la hija de una empleada y nacida fuera del matrimonio. La quiso proteger de la humillación y del maltrato, la llevó a vivir a Colombia con su familia materna. La cuido y velo por ella desde la distancia sabiendo que era la hija de su gran amor. Después de 20 años creció como una hermosa mujer, educada y valiente. Una hermosa joya... quien será la presa de un delicioso hombre que la absorberá y amará hasta que sus vidas se apaguen.

NovelToon tiene autorización de Marîana Ibañéz para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Moneda de Cambio.

Una lluvia fina golpeaba los ventanales oscuros como si también pidiera permiso para entrar. El reloj marcaba las 4:07 p.m. y la oficina de Lían Smith olía a caoba, cuero y urgencia. Las luces tenues iluminaban la estancia mientras él permanecía de pie, mirando su escritorio lleno de papeles, gráficos financieros y una sola copa de whisky intacta.

La puerta se abrió con discreción.

— Señor Smith, el señor Callahan ha llegado. — Dijo su asistente.

— Hazlo pasar. — Respondió sin voltear, su voz seca, áspera, cargada de una tensión que le carcomía desde hacía meses.

Callahan entró con su presencia imponente. Traje gris oscuro, corbata perfectamente alineada, y esa mirada de lobo disfrazado de diplomático. Sonrió con cordialidad y se acercó sin prisa.

— Señor Smith. — Saludó, tendiéndole la mano. — Un placer verlo de nuevo. — Smith aceptó el apretón, breve y firme.

— Callahan. Gracias por venir. — Ambos tomaron asiento. El silencio se alargó un poco más de lo necesario. Smith no era hombre de rodeos, y Callahan lo sabía, por eso se limitó a escuchar mientras el empresario exhalaba hondo, como si tragara todo su orgullo de un solo golpe. — Sé que conoces perfectamente la situación de mi empresa. — Empezó Smith, directo al grano. — Las proyecciones nos están llevando al borde de una fusión o de una venta agresiva. Pero quiero evitar ambas cosas. — Callahan asintió, sin expresar sorpresa.

— He escuchado algo, sí. Pero pensé que usted tenía todo bajo control. — Smith lo miró de reojo.

— Hace mucho que aprendí que hasta el mejor imperio puede tambalear... si no se hacen alianzas estratégicas. Y es por eso que te llamé. — Hubo un leve silencio antes de que Smith se inclinara ligeramente hacia él.

— Sé que estás buscando una esposa. Tu padre ha sido muy claro al respecto: te quiere con familia, te quiere con hijos. Y tú estás... cumpliendo, ¿No? — Callahan sonrió por primera vez, esa sonrisa cargada de cinismo sutil.

— Digamos que estoy explorando opciones. — Respondió, como si no tuviera idea de a quién se refería Smith, como si el nombre "Alejandra" no le rondara por la mente desde hacía días.

Smith bajó la voz y sostuvo la mirada de Callahan.

— Te ofrezco una opción. Mi hija. — Callahan, impecable en su actuación, alzó apenas una ceja.

— ¿Tiene una hija? — Smith contuvo una carcajada amarga.

— Sí. Vive en Colombia. Inteligente, independiente, discreta. Criada lejos de este mundo de negocios… por decisión mía. Y es todo lo que necesitas. Yo solo pido a cambio tu respaldo. Financiero, estratégico… llámalo como quieras. Lo que necesito es salvar mi empresa. Y tú necesitas una esposa. No veo por qué no podemos ayudarnos mutuamente. — Callahan dejó caer una pausa medida. Luego se acomodó en el asiento, cruzando una pierna con tranquilidad.

— Lo pensaré.

— Hazlo. — Dijo Smith con gravedad. — Pero no tardes. Cada día que pasa, mi empresa se hunde más. Y no quiero que Alejandra lo sepa aún… al menos no hasta que tú decidas. — Callahan se levantó despacio, con esa elegancia que le caracterizaba.

— Gracias por tu confianza. Me aseguraré de... valorar tu propuesta con seriedad. — Smith no se levantó. Lo observó caminar hacia la puerta como si cada paso de ese joven significara una sentencia o una salvación.

Callahan salió sin mirar atrás, pero una sola palabra retumbaba en su mente como un eco antiguo: Alejandra.

Callahan caminaba con paso firme por el largo corredor alfombrado, mientras Miles lo seguía a unos pasos detrás. No hablaban, aún. El silencio era parte de la estrategia. Solo cuando llegaron al ascensor privado, Callahan pulsó el botón y soltó un suspiro leve, casi imperceptible para cualquiera… excepto para Miles, que conocía esos silencios.

— ¿Te lo ofreció? — Preguntó su asistente sin rodeos.

— Como si fuera una acción más para salvar su empresa. — Respondió Callahan con ironía, sin mirarlo.

El ascensor se abrió, ambos entraron. Al cerrarse las puertas, Callahan giró apenas el rostro, lo justo para que Miles captara el tono exacto de su molestia contenida.

— ¿Creen que uno compra esposas como si fueran terrenos en decadencia? ¿Así de bajo hemos caído?

— No es la primera vez que lo intentan. — Replicó Miles. — Pero no todos vienen con un lazo tan convenientemente atado. — Callahan bufó, luego se apoyó contra la pared del ascensor, cerrando los ojos un segundo.

— No dijo su nombre, Miles. No la mencionó. Ni una vez. Pero sabemos que se refiere a Alejandra.

— ¿Y tú vas a seguir jugando al ciego? — Preguntó Miles, cruzándose de brazos. — Porque si ella te importa, si de verdad estás dispuesto a darle ese lugar, más vale que entres al juego con las cartas sobre la mesa.

— No me gusta que me manipulen. — Dijo Callahan, tajante.

— Entonces actúa antes de que Smith lo haga por ti. Porque si él pone a Alejandra en medio de esta negociación sin que ella sepa nada... puede destruirla. — Callahan apretó la mandíbula. Estaba claro que algo le dolía más de lo que mostraba.

— No voy a permitir que ella sea usada como moneda de cambio. — Dijo, finalmente. — Si está en mi vida, será porque yo lo decidí. Y si entra… será por la puerta grande. — El ascensor llegó a la planta baja. Callahan salió primero, su rostro ya recompuesto, nuevamente el CEO frío, el tiburón elegante que nadie lograba leer por completo. Miles lo siguió, y justo antes de subirse al auto, Callahan lanzó una última frase:

— Prepara el viaje a Colombia. — Miles sonrió con satisfacción.

— ¿Fecha?

— Tan pronto como se cierre el contrato. Quiero verla en su entorno. Sin interferencias.

Y si Smith cree que va a manejar esto, se equivoca. — Sabía que esto vendría. Smith era un hombre acorralado, y los hombres acorralados hacen ofertas desesperadas.

Pero había algo que le incomodaba. No el trato en sí, sino el hecho de que Smith intentara imponerle el camino.

No.

Si iba a tomar a Alejandra como esposa, sería porque él lo decidía, no porque se la vendieran como una acción en caída libre.

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La tarde caía con un resplandor dorado sobre los ventanales de vidrio oscuro. Callahan entró al edificio rodeado de asistentes, todos siguiendo su ritmo sin cuestionar, sin preguntar. Llevaba la chaqueta en una mano y el teléfono en la otra. Su reloj marcaba las 5:43 p.m., y su agenda aún tenía dos reuniones más.

Terminó de revisar unos informes, dio un par de instrucciones precisas —más órdenes que sugerencias— y se encerró en su despacho con un café fuerte y una copa de coñac que uno de los empleados sabía preparar justo como a él le gustaba.

Entonces sonó su teléfono privado.

Era Émile, su amigo de muchos años. Un empresario con gustos parecidos… y secretos aún más oscuros.

— ¿Dime, bastardo? — Gruñó Callahan, sin levantar la vista del informe financiero de Smith Enterprises.

— Esta noche. — Dijo Émile. — Fiesta privada. Solo invitados seleccionados. Ya sabes, máscaras, reglas... y sin cámaras. — Callahan sonrió apenas. Cerró el informe y se echó hacia atrás en su silla.

— ¿Lugar?

— Brooklyn. El almacén del muelle 9. Traje negro. Lleva el anillo si quieres entrar. — Callahan colgó sin más.

Guardó el informe, se quitó la corbata y desabrochó el primer botón de la camisa. Caminó hasta el pequeño mueble escondido tras una pared de libros. Abrió el compartimiento secreto y sacó una pequeña caja de madera oscura. Dentro, perfectamente conservado, estaba el anillo negro con símbolo grabado, ese que lo marcaba como miembro de un círculo cerrado, un mundo sin restricciones donde se daba libertades que el mundo empresarial jamás entendería.

Allí no era el CEO.

Ni el negociador implacable.

Allí era el hombre real. El que no pedía permiso. El que tomaba.

— Esta noche, — Murmuró, con una sonrisa cargada de expectativa. — necesito un respiro antes de jugar con la hija del viejo Smith. — Se miró al espejo. Iba a divertirse. Iba a recordar por qué seguía siendo el amo del juego… incluso en la oscuridad.

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ANUNCIO!!!

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Las invito a mi grupo de interacción. Allá encontrarán capítulos subidos de tono que la plataforma no permite 🙄 pero que claramente no dejaremos de leer...

+21 Muy hot 🔥

1
Nancy Parraga
Graham a pesar de lo que el es la está protegiendo y quiere hacer las cosas bien espero que todo sea para bien de ella y que ese miserable padre se valla al diablo 👿
Mary Ney
Alejandra,lo que es sentirse protegida por hombre que ofrece estar hasta la muerte sin palabra
💀🅱️✝️🈂️...G
wooow 🥰🤗🥰👍
💀🅱️✝️🈂️...G
woooooow 🥰🥰
Maia
Quiero ver a Callahan en Acción 😈😌🔥🔥🔥
mariela
Está es la oportunidad de que Alejandra y Graham hablen sinceramente que es lo que está pasando el porque ella no acudió a la cita y que es lo que quiere su padre con ella y el porque quiere usarla como moneda de cambio aparte el tiene que decirle su verdadero nombre está muy interesante
mariela
Ese viejo Smith se está buscando lo que no se le perdió y Graham no va a permitir que se lleve a Alejandra y la llene de mentiras piadosas y quedar como una víctima.
Mary Ney
Que le explique todo lo del padre ella se case con él así el padre no podrá hacer nada
Nancy Parraga
Pobre Alejandra, espero que el le explique con paciencia y sin mentiras para que ella lo entienda .
los capítulos son muy cortos y solo uno por día 😭😭
Dairibeth Redondo
Que incertidumbre, ya quiero leer el próximo capítulo 😉
Maria Rosa Grisinco
Con esta ya van tres novelas, que me dejan en la mitad y ni siquiera dicen si va a continuar o no, que mal, y yo alabandolos porque todo lo que e leído me encantó, creo qué me tomaré vacaciones de ustedes.
💀🅱️✝️🈂️...G
maldito viejo HDP 🤬😡😡🤬 eres un infeliz desgraciado
💀🅱️✝️🈂️...G
mugre viejo quien sabe q tanto trama😡🤬
Mary Ney
Que padre tan malo más capítulos por favor
💀🅱️✝️🈂️...G
que pasará pobre Ale 🥺🥹
💀🅱️✝️🈂️...G
🥲🥲🥲🥲
💀🅱️✝️🈂️...G
🥰🥰🥰🤗👍
💀🅱️✝️🈂️...G
maldito viejo ambicioso 🤬😡🤬😡
💀🅱️✝️🈂️...G
🥺🥹🥹🥲😭😭 mugre viejo
Nancy Parraga
Maldito viejo HDP espero que el la saqué de esa situación igual ella se va a enojar por qué el viejo le llenará la cabeza de cucaracha
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