NovelToon NovelToon
Tutora De Un Rebelde

Tutora De Un Rebelde

Status: En proceso
Genre:Escuela / Romance / Comedia / Amor-odio / Diferencia de edad
Popularitas:1.3k
Nilai: 5
nombre de autor: HananFly

Quiero a mi novio, pero últimamente discutimos mucho y ya no sé que hacer. Ha metido a su ex novia a su casa pero él asegura que no pasa nada entre ellos. Mi sexto sentido me dice que algo va mal, aunque no tengo pruebas. Hace poco conocí a un niño y no paramos de tener infortunios. ¡Ahora soy su tutora! ¿Por qué no puedo sacarlo de mi mente?

NovelToon tiene autorización de HananFly para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

El Restaurante de sushi

No me lo podía creer, de tantas personas, él tenía que ser el hermano de Iván. La cara se me caía de la vergüenza luego del ridículo que hice aquella vez. Mi mente estaba en blanco, solo deseaba que la tierra me tragara. Me detuve a verlo por un instante. Su expresión reflejaba la misma serenidad de su hermano, pero algo en él me decía que estaba disgustado. ¿Le molestaba verme?

—Ah, ¿así que el favor era que Helen fuera su tutora?—preguntó Daniel para aliviar las tensiones del momento—Bueno bro, no te puedes quejar—Se acercó al chico para rodear su cuello con el brazo—muy pocos tienen el privilegio de recibir clases de semejante maestra. Aprovecha esta gran oportunidad.

—Hmm. Ya veremos.

¿Qué significaba eso? ¿Dudaba de mis habilidades para enseñar? ¿Me subestimaba? Era muy soberbio de su parte.

Lilly me observaba con diversión. Por mis expresiones, de seguro dedujo que él era el mismo Leo del que le hablé hace unos cuantos días.

—Uf, va a arder Troya...—murmuró

—Espero podamos llevarnos bien y lograr grandes avances durante el tiempo establecido—comenté como una forma de presentación entre nosotros. Sus labios formaron una sonrisa ladeada.

—Pero no comiences a llorar cuando te des cuenta de que no soy un tipo fácil. Porque no volveré a comprarte un dulce.

Hubo un silencio repentino. Todos se quedaron viendo las caras con confusión, excepto Lilly, por supuesto. Su revelación de lo que alguna vez ocurrió me obligó a desviar la mirada y a jugar con mi cabello, como solía hacerlo cuando estaba en una situación incómoda.

—JEJE. Que curiosito, ¿no? Tendré que prepararme, entonces, para el verdadero reto. Bien, yo me iré justo ahora. Fue un buen partido a pesar de la penosa derrota. Nos vemos mañana—balbuceé a toda velocidad.

—¿No vas a acompañarnos? Planeabamos invitarlas a comer y luego podíamos ir a mi casa a pasar el rato—me detuvo Daniel. Se movió hasta quedar a un lado mio y en voz baja me habló:

—Por favor, no te puedes ir, de lo contrario ella no vendrá—se estaba refiriendo a Llily. Sus ojos parecían los de un cachorro abandonado y eran acompañados con un puchero fingido.

Quería huir, a como diera lugar, pero no podía negarme, así que al final accedí. Todos nos encaminamos hasta un restaurante de sushi. Era la primera vez que comería tal especialidad culinaria. Tenía altas expectativas y a la vez una pizca de temor por el sabor que pudieran tener. Si me hubieran preguntado, habría elegido comer pizza o algo más "normal"

Tras una corta espera luego de que Iván ordenara lo que íbamos a comer, las bandejas llegaron.

Podía escuchar rugir las tripas de lo chicos. Él agotamiento físico les debió abrir el apetito.

Todos comenzaron a comer y fue allí cuando un nuevo inconveniente venía a torturarme: los malditos palillos. ¿Cómo los asiáticos podían comer con tales cosas? Intenté imitar lo que hacían los demás, pero cuando llegaba el momento de agarrar un roll, terminaba deslzándose a través de ellos y cayendo sobre la mesa, así fue por un par de veces. La pena me estaba carcomiendo.

Para mi mala suerte, Leo quedó sentado junto a mí y eso me ponía los nervios aun más de puntas. De pronto él dejó sus palillos sobre una de las bandejas y luego de tragar el bocado de roll que le quedaba, habló:

—Nunca has comido sushi, ¿verdad?—todos me observaron.

—¿Por qué no nos dijiste nada, Helenita?, pudimos haber ido a comer algo que si habías probado—intervino Iván.

—Todos parecían querer venir a este lugar y no quería arruinar sus planes. Además, no me importa probar algo nuevo.

Leo se desplazó hacia mí con naturalidad y mucha confianza. Luego tomó sus palillos.

—Te voy a explicar como se agarran. Vas a poner uno aquí y otro acá.

—¿Así?—pregunté tratando de repetir lo que él hacía. Él intentaba señalarme lo que estaba haciendo mal, pero no terminaba de entender, así que él tomó mis dedos y los puso en la posición correcta.

—Bien, ahora muévelos de esta manera e intenta tomar uno—Y así lo hice, una emoción me invadió, tal y como a una niña que ha aprendido a montar bicicleta.

—¡Lo agarré, lo agarré! ¿Estás viendo?

—Sí, ahora come. Solo no vayas a...morderlo—era demasiado tarde—el sushi se mete entero a la boca, o si no se desarma—explicó lo que ya sabía.

—¿Si, Leo? ¿Se mete entero?—dijo con doble sentido Milton, quien se nos había unido tras finalizar sus labores de capitán.

—Esa no me la sabía, bro. ¿Cómo que a la boca?—siguió el juego Daniel. Esos dos eran muy peligrosos cuando se unían.

—A ver, A ver. Haznos una demostración.

—Maricones—se quejó Leo antes de meterse un nuevo bocado.

—¡Uff! ¡Pero que grande abres la boca!—saltó Daniel

—¿En dónde aprendiste? Todavía eres menor de edad.

Y así estuvieron el resto del tiempo. Molestando a Leo por la mínima cosa que decía. Una vez que acabamos de comer, fuimos a la casa de Daniel, donde nos pusimos a hablar mientras él con el chico de lentes jugaban vediojuegos. En una oportunidad participé y me gané un "no esperaba que fueras tan buena" de su parte.

Lilly por otra parte, la estaba pasando un poco mal. Iván no paraba de hacerle halagos y de decirle cuanto le gustaba, pero ella, simplemente le rechazaba con su lengua afilada. La tarde finalmente acabó y cada quien tuvo que regresar a sus respectivas casas. Antes de despedirme, Iván me recordó que al día siguiente comenzarían las tutorías para Leo. Su semblante cambiaba cada vez que hablábamos de ello, pero desconocía la razón.

La pasé tan genial con mis amigos, que no me di cuenta de que Javier me había llamado y escrito un par de veces después de que le había avisado que saldría a comer y a matar el tiempo junto a ellos. Cuando llegué a casa, le devolví la llamada, pero la ignoró. A los pocos minutos él envió un mensaje largo y contundente:

"Espero la estés pasando bien con tus amigos. Son las ocho de la noche y aun no te has dignado a responder mis mensajes. Eso me da mucho qué pensar. Llamé a tu madre y me dijo que no estabas en casa aun. Si ya no quieres nada conmigo, sólo dímelo y ya. Pero no me tengas aquí como un idiota detrás de ti. Si los prefieres más a ellos que a mi, pues perfecto, quédate con ellos. Pero luego te arrepentirás cuando te des cuenta de que cometiste un error. Por fin comprendo que todo ese amor que me profesabas no era real. Así que lo mejor será dejarlo hasta aquí. Tu siempre preferiste pasar el rato con ellos que conmigo..."

Un suspiro pesado se escapó de mis labios instintivamente. No era la primera vez que decía tales cosas. Al principio me preocupaba, lloraba y rogara porque no me terminara, pero después entendí que era una manera de llamar la atención. Justo cuando iba a responder un, nuevo lote de mensajes llegó:

"¿Tú me quieres? ¿Quieres seguir conmigo? Te extraño, te necesito amor..."

Siempre era lo mismo. Aunque intentara mil veces explicarle que no los prefería a ellos, ni que tenía nada con ellos, ni que me gustaban; de la forma más pacífica posible, él simplemente quería creer lo que su mente retorcida le decía. Al final discutimos como muchas otras veces lo habíamos hecho. Sus celos sin sentido solo me distanciaban de él y me frustraban aun más. No habían razones para desconfiar de mi, yo era transparente y le contaba mi día a día con lujo de detalles. Pero cuando yo opinaba algo sobre él, como por ejemplo lo que ocurrió con su ex novia, él se transforma y alega de que la tóxica soy yo. He sugerido ir a terapia de pareja, pero él está plenamente convencido de que nosotros estamos bien.

1
Maria Elena Martinez Lazaro
yo también diría que eres una estúpida Pero que le vamos hacer a lo hecho pecho
Maria Elena Martinez Lazaro: jajajaja también yo le haría lo mismo
HananFly: Helen fuera mi amiga y la quemaba. Y si es necesario hasta le jalo el cabello para que le reaccione el cerebro. Jajajaja
total 2 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
Que tierno su primer beso
HananFly: Si 🥹. Espero que Helen se responsabilice por eso
total 1 replies
Maria Elena Martinez Lazaro
excelente
Andrea noemi Gamboa
o por Dios me encanta.
HananFly: Hola mi amor. Que bueno que así sea. Espera con ansias el próximo capítulo
total 1 replies
HananFly
Una Trama bastante interesante
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play