Cira, es la hija de la ex reina de los demonios de fuego y del rey de Belgeun, un reino de la comunidad mágica de Hurmaya. Su madre murió hace años y acaba de morir su padre. Su hermano mayor, ha sido coronado como rey y la ha condenado a vivir sin amor.
Dos hombres se han enamorado de ella, y harán hasta lo imposible para que pueda ser libre de amar.
¿Podrá Cira disfrutar de un amor verdadero con plena libertad?
HISTORIA PRECUELA DE LA COLECCIÓN HURMAYA (Cuarta historia corta)
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6. Miradas que enamoran
Las negociaciones entre ambos reinos se están llevando a cabo, los reyes miran con detenimiento a sus representantes, la princesa Cira por parte de Belgeun y Lord Sinloe por parte de Pallango. Ambos son personas inteligentes, y no ha sido fácil para el otro sacar alguna ventaja, lo que está frustrando a los monarcas, especialmente al hermano de Cira, quien detesta estar fuera de su reino y no mandar a su antojo.
Cira estaba paseando en el jardín del palacio, cuando desde el balcón la reina Viena la llamó, la princesa se acercó a ella, luego de los saludos protocolares, la reina la invitó a sentarse.
- "Quería agradecerle una vez más el maravilloso gesto que tuvo de traer a la señora Yu, en verdad se siente menos soledad en este lugar", dijo la reina con cierta melancolía.
Cira conocía perfectamente lo que era sentirse prisionera en un palacio, y saber que escaparse podría ser aún más peligroso que estar atrapada; especialmente para la reina Viena, escaparse de su esposo, sería castigado con la muerte.
- "Me alegra haberla ayudado, lamento no poder hacer nada más por usted", manifestó Cira con una ligera sonrisa.
- "Le diría que intentaría hablar con el rey, pero si soy sincera no sé cómo realmente llegar a él; me temo que no puedo agradecer su generosidad de esa manera", dijo la reina.
- "No se preocupe, entiendo perfectamente, él es un hombre con mayor experiencia, intentará que usted esté bajo su protección y cuidado, si tal vez intenta hablarle con un poco más de confianza. Mayormente, nuestra opinión no suele pesar en los hombres, pero creo que sentir que la está protegiendo puede ser un punto de partida", expresó Cira.
- "Jugar el papel de mujer indefensa no me resulta agradable, pero intenté tomarlo en un momento bastante incómodo para mí, lo que obtuve fue una mirada de desaprobación. Me temo que el esposo que me compró no está realmente interesado por mí, pretende que viva para él y que sea feliz con su sola felicidad, me quedó claro con lo de la señora Yu, pretendía que estuviera agradecida y que sintiera disfrute por algo que no puedo, me niego a hacerlo porque es la única libertad que tengo ahora y aunque muera en el proceso, le haré pagar el hecho que me adquiriera como si fuera un mueble más de su palacio. Con su permiso, Su Alteza", manifestó Viena, sin saber cómo se había atrevido a contarle algo como eso, prácticamente a una extraña.
La princesa vio marcharse a la joven reina, en el fondo agradecía que su hermano no buscara alguien con quien casarla, teme que el hombre con quien la comprometan pretenda también tenerla prisionera, quizás ahí si se vería obligada a usar todo su poder mágico.
- "Se supone que vienes a negociar, no a estar tomando el té con la reina", increpó el rey Huai a su hermana.
- "Parece que faltaste a tu clase de diplomacia, tal vez a ti te da lo mismo si ofenden a tu reina, pero otros, así sea por orgullo, podrían empezar una guerra por la suya", dijo Cira de manera serena, su hermano le iba a dar una bofetada, pero ella no bajó la mirada, tal vez era su prisionera, solo que también era una princesa y eso no se podía olvidar.
- "No juegues con tu suerte Cira, no eres más que la hija de una amante de mi padre, el concejo real no podría protegerte", manifestó Huai molesto.
- "Soy una princesa de sangre real, tengo la marca de la corona de Belgeun, y tengo poderes mágicos que sé usar muy bien. No se confunda, Su Majestad, seré una princesa cautiva hasta cuando quiera, no me obligue a querer irme", afirmó Cira mirando fijamente a su hermano.
- "Tal vez puedas irte, pero sin mi permiso o el del concejo real, haría de ti una princesa sin corona, y ningún hombre decente se podría casar contigo. Ambos sabemos muy bien las implicancias de tu partida. Consigue una buena negociación y obtendrás lo que me pediste", expresó Hui con soberbia.
El rey de Belgeun se alejó del lugar, Cira toma asiento, ella ni siquiera espera encontrar el amor, solo no se va del palacio porque siente que es más fácil de esa manera encontrar a su hermana; le guste o no, la marca real de Belgeun en su piel, le da la seguridad que por ahora se necesita.
Cira siempre parece mantener la calma, pero cuando nadie la ve, se vuelve vulnerable, se ha visto obligada a vivir ocultando su verdadero ser, como hace cinco años su cuerpo se cubrió de esa luz roja que parecía arrastrarla a su tierra, pero su madre le había advertido que un llamado así era peligroso, significaba ser convertida prisionera de los más degenerados seres que existían en el mundo, los llamados Senmorta, tuvo que cubrirse con todo el poder mágico de su lado Hurmayo para no ser arrastrada por ese maligno conjuro.
En ese momento, Sinloe le alcanzó un pañuelo, ella se sobresaltó, nunca se había mostrado vulnerable frente a nadie.
- "Sé lo que es no encajar en un lugar y aun así seguir como si no pasara nada. Sus puntos en la negociación son muy buenos, pero debo proteger a mi gente. Si hace los cambios necesarios, estoy dispuesto a ceder en los derechos de usos de tierra", manifestó Sinloe sin poder dejar de mirarla.
- "No debería escuchar las conversaciones de otros", dijo Cira.
- "No tengo la culpa de que su hermano hablara tan alto, creo que se olvidó que no estaba en su reino; me temo que nuestros gobernantes tienen mucho que aprender", manifestó Sinloe; era una afirmación que ella no podía negar
- "(Devolviendo el pañuelo) Gracias, tendré en cuenta sus comentarios, Lord Sinloe", dijo Cira.
- "Sé que preguntó por las flores nocturnas de encanto, me temo que nadie se la podrá traer, deberá escarbar con sus propias manos, solo viven al lado de quien extraen sus raíces", expresó Sinloe.
Era cierto que ella había preguntado por esas flores, nunca había podido obtenerlas, pensó que estando en Pallango, su lugar de origen las obtendría.
- "Me dijeron que no me podían llevar", expresó Cira.
- "Alguien que no tenga invitación de alguien de la familia real no podría cruzar esas tierras en la noche. Pero si usted no tiene miedo, podría llevarla a ese lugar", manifestó Sinloe.
- "¿Por qué tendría miedo?, ¿Tiene malas intenciones?", preguntó Cira.
- "Claro que no, le aseguro que soy un caballero. La esperaré en este lugar, después de la cena. Si se atreve la llevaré, traté de ir abrigada y lista para cabalgar, es una zona complicada", afirmó Lord Sinloe, con esa mirada transparente, pero profunda.
Cira por un momento se vuelve a perder en esa mirada, y se pregunta qué es lo que está provocando en ella, ese hombre parece sacarla de su clásica calma. A Sinloe le encanta que la princesa no sea tímida y fría como la habían descrito, casi podría jurar que es una mujer de armas tomar, algo que él aprecia profundamente.
Me gustaría saber el orden completo de.las sagas completas
Tambien si nos es mucha.molestia saber si abrá mas cap de la colección de hurmaya todos los reinos