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Guardian Deluxe

Guardian Deluxe

Status: En proceso
Genre:Romance / Aventura / Intrigante / Madre por contrato / Venganza de la protagonista / Supersistema
Popularitas:288
Nilai: 5
nombre de autor: John Ander Giraldo

En un mundo dominado por entidades poderosas, los humanos se han refugiado en colonias protegidas por los Guardianes Deluxe, seres dedicados a defender el imperio y luchar contra la vil tiranía. En una colonia particular, la princesa Meily busca expandir su reinado y mejorar sus tierras, luchando personalmente en el campo de batalla. Su ansiedad se disipa momentáneamente cuando un día encuentra a dos Guardianes Deluxe que cambiarán su vida para siempre.

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Contienda

Las habilidades de alma son capacidades excepcionales que surgen de la esencia misma de un individuo, reflejando tanto su fortaleza interior como sus características únicas. Estas habilidades no solo trascienden las limitaciones físicas y mentales, sino que también manifiestan el verdadero potencial del portador.

Tras lo sucedido, se finalizó la asamblea de los reyes. El tema principal era deshacerse de la capital del Fénix, pero tras la intervención de Aka y Markel, se decidió realizar una batalla entre Capitales al tercer día después de la asamblea. La asamblea que pierda deberá transferir un Guardián Deluxe a otra Capital.

—Aaah, ¿por qué acepté? Esto no va a salir bien —decía Meily ya en su capital del Fénix—. Chicos, miren, aprecio que quieran remediar el error, pero esto no es algo que pueda salir bien. Lucharán contra cuatro Guardianes Deluxe; lo único bueno es la prohibición de armas —mencionó Meily, preocupada, mientras no paraba de caminar en círculos.

—Deben entrenar mucho para eso. Tienen dos días. No podemos confiar en la suerte, y hasta ahora, siempre hemos tenido suerte. Esta vez deben demostrar de lo que son capaces —mencionó Yeico, dirigiéndose a Aka y Markel.

—Markel y yo tenemos buena sincronización peleando —dijo Aka.

—Sí, de hecho, podemos pulir estos dos días los combos que aún tenemos en proceso de perfeccionamiento —mencionó Markel.

—Es verdad, ahora que lo dices. Cuando los paladines los acorralaron, ustedes sincronizaron sus movimientos y lograron contraatacar de una manera impensable. ¿Cómo lo hicieron? —preguntó Meily, ya prestando atención a los chicos.

—Ese es el inconveniente. Nuestras reacciones son raras. Solo sé que cuando hago un salto, me agacho, esquivo o incluso ataco, sé que mi hermano estará ahí para hacer su jugada —mencionó Aka, intentando analizar la situación.

—Eso quiere decir que tienen una sincronización espontánea —mencionó Iris, quien apareció en el cuarto apoyándose sobre un bastón—. Si son capaces de dominar sus combos y trabajo en equipo, entonces solo con dos bastan para derrotar a un equipo entero —Iris tosió fuerte después de dar su deducción.

—Mamá, no te esfuerces mucho, por favor —dijo Meily mientras la sostenía—. Chicos, tienen que entrenar y dar lo mejor en estos dos días. Confío en que podrán dar lo mejor de ustedes.

—¡Sí, señora! —exclamaron los dos Guardianes Deluxe.

Pasaron los dos días rápidamente. Ambos guerreros habían entrenado tanto como pudieron. Los resultados de dicho entrenamiento se verán reflejados. Iris y Yeico les desearon buena suerte. Meily se había comunicado con el príncipe de la capital del Cuervo a través de un comunicador para que les dieran la ruta de viaje.

—Bien, es hora de irnos. Tardaremos un buen rato, pero bueno, andando, chicos —mencionó Meily mientras subía maletas al carruaje.

—¿Para qué son esas cajas? —preguntó Markel.

—Nos quedaremos al menos dos noches en la capital del Cuervo, así que gane o pierda, empaqué todo lo necesario aquí para los tres. No se preocupen, ahora andando.

Los tres fueron directos a la capital, con la mayor discreción posible para evitar interacciones con los Vorus rodantes. Aun así, no resultaron ser problema para Aka y Markel.

—Ok, chicos, ¿qué tanto han entrenado? —preguntó Meily.

—Bueno, creo que estamos igual que antes con los combos, pero hemos mejorado en fuerza y resistencia —mencionó Markel.

—Ok, chicos, de verdad confío en ustedes, ¿vale? No me vayan a decepcionar porque les juro que nunca se los perdonaré —dijo Meily de manera agresiva.

—Tranquila, estamos conscientes de ello —dijo Markel.

—Sí, lo siento. Es que esto me pone nerviosa. No pensaba que tuviera que sacrificar tanto para avanzar tan pronto. Esto aún es nuevo para mí. Yeico es quien me tranquiliza y me da ánimos. Él no está, y me toca a mí. Y si ustedes se van, yo... no sabría qué hacer —exclamó Meily preocupada—. Eh, chicos, ¿podríamos avanzar en silencio por el resto del camino, por favor?

El sonido de la caminata de los caballos y las ruedas en movimiento fue lo único que se escuchó en ese silencio por el resto del camino.

Tras unas horas, llegaron fuera de la frontera directo a la entrada oculta hacia la capital. Allí fueron recibidos por cuatro Guardianes Deluxe, quienes los escoltaron hacia el palacio.

—Bienvenida, princesa de la capital del Fénix. Es un placer recibirla en nuestro dominio. Mi padre se reunirá en el asiento real para observar el combate que se va a realizar —exclamó el príncipe llamado Carlos.

—Encantada, gracias. ¿Puedes guiarnos a mí y a mis Guardianes Deluxe hacia donde se encuentra la arena? —exclamó Meily.

—Claro, síganme —dijo Carlos.

Salieron del palacio y siguieron al joven príncipe, aún escoltados por cuatro Guardianes Deluxe, cosa que incomodaba a Aka y Markel, quienes pensaban que los demás eran máquinas al moverse rígidos y obedientes.

Entraron, pero antes de ingresar, Carlos señaló dónde tendrían que dirigirse Aka y Markel para entrar a la arena.

—Buena suerte, muchachos —les deseó Meily con una sonrisa mientras se dirigía a su lugar. Los muchachos le devolvieron la sonrisa asintiendo con la cabeza y se dirigieron a la arena.

Al ingresar, notaron que un puente conectaba la arena con ellos. La arena parecía ser un escenario redondo, pero sin paredes, con un abismo que los dejaba ofuscados ante tal escenario. Siguieron adelante. Al ingresar en la arena, observaron que la gradería estaba rodeada de personas, todas emocionadas esperando el combate. Estas personas eran distintas a las de la capital del Fénix; allí mantenían el miedo hasta el punto de evitar hacer ruido, pero los de la capital del Cuervo parecían no haber experimentado el temor.

—Entonces esto es lo que es no tener miedo, ¿eh? Se ve bonito —dijo Markel, analizando todo.

A lo lejos notaron cómo, en unos asientos llamativos, la princesa Meily y el príncipe Carlos se sentaban juntos. Ambos se levantaron, deslumbrando con su vestimenta elegante y real, emocionando a todos, pues no era común ver más de un príncipe en una misma capital. El príncipe tomó la iniciativa para dar inicio a la apertura.

—Gente de la capital del Cuervo, vamos a dar inicio a nuestro combate entre capitales. En esta ocasión, nos honra con su presencia la Princesa y sustituta Monarca de la capital del Fénix, Meily —en ese momento, el público comenzó a aplaudir.

—La princesa de la capital del León no pudo venir a honrarnos con su presencia, por lo que los dos Guardianes Deluxe seleccionados por ella únicamente nos acompañan hoy —el público aplaudió de igual manera.

—El combate será por eliminación directa. Eso significa que los que caigan al abismo y toquen el suelo serán transportados a la sala de espera, donde observarán lo que pase en la arena mientras descansan. Ganan los Guardianes Deluxe de la capital que queden aún en pie. Únicamente no se permite el uso de armas —mientras se explicaban las reglas, se mostraban los Guardianes Deluxe en posición lateral, viéndose fijamente. Los Guardianes Deluxe de la capital del Cuervo seleccionados fueron dos de asalto, dos hombres, Joan y Josh. Los de la capital del León fueron uno de asalto y otro de apoyo, un hombre y una mujer, Kevin y Bonnie. Una vez explicadas las reglas, los Guardianes Deluxe se preparaban para iniciar el combate.

—Buena suerte —se dirigió Aka hacia los demás. Los demás no le respondieron hasta que Josh tomó la iniciativa y preguntó:

—¿Ustedes realmente son salvajes? Yo los veo normales —mencionó con algo de incredulidad.

—No, realmente, solo no somos rígidos, ¿sí? —le respondió Aka.

—Está bien. Una vez terminemos con esto, vamos a educarlos como se debe. O no, la verdad me da igual —dijo Kevin, dándole poca importancia a todo esto.

—Si se rinden de inmediato, podemos apelar el castigo previo seleccionado para cuando los derrotemos —mencionó con timidez Bonnie.

—Esa prepotencia les va a salir cara. No nos subestimen solo por ser dos contra cuatro. Ninguno de nosotros sabe cuál va a ser el resultado final de este combate —les dijo Markel.

—Yo sí —dijo Josh, dirigiéndose hacia Markel—. Voy a destrozarte a ti con mis propias manos, extremidad por extremidad. Voy a partirte los huesos hasta que me implores que me detenga. Así terminará esto —con una mirada que reflejaba seriedad, Joan se dirigió hacia ambos chicos.

—Ay, tú, no les des pánico. Luego esto no será divertido —mencionó Kevin.

—Bien, esto será emocionante, ni se les ocurra contenerse — Aka se preparaba mientras les repondía con una sonrisa de emoción pegada a su rostro

—¡Inicien! —ordenó el árbitro, y el combate comenzó con una explosión de acción. Bonnie se alejó de inmediato, mientras que Josh, Joan y Kevin se lanzaron a toda velocidad contra Aka y Markel. Los primeros intercambios de golpes fueron intensos, levantando una nube de polvo que dificultaba la vista para los espectadores. La arena se convertía en un campo de batalla caótico, y el público estaba asombrado por la ferocidad de la lucha.

Aka salió disparado del humo, pero Kevin lo interceptó con un golpe contundente que lo arrojó de vuelta al suelo. Markel, mientras tanto, estaba en problemas, luchando por esquivar los ataques de Josh y Joan que lo mantenían contra las cuerdas. En un momento crítico, Markel usó la palma de su mano para desviar un ataque de Josh, desconcentrando a Joan, y aprovechó para conectar un rodillazo en la frente de Josh. Sin embargo, Joan respondió con una patada que tiró a Markel al suelo.

—Nada mal, así me gusta —dijo Josh, complacido con el desafío.

Markel se levantó, pero fue rápidamente inmovilizado por Joan, quien lo sujetó en una llave que le impedía moverse. Aka estaba lidiando con Kevin, quien lo atacaba con furia. Aprovechando una abertura, Aka intentó contraatacar, pero Kevin lo atrapó con una finta y lo arrojó fuera de la arena. Meily gritó de temor al pensar que Aka había sido eliminado, pero él logró sujetarse al borde de la arena antes de caer.

—Bueno, uno menos —comentó Kevin mientras se acercaba a Aka para empujarlo fuera, pero Aka sonrió y, con una fuerza sorprendente en la punta de los dedos, se impulsó por encima de Kevin, girando en el aire y dándole una patada que lo sacó de la arena. Los espectadores quedaron asombrados, y Meily, que sabía cuánto habían entrenado los chicos, se sorprendió aún más al ver su habilidad en acción. Los hermanos habían entrenado intensamente, mejorando sus debilidades físicas para enfrentar cualquier situación.

Un aura amarilla envolvió a Kevin, atrayéndolo de vuelta al centro de la arena y salvándolo de la eliminación.

—Estuvo cerca, gracias Bonnie —le agradeció Kevin a su compañera, que había usado su habilidad de alma para salvarlo.

—No te confíes. Aunque parezcan pocos, ellos dos solos fueron capaces de acabar con tres paladines. —dijo Bonnie, que se mantenía a distancia.

—Sí, tienes razón —respondió Kevin mientras se recomponía.

—¡Por poco no! —gritó Meily desesperada.

—Eso estuvo increíble —dijo el príncipe Carlos—. Pero aunque Bonnie no parezca estar haciendo nada, en realidad se ocupa de que nadie caiga. Veamos cuánto durarán.

Joan seguía sujetando a Markel, pero él logró liberarse con su agilidad y reunirse con Aka.

—Buena esa, pero como imaginé, será difícil... —le dijo Markel a Aka.

—Tengo una idea, Markel. Sígueme —dijo Aka.

Se dirigieron rápidamente hacia Kevin, quien esquivaba sus ataques con rapidez. Mientras Aka y Markel intentaban acercarse, Joan y Josh se aproximaban a toda prisa. Aka los estaba guiando hacia Bonnie, quien se asustó y trató de escapar. Markel cortó su camino de frente, pero Joan lo interceptó con una llave de manos, inmovilizándolo. Aka, al ver esto, lanzó un puño a Markel, cosa que el esquiva girando su cabeza a un lado para que el golpe lo reciba Joan de lleno. Joan, sorprendido por el golpe, soltó a Markel, quien lo aprovechó para lanzarlo contra Bonnie cayendo encima y derribandola en el acto.

Kevin y Josh se lanzaron directamente hacia Aka y Markel, quienes se miraron y asintieron. Ambos cambiaron de lugar en un movimiento en zigzag, confundiendo a sus oponentes. En el último momento, Markel saltó hacia Kevin, quien perdió de vista a Aka. Este le lanzó una patada a la cara, pero Josh lo bloqueó. Markel, aún en el aire, previó este movimiento y cayó sobre los hombros de Josh, apretando su cabeza con fuerza y girando como un trompo. Joan y Bonnie, recuperados, se dirigían hacia ellos, pero Josh fue lanzado al aire por el giro, y Aka saltó, ejecutando una chilena y pateándolo con todas sus fuerzas hacia Bonnie. Ella apenas pudo esquivarlo, y Josh cayó al suelo.

—¡Eso es! —Meily se levantó y gritó de alegría—. ¡Esos son mis chicos! ¡Vamos! Uy, lo siento, lo siento, no es propio de una princesa comportarse así. Perdón —se disculpó, pero Carlos le aseguró que no había problema, que estaban allí para disfrutar del espectáculo.

—Entiendo que tú eres quien más nervios debería tener porque puedes ganar algo o perderlo todo, pero también puedes disfrutarlo, princesa. Tus Guardianes Deluxe lo están haciendo muy bien —dijo el príncipe Carlos, fascinado con la destreza de los chicos—. Me pregunto qué harán ahora.

Kevin y Joan empezaron a lanzar golpes directos a Aka y Markel, quienes bloqueaban y esquivaban con habilidad. Markel logró conectar un cabezazo a Joan, pero este no parecía afectado por lo que redobló su intensidad. En un movimiento combinado, Aka relevó a Markel y conectó una patada en el abdomen de Joan, que aparentemente no recibió daño. En el cambio, Markel sujetó a Kevin y lo estrelló contra la arena, rompiéndole el brazo en el acto. Markel se disculpó, pero una luz amarilla iluminó el brazo de Josh, sanándolo casi al instante. Markel se dio cuenta de que Bonnie estaba usando su habilidad de alma para sanar a los Guardianes Deluxe casi instantáneamente.

—Debemos terminar esto rápido o perderemos —dijo Markel, pero Joan golpeó por el costado a Aka, alejándolo de los demás. Después de inmediato estrella su puño en la arena  provocando una grieta que se abría en fila. La grieta en la arena se dirigió hacia Markel, Kevin se levantó y sujetó fuertemente a Markel, causando que ambos cayeran fuera de la arena. Quedaron solo Aka, Joan y Bonnie.

—¡Markel! —gritó Meily, angustiada.

—Estoy impresionado, Meily. Tus Guardianes Deluxe han durado más de lo que esperaba —dijo Carlos, asombrado.

—Sí, ¿verdad? Quiero decir, sí, claro, esos son mis Guardianes Deluxe, por supuesto. Son muy fuertes y capaces de enfrentarse a cualquiera —dijo Meily, impactada por el combate.

—Sí, ese Markel me vendrá bien en la capital, cuando todo esto termine. Y para la capital de León, le dejaré a Aka —dijo el príncipe Carlos, dejando a Meily visiblemente molesta.

—¿Disculpa? ¿Por qué sacas esa conclusión? Es claro que ganarán mis chicos —dijo Meily, extrañada y molesta.

—Sí, el desempeño de tus Guardianes Deluxe es increíble, no lo negaré, pero solo te queda uno en la arena contra dos, y créeme, con Joan no hay forma de que salga ileso —dijo Carlos con una sonrisa burlona.

—Bajé la guardia, maldición... Markel —decía Aka mientras recuperaba la compostura.

—Oye tú, ¿eres un apoyo, no? En ese caso, dame todo tu poder ahora —le dijo Joan a Bonnie, quien obedeció e impregnó a Joan con su aura amarilla.

—Solo me queda para brindarte 7 minutos. No lo desperdicies, por favor —le dijo Bonnie.

Joan se plantó frente a Aka y pisó con fuerza su pie derecho, rompiendo la pierna de Aka y dejándolo atrapado. Aka gritó de dolor, pero al observar que Joan se preparaba para atacarlo sin parar, se cubrió con los brazos, esperando que los impactos no fueran tan brutales. Sin embargo, el dolor se intensificó con cada golpe, y Aka entendió que estaba sufriendo mucho más de lo que había anticipado. Bonnie usaba su habilidad de alma para mantener a Joan sin que se agotara durante 6:40 minutos, el público gritaba de emoción, apoyando a Joan.

—¡Aka, no! —decía Meily, angustiada.

—Esto es demasiado —mencionó el príncipe Carlos—. Cuando termine esto, citaremos sus heridas, no te preocupes —dijo Carlos, con una mezcla de fascinación y desaprobación.

—Está sufriendo, esto no está bien —dijo Meily, con tristeza por el sufrimiento de Aka.

—Es un Guardián Deluxe. Debe soportar y entender cuál es su lugar en la escala de poder —dijo Carlos sin retractarse.

El público estaba frenético, no podían creer cuánto estaba aguantando Aka. Algunos espectadores se asombraban de su resistencia.

—Ese Guardián Deluxe es sorprendente. Está aguantando como un roble —dijo uno del público.

—Mamá, ¿ese chico va a estar bien? —preguntó una niña.

—Claro que sí, hija. Ellos no sienten dolor —respondió una madre, tratando de tranquilizar a su hija, aunque no estaba segura.

Pasaron cinco minutos y Aka apenas podía mantenerse en pie.

—¡¡¡AKA, NO TE DES POR VENCIDO, TÚ PUEDES!!! —gritó Meily con todas sus fuerzas. En ese momento, Aka la escuchó, abrió los ojos, pero eran diferentes. El color de sus avellanas claras había cambiado a un azul claro con un tono plateado que rodeaba sus pupilas. El azul brillante también se reflejaba en la cicatriz profunda que tenía en el antebrazo.

Un destello azul emergió del brazo de Aka, provocando una explosión de energía que cegó momentáneamente a todos los presentes. La explosión impactó en la cara de Joan, lanzándolo fuera de la arena.

—¿Qué fue eso? ¿Qué hizo? —preguntó el príncipe Carlos, asombrado.

—Yo... no sé, no sabía que podía hacer eso. Debió ser su habilidad de alma —respondió Meily, con una expresión de sorpresa.

—Pero esa habilidad de alma nunca la había visto antes. Tiene una extraña marca en el brazo. Ese Guardián Deluxe no es común —explicó el príncipe Carlos.

—¿A qué te refieres? —preguntó Meily, incrédula.

—Digo que el Guardián Deluxe es distinto al resto y esa marca es extraordinaria —añadió el príncipe Carlos.

Aka, con mucho dolor, logró sacar su pie enterrado en la arena. Aunque estaba consciente, tenía ambos brazos y el pie izquierdo totalmente rotos. No podía tocarlos debido al dolor extremo; era un milagro que aún estuviera consciente. También estaba agotado, con la piel roja y llena de moretones por todos los golpes y un cansancio enorme. En ese momento, uno de los espectadores se levantó y comenzó a aplaudir a Aka. Pronto, varios otros imitaron la acción y comenzaron a animarlo. Aka estaba conmocionado al ver cómo el público, que no conocía, lo ovacionaba y le daba ánimos para que siguiera, no solo Meily esta vez. Esto le dio la fuerza para mantenerse en pie.

—¡Hermano, tú puedes! —murmuraba Markel en la sala de espera mientras veía a su hermano desde una pantalla que transmitía lo ocurrido en la arena de combate.

—Esto es absurdo. ¿Cómo perdí contra estos dos novatos? —dijo Kevin, resentido, desde una esquina.

—Esa marca en su brazo... —murmuró Joan—. Esa maldita marca, estoy seguro de haberla visto en alguna parte. Más allá de la derrota, Joan parecía notar algo en esa explosión que lo había sacado de la arena.

Bonnie, nerviosa, quedó sola en un uno contra uno. Su oponente estaba en condiciones pésimas, pero ella no sabía pelear cuerpo a cuerpo; siempre se había mantenido a distancia. Ahora, ella sola tenía que sacar a Aka fuera de la arena.

—¡Oye, Bonnie, sácalo fuera, está acabado, no puede moverse, hazlo! —le gritó el príncipe Carlos.

Bonnie, al escuchar la orden, reaccionó nerviosa.

—¡S-sí, señor! —respondió temerosa.

—¡Ay, no! ¿Por qué yo? Estoy sola, ¿qué hago, qué puedo hacer? Ah, no, espera, él está muy herido, tiene tres extremidades rotas y apenas puede estar de pie. No puede defenderse ni atacar. Puedo empujarlo, eso es —pensó Bonnie mientras se acercaba a paso lento. Aka la miraba fijamente y serio. De repente, él levantó su brazo y lo movió de arriba abajo, un gesto que la disgustó. La estaba retando a que fuera hacia él y le diera su mejor golpe. Esto hizo que la sangre de Bonnie hirviera de furia y, enojada, corrió hacia Aka para empujarlo. Sin embargo, antes de que llegara, Aka se agachó, apoyándose en su pierna buena y usándola de resorte para impulsarse con fuerza y darle un cabezazo en toda la cara. Esto hizo que Bonnie se alejara, pero se puso firme y, con la nariz sangrando, se abalanzó contra él.

Aka intentó moverse, pero Bonnie lo interceptó, empujándolo y tratando de sacarlo fuera. Sin embargo, Aka, aún en las últimas, introdujo su pierna buena en el agujero donde estaba enterrada su otra pierna. Mordiendo la camisa cerca del cuello de Bonnie y usando la fuerza de su mandíbula, giró para jalarla y lanzarla fuera de la arena. En el último momento, Bonnie utilizó su habilidad de alma para atrapar a Aka y aferrarse, pero falló y provocó que cayera ella sola al vacío, dejando a Aka como el último en pie.

—¡¡¡ESO EEEEEEES!!! —Meily saltó y gritó de felicidad. Todo el público la siguió y gritó de emoción por la enorme destreza de Aka, quien cayó por el cansancio. Los médicos se apresuraron a la sala de espectadores de los Guardianes Deluxe para atender a los guerreros y curar sus heridas.

—No puede ser... La Capital de Fénix ganó... —dijo Carlos, con la boca abierta. Este resultado no se lo esperaba en absoluto. Incluso con la ayuda de otra capital, no lograron ganar.

—Ejem, ejem —Meily mostró una sonrisa triunfadora mientras observaba a Carlos con una mezcla de satisfacción y orgullo.

—¿Eh? ¿Estoy curado? ¿Cómo es posible? —preguntó Aka, estupefacto, mientras yacía en el suelo.

—Quédate quieto, aún falta un poco. Considera esto mi forma de agradecerte por motivarme a pelear. No tenía idea de que podía ser así. Quiero mejorar, y me has demostrado que puedo atreverme a más. Gracias —le dijo Bonnie mientras terminaba de curarlo—. Felicidades, han ganado.

—¡Hermano! —exclamó Markel al llegar a donde se encontraba Aka—. ¡Lo lograste!

—No, lo hemos logrado, hermano —Aka miró a Markel con una sonrisa que reflejaba la satisfacción de haber conseguido una victoria contra todo pronóstico.

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Foquita Retrasada
¡Tu personaje principal es tan inspirador! Definitivamente recomendaré esta novela a mis amigos.
Shong: Te lo agradezco mucho 😊
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Erika Solis
Tu capacidad de crear un mundo tan fascinante y detallado es impresionante, ¡realmente tienes talento!
Shong: Muchas gracias 😊
total 1 replies
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