En un futuro distopico, la humanidad vive bajo el yugo de un gobierno totalitario que controla cada aspecto de la vida. La protagonista, Elena, es una joven habil en el combate y la tecnología. Tras la captura de su hermano menor por las fuerzas del régimen, decide unirse a un grupo de rebeldes conocido como "los sombra"
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La Batalla Final
La tensión en el aire era palpable mientras Elena y su equipo se preparaban para la última fase de su misión. Habían logrado infiltrarse en el centro de datos del régimen y obtenido información crucial sobre su plan de ataque. Sabían que el tiempo se agotaba y que debían actuar rápidamente para evitar que los líderes de la resistencia fueran eliminados.
“Tenemos que salir de aquí antes de que refuercen la seguridad,” dijo Elena, revisando el dispositivo que contenía la información robada. “Si lo que escuchamos es cierto, el ataque comenzará en cuanto caiga la noche.”
Con determinación, comenzaron a moverse hacia la salida. Sin embargo, al llegar a la puerta principal, se encontraron con una barricada de soldados del régimen. “¡No podemos salir por aquí!” gritó uno de los miembros del equipo, su voz llena de pánico.
“¡Por la ventana! ¡Rápido!” exclamó Elena, señalando un cristal roto en la pared. No había tiempo que perder. Con un impulso, todos se lanzaron hacia la ventana y saltaron al exterior, aterrizando en un callejón oscuro.
El aire frío de la noche los envolvió, y la adrenalina corría por sus venas. “Tenemos que llegar a la base y alertar a los demás,” dijo Maya, mientras todos comenzaban a correr. El sonido de pasos resonaba detrás de ellos, y Elena sintió que los soldados del régimen los estaban siguiendo.
Mientras corrían, la oscuridad de la noche se iluminó con las luces de patrullas que buscaban a los intrusos. “¡Separémonos! ¡Nos encontrarán si vamos todos juntos!” gritó Elena, y el grupo comenzó a dispersarse en diferentes direcciones.
Elena y Maya se adentraron en un laberinto de calles, tratando de evitar ser vistas. Cada sombra parecía moverse, cada sonido era un recordatorio del peligro que acechaba. Finalmente, lograron encontrar un refugio temporal en un viejo edificio en ruinas.
“¿Qué hacemos ahora?” preguntó Maya, su respiración agitada. “No podemos quedarnos aquí, pero tampoco podemos correr sin un plan.”
Elena miró el dispositivo que había robado. “Tenemos que comunicar lo que hemos encontrado. Necesitamos que los líderes de la resistencia se preparen para el ataque. Si no hacemos esto, podría ser el final.”
“De acuerdo. Vamos a la base,” respondió Maya, y ambas se prepararon para salir nuevamente.
Con mucho cuidado, se deslizaron por las calles, utilizando la oscuridad como aliada. Sin embargo, mientras avanzaban, el sonido de disparos resonó en la distancia. “¡No! No puede estar pasando esto,” murmuró Elena, sintiendo que el miedo comenzaba a apoderarse de ella.
Al llegar a la base de “Los Sombra”, encontraron la puerta principal abierta, y el caos reinaba en el interior. Los miembros de la resistencia luchaban contra las fuerzas del régimen, y el sonido de disparos y gritos llenaba el aire.
“¡Elena! ¡Maya! ¡Rápido!” gritó Axel, quien estaba dirigiendo a los defensores. “Necesitamos que nos ayuden a contenerlos. ¡El ataque ha comenzado!”
Sin dudarlo, ambas se unieron a la lucha. Elena sintió que la adrenalina la impulsaba mientras se movía entre los miembros de la resistencia, utilizando todo lo que había aprendido en su entrenamiento. Disparó su arma con precisión, ayudando a proteger a sus compañeros.
“¡Elena, la sala de operaciones!” gritó Maya, señalando hacia un grupo de soldados que intentaban irrumpir. “Debemos asegurarnos de que la información no caiga en sus manos.”
Con determinación, corrieron hacia la sala de operaciones, donde se encontraba el dispositivo con la información vital. Al llegar, encontraron a un grupo de soldados del régimen intentando desactivar el sistema.
“¡No lo permitiré!” exclamó Elena, y se lanzó al ataque. Con movimientos rápidos y precisos, logró derribar a uno de los soldados, mientras Maya cubría su espalda.
La sala se llenó de humo y caos, pero Elena no se detuvo. “¡Debemos proteger la información!” gritó, mientras se acercaba al dispositivo.
Finalmente, lograron despejar la sala, pero no sin sufrir pérdidas. Algunos de sus compañeros habían caído durante la lucha. La realidad de la guerra se hizo evidente, y el dolor comenzaba a asentarse en sus corazones.
Con el dispositivo asegurado, Elena y Maya se unieron a Axel y el resto de los líderes de la resistencia. “¿Qué hacemos ahora?” preguntó Elena, sintiendo la urgencia en el aire.
“Debemos contraatacar. Si logramos organizar una defensa, podemos repeler a los soldados del régimen,” respondió Axel, su mirada llena de determinación. “Pero necesitamos a todos. No podemos permitir que se apoderen de nuestra base.”
La batalla continuó, y Elena sintió que cada disparo resonaba en su corazón. Sabía que estaban luchando no solo por su propia libertad, sino por la de todos los que había perdido. La lucha se intensificó, y cada miembro de “Los Sombra” dio lo mejor de sí.
Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el régimen comenzó a retroceder. Los soldados, desbordados por la resistencia feroz de “Los Sombra”, se retiraron, dejando atrás el caos y la destrucción.
Con el silencio que siguió a la batalla, Elena se dio cuenta de que habían ganado una pequeña victoria, pero a un alto costo. Se miró alrededor, viendo a sus compañeros heridos y caídos. La lucha no había terminado, y sabía que el camino hacia la libertad sería largo y doloroso.
“Debemos honrar a los que hemos perdido y seguir luchando,” dijo Axel, mirando a su alrededor. “La resistencia no se detiene aquí. Juntos, podemos enfrentar cualquier desafío que se nos presente.”
Elena sintió el fuego de la determinación renacer en su interior. “No nos detendremos. Lucharemos hasta el final,” afirmó, sintiendo que su propósito se había solidificado.
La batalla final había comenzado, y estaban listos para enfrentarse a lo que viniera.