UN ENCUENTRO INESPERADO

Valeria se presentó en el hospital donde Sofía trabajaba como enfermera, con una sonrisa condescendiente. "Sofía, necesito hablar contigo", dijo, mirando a su alrededor con desdén.

Sofía se sintió incómoda, pero accedió. Valeria la llevó a una sala vacía y la acusó de ser una "chica de clase media" que solo quería escalar socialmente con Alejandro.

"¿Crees que puedes ser feliz con él?", se burló Valeria. "Eres tan diferente, Sofía. No encajas en su mundo".

Sofía se defendió, explicando que su relación con Alejandro era genuina, pero Valeria no escuchaba. Empezó a hacer comentarios hirientes sobre la ropa y el aspecto de Sofía, insinuando que no era lo suficientemente sofisticada para estar con Alejandro.

Sofía se sintió herida y frustrada. No podía creer que Valeria la estuviera atacando de esa manera en su lugar de trabajo. Intentó mantener la calma, pero Valeria no cesaba.

Justo entonces, una paciente necesitaba atención urgente. Sofía se disculpó y se fue a atenderla, dejando a Valeria sola en la sala. Pero Valeria no se rindió. Empezó a hablar con los colegas de Sofía, difundiendo rumores y sembrando dudas sobre su competencia como enfermera.

Sofía se sintió atrapada. No sabía cómo detener a Valeria, que parecía empeñada en destruir su reputación y su relación con Alejandro.

Mientras tanto, Alejandro estaba confundido. Valeria le había dicho que Sofía no era la adecuada para él, que no encajaba en su mundo de clase alta. Empezó a dudar de su relación con Sofía, preguntándose si realmente eran compatibles.

Sofía, por su parte, estaba sufriendo en silencio. Valeria la había atacado en su trabajo, y ahora temía perder su reputación y su relación con Alejandro. Intentó hablar con él, pero Alejandro parecía distante, como si estuviera escuchando a Valeria en lugar de a ella.

Un día, Valeria se presentó en la mansión de Alejandro, con una sonrisa triunfal. "Alejandro, necesitamos hablar", dijo.

Alejandro la recibió, y Valeria le dijo que había visto a Sofía con otro hombre en el hospital. Alejandro se sintió golpeado, y Valeria aprovechó para convencerlo de que Sofía no era fiel.

Pero lo que Valeria no sabía era que el hombre en cuestión era el hermano de Sofía, que había ido al hospital a visitarla. Sofía estaba inocente, pero Valeria había sembrado la duda en la mente de Alejandro.

Valeria sonreía con satisfacción mientras veía la duda en los ojos de Alejandro. "Sofía no es la mujer adecuada para ti, Alejandro", dijo. "Ella no puede ofrecerte lo que tú necesitas".

Alejandro se sintió confundido. Parte de él quería creer en Sofía, pero otra parte de él estaba empezando a dudar. "¿Qué sabes tú de Sofía?", preguntó a Valeria.

"Lo suficiente como para saber que no es la adecuada para ti", respondió Valeria. "Ella es una enfermera de clase media, Alejandro. No encaja en tu mundo".

Alejandro se sintió incómodo con las palabras de Valeria, pero no podía negar que había empezado a sentir algunas dudas sobre su relación con Sofía. "Necesito tiempo para pensar", dijo finalmente.

Valeria sonrió, sabiendo que había sembrado la duda en la mente de Alejandro. "Tómate todo el tiempo que necesites, Alejandro", dijo. "Pero recuerda, Sofía no es la mujer adecuada para ti".

Mientras tanto, Sofía estaba sufriendo en silencio. No sabía qué estaba pasando con Alejandro, pero podía sentir que algo estaba mal. Intentó hablar con él, pero Alejandro la evitaba.

Sofía decidió ir a la mansión de Alejandro para hablar con él en persona. Cuando llegó, Valeria la recibió con una sonrisa condescendiente.

"Sofía, qué sorpresa", dijo Valeria. "No sabía que te permitieran entrar aquí".

Sofía ignoró a Valeria y pidió ver a Alejandro. Valeria se encogió de hombros y la llevó a la biblioteca, donde Alejandro estaba sentado en un sillón, mirando un libro.

"Alejandro, necesitamos hablar", dijo Sofía, cerrando la puerta detrás de ella.

Alejandro la miró, pero no sonrió. "¿Qué pasa, Sofía?", preguntó.

Sofía se sintió incómoda con la frialdad de Alejandro. "¿Qué está pasando entre nosotros?", preguntó. "¿Por qué has estado evitándome?"

Alejandro suspiró. "Valeria me ha dicho algunas cosas sobre ti", dijo. "Cosas que me han hecho dudar de nuestra relación".

Sofía se sintió herida. "¿Qué cosas?", preguntó.

Alejandro vaciló antes de responder. "Me dijo que no eres la adecuada para mí", dijo. "Que no encajas en mi mundo".

Sofía se sintió devastada. No podía creer que Alejandro estuviera escuchando a Valeria en lugar de a ella. "Eso no es cierto", dijo. "Valeria solo quiere separarnos".

Pero Alejandro parecía indeciso. "No sé qué creer", dijo.

Jorge, el hermano de Alejandro, entra en la habitación y se sorprende al ver a Sofía y Alejandro discutiendo.

"¿Qué pasa aquí?", pregunta Jorge.

"Valeria ha estado diciendo mentiras sobre mí", explica Sofía.

Jorge se enfada. "Esa mujer es una víbora", dice. "No deberías creerle, Alejandro".

Pero Alejandro sigue dudando. "No sé qué creer", repite.

De repente, suena el teléfono. Alejandro lo contesta y se sorprende al escuchar la voz al otro lado.

"¿Quién es?", pregunta Sofía.

Alejandro se pone pálido. "Es mi padre", dice. "Y quiere hablar conmigo sobre ti".

Sofía se siente inquieta. ¿Qué puede querer el padre de Alejandro?

"¿Qué pasa?", pregunta Jorge.

Alejandro cuelga el teléfono. "Mi padre quiere que termine mi relación contigo", dice. "Dice que no eres adecuada para mí".

Sofía se siente devastada. ¿Por qué el padre de Alejandro no la acepta?

"No puedo creerlo", dice Jorge. "Mi padre siempre ha sido un snob".

De repente, se abre la puerta y entra el padre de Alejandro, don Ricardo.

"Ah, Sofía", dice don Ricardo. "Te he estado buscando".

Sofía se siente incómoda. ¿Qué quiere don Ricardo de ella?

"¿Qué pasa, padre?", pregunta Alejandro.

Don Ricardo se enfada. "Esta mujer no es adecuada para ti, Alejandro", dice. "No tiene la clase ni el estatus que nuestra familia requiere".

Sofía se siente herida. ¿Por qué don Ricardo la juzga así?

"Yo no necesito tu aprobación para estar con Sofía", dice Alejandro.

Pero don Ricardo no se rinde. "Si no terminas con ella, te cortaré la herencia", dice.

Alejandro se siente atrapado. ¿Qué debe hacer?

Alejandro se sintió presionado por su padre. No quería perder su herencia, pero tampoco quería dejar a Sofía.

"Sofía, lo siento", dijo Alejandro. "Mi padre no te acepta".

Sofía se sintió triste, pero intentó ser fuerte. "No te preocupes, Alejandro", dijo. "No necesito tu herencia para ser feliz".

Pero Alejandro sabía que su padre no se rendiría fácilmente. Decidió tomar una decisión drástica.

"Voy a hablar con mi padre", dijo Alejandro. "Voy a hacerle entender que te amo y que no me importa su dinero".

Sofía se sintió orgullosa de Alejandro. "Estoy contigo, Alejandro", dijo.

Alejandro se fue a hablar con su padre, dejando a Sofía sola en la habitación. Jorge se acercó a ella.

"No te preocupes, Sofía", dijo Jorge. "Mi hermano te ama de verdad".

Sofía sonrió. "Gracias, Jorge", dijo.

Pero justo entonces, Valeria entró en la habitación.

"¿Qué pasa aquí?", preguntó Valeria.

Sofía se sintió incómoda. "Nada, Valeria", dijo.

Pero Valeria sonrió con malicia. "Sé lo que pasa", dijo. "Alejandro va a dejarla por ti, ¿verdad?"

Sofía se sintió sorprendida. ¿Cómo lo sabía Valeria?

"No es cierto", dijo Sofía.

Pero Valeria solo se rió. "Ya verás", dijo. "Alejandro no te ama de verdad".