The Dark Sky: El Trono De Oro

Emily se levantó lentamente del lugar donde estaba acostada y al mirar a quien la había salvado sus ojos brillaron por primera vez después de tanto tiempo.

— Ro-Rommel — Balbuceó.

— Hola Emily ¿Por fin despertaste? — Respondió él.

— ¿Dónde estamos? — Preguntó mientras veía el lugar.

— Bueno, te encontré y al ver este lugar vacío opte por traerte aquí para refugiarnos — Respondió mientras preparaba algo de comer.

— ¿Me encontraste? ¿Cómo? — Cuestionó confusa.

— Después de que te marchaste te seguí y encontré esa cueva que me trajo a este lugar, aunque fue difícil encontrarte — Dijo.

— No estoy entendiendo Rommel — Respondió ella.

— Te tuve buscando por un año en todo este lugar hasta que por fin te encontré en un lugar apartado de esta ciudad cubierta de sangre e inconciente — Decía mientras servía la comida.

Emily quedó en silencio por unos minutos, pensando en lo que Rommel le decía ya que su memoria no le daba más recuerdos.

— ¿Sabes qué fue lo que pasó? — Preguntó con una voz baja.

— Hubo un ataque a este pueblo — Respondió mientras comía.

— ¿Un ataque? ¿Quién lo organizo? — Dijo ella intrigada.

— Fue mi... fue mi padre — Respondió en voz baja en un tono lleno de vergüenza.

— Entonces él ¿Quiso la ciudad? —

— Mira... te contaré una pequeña leyenda — Respondió él.

Rommel dejo su plato en la pequeña mesa improvisada frente a ellos y tomando un poco de polvo del suelo los lanzó al aire y empezó el relato.

*Narra Rommel*

Hace mucho tiempo en un hermoso reino vivía una gran familia: el rey amado por todos gracias a su bondad y generosidad, la reina quien veía por los justos y nobles, y dos hermosos hijos, príncipes y próximos herederos al trono.

Los niños crecieron llenos de amor y con valores más allá de los mortales. El respeto y amor a todo ser viviente era lo que mantenían en alto la frente de aquella familia.

Un día la reina enfermó y falleció dejando al rey solo al cuidado de sus dos hijos. El rey como pudo saco adelante a su reino e hijos, pero conforme crecían los pequeños las enseñanzas se olvidaban y un nuevo sentimiento se apoderaba de uno de ellos.

El hijo menor seguía llevando acabo las enseñas aprendidas de sus padres, pero el hijo mayor cada vez se llenaba de maldad y perversión y esto lo notó el rey. Pero el día que todo detonó fue cuando la desición se tomó.

El rey tenía que elegir a su sucesor y el hijo mayor pensaba que por derecho le tocaría ser el nuevo rey, pero el padre eligió al hijo menor ya que este tenía la madurez y los valores aprendidos para mantener el reino en paz.

Al hijo mayor esto no lo tomó a bien y una noche intento quitar del camino a su hermano; trató de matarlo, pero fue descubierto por uno de los soldados que daba un rondín por el castillo. El padre al saber esto con todo el dolor en su corazón desterró a su hijo.

El hijo mayor se ocultó en el gran bosque, pero llegó a una zona no explorada, al menos no por él. El lugar estaba desolado, destruido, descuidado, en donde la vida no crecía y la luz no llegaba. El hijo mayor vio esto como su oportunidad para crear su propio reino, así que en secreto él se convirtió en rey de su propia ciudad, pero quería más y juro regresar para reclamar su lugar en el trono.

*Deja de narrar Rommel*

— Esa persona es... — Murmuró ella.

— Sí, es mi padre — Respondió Rommel.

— Pero ¿Por qué atacar a personas inocentes? — Preguntó ella aún más intrigada.

— Porque él quiere más que ese reino — Respondió.

— Pero... ¿Por qué el no vino a la batalla? —

— Porque él no puede salir del reino, al menos que...

— ¿Al menos qué? —

— Llegué a ese trono — Necesitamos llegar antes que él — Agregó.

Emily y Rommel se miraron fijamente por unos momentos.

— ¿Cómo llegaremos a ese lugar? — Preguntó la chica.

— Tendremos que regresar al reino de Sogno — Respondió él.

Después del desayuno Rommel junto a Emily levantaron las cosas y limpiaron la casa para después abandonarla. Rommel miro al horizonte y le extendió la mano a Emily quien la tomó sin dudar, ahora estaban juntos en esto.