DE LA POBREZA AL ÉXITO

Al primer edificio llegó una señora de 40 años junto a su madre de 70 años, la mujer la llevó a pasarse una temporada con ella, pero sabía que no podía pasar todo el tiempo con ella porque tenía que trabajar algunas veces en la empresa y otros días desde casa, no la quería dejar sola, más porque la madre necesitaba ayuda para caminar, la mujer saludo al portero, cuando dio tres pasos pensó en una solución y girandose dijo.

— ¿Usted no conoce o tiene algún familiar que me pueda ayudar cuidando de mi madre?

PORTERO: Casualmente, aquí tengo el número de una jovencita que está buscando, mire.

— Um.... bueno, no pierdo nada con entrevistarla, gracias apenas suba la llamó, ah.... O mejor llame usted y me avisa.

PORTERO: Si señora, como guste.

El portero emocionado porque iba a ayudar a la chica con el trabajo le marcó Ivis contestó al segundo timbre dijo.

IVIS:📱 Aló, buenos días.

PORTERO:📱Buenos días, ¡niña! soy el portero del edificio, me dejaste tu número por si me enteraba de algun trabajo.

IVIS:📱Si... ¿supo algo?

PORTERO:📱 ¿Puedes venir ahora mismo para que hables con la señora? ella es muy amable, tu ven a ver si te interesa.

IVIS:📱 Si...claro que me interesa, lo qye quiero es trabajar.

PORTERO:📱Bueno, acá te espero Date prisa.

Ella está a tres cuadra, pero eran tres inmensas cuadras, tenía que caminar bastante para llegar, pero caminaba emocionada a pasos gigantes porque iba dispuesta a conseguir ese trabajo, pero con cada paso que daba, sentía su corazón más alegre, y ansiedad por llegar, pero también sentía que por mucho que diera pasos gigantes no avanzaba, las cuadras parecían duplicarse por cada paso gigante que daba, ella caminaba con pasos rápidos y decididos, sentía que su gran oportunidad estaba cerca, estaba por cumplir el objetivo que quería al salir de su casa.

Después de tanto caminar desesperadamente, vio al portero, y el emocionado la vio a la distancia y con la mano le hacia señas para que se apresurara, ese gesto la ánimo a seguir adelante sin sentir cansancio, no podía dejar pasar la primera oportunidad de trabajo que le había conseguido un hombre desconocido, pero de buen corazón; ella estaba dispuesta a darlo todo para conseguir ese trabajo.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, llegó hasta donde estaba el portero, allí se permitió dejar sentir su cansancio, el portero emocionado dijo.

PORTERO: Descansa un poco, sécate el sudor, vas a ir con seguridad por ese empleo, la señora es muy querida, siempre y cuando las cosas se hagan correctamente.

Ivis respiró profundamente sintiendo como su corazón se calmaba, se acomodó un poco su cabello, el portero la miró sonriente y le dijo.

PORTERO: Voy a llamar para avisar que ya estás aquí.

IVIS: Si, ya estoy lista.

El hombre llamó para avisar que ya estaba la joven esperando en portería, la mujer le autorizó la entrada y el portero la hizo pasar indicándole el número de piso y apartamento.

Ella llegó y tocó el timbre, la mujer le abrió y muy amablemente le dio autorización para entrar, Ivis se sorprendió al ver el apartamento, era un Penthouse, nunca se había imaginado estar en uno, miró a la señora y ella le dijo.

— Hola, soy Mariam y ella es mi madre Maya.

IVIS: Yo soy Ivis, mucho gusto.

MARIAM: Bueno Ivis, ¿tienes cuantos años? Te ves muy joven.

IVIS: Tengo 18 años.

MARIAM: Eres muy joven, cuéntame de ti, a que te dedicas y porque quieres el trabajo.

IVIS: Bueno, yo vivo con mi madre, ella vende fritos y yo siempre le he ayudado, pero busco trabajo para así poder ayudarla y tener una oportunidad para estudiar.

Ella habló segura de sí misma, sin mostrar ansiedad por conseguir el empleo, y tampoco causar lástima, Mariam le sonrió y dijo.

MARIAM: Ivis, el trabajo es para acompañar a mi madre, hay días que voy a estar aquí todo el día, pero igual necesito a alguien con mi madre, porque puede que este aquí, pero estaré trabajando, no me voy a desentender de mi madre, ella necesita que la ayuden a caminar, levantarse, los oficios los hago los domingos, solo te dedicarías a mi madre, y cocinar, te pagaría el mínimo con prestaciones, pago quincenal si aceptas, trabajas hasta los sábados medio día.

IVIS: Si señora, claro que acepto.

MAYA: Yo voy a estar aquí por unos seis meses no más.

MARIAM: Mami... te gusta estar más tiempo con mi hermana ¿verdad?

MAYA: Es que tú eres una mujer muy ocupada, pero veremos.

MARIAM: Ya escuchaste Ivis, no has empezado y ya dio a entender que trabajaras seis meses.

IVIS: Ja ja ja si señora.

MARIAM: Bueno Ivis, me traes no se si hoy mismo o mañana la hoja de vida y toda esta documentación para hacer todo legal, igual empiezas mañana viernes 23 porque tengo que ir a la empresa, a las tienes que estar aquí porque yo me voy a las seis y quince bueno.

Ivis sonrió y sacó la hoja de vida y la documentación solicitada de su bolso.

IVIS: Aquí tengo todo, ya venía lista, no se preocupe que a las seis estaré aquí con el favor de Dios.

MAYA: Huy... así es que es, siempre hay que ir un paso adelante, y con positivismo en todo mija.

MARIAM: Ya mismo hago todo legalmente, ¿a que fondo de pensión te afilio?

IVIS: No sé, de eso no se nada, recomiéndeme uno.

MARIAM: Ok.

Ivis firmo contrato enseguida por seis meses como lo había dicho la señora Maya, ella no podía creer que ya tenía empleo, salió del Penthouse emocionada, al llegar a portería se encontró con el portero, el la miró sonriente y ella corrió y lo abrazó agradeciendo por su ayuda, ella salió del edificio muy contenta, el señor portero quedó feliz porque había sido de buena ayuda para ella.

Al llegar a su casa vio a su madre y corrió a abrazarla emocionada, la madre se al verla feliz se imaginaba que había conseguido trabajo y también la abrazó fuerte para que sintiera que compartía su felicidad y contaba con su apoyo.