Desastre Perfecto

Desperté con un dolor horrible de cabeza, sentía como si taladraran mi cabeza, estaba en bata, mire a todos lados y estaba sola, me levanté y me metí a la ducha, traía ropa interior, me la quite y me bañé, salí envuelta en una toalla, me metí al closet y busque algo cómodo, me coloque un conjuntos de pants y sudadera, al salir iba entrando Luke, me miró y sonrió.

—Lamento lo de anoche —le dije y el solo negó.

—Tranquila no pasa nada, como te sientes

—Siento que mi cabeza estallara —el rio y sonreí.

—Ven a tomar café y por favor no vuelvas hacerlo Camila —asenti, y el tomo mi mano y me arrastró hasta la cocina, ahí estaba Eros aún en pijama y Alondra igual.

—Ten lindura, estás mejor —me decía el.

—Si, gracias y lo siento —dije agachando la cabeza, Luke tomo mi barbilla y me hizo verlos.

—No agaches la cabeza, jamas lo hagas —me regaño.

—Solo promete no volver a aceptar algo de extraños, es más de nadie —me reprocho Eros y asenti.

—Ten Camí, esto te ayudará con el dolor —Alondra me daba una pastilla y me la tomaba, después de tomarme el café, me escabulli hasta mi habitación y me meti entre las sábanas, apague la luz y como mis cortinas eran oscuras, se veía casi oscuro, me quedé dormida a los minutos..

Me desperté por un tacto suave en mi hombro al abrir los ojos ví los marrones de Eros.

—Que pasa —le dije con mi voz soñolienta.

—Bella durmiente es tarde, ven a comer algo —me dijo y después mire la puerta —te toque mil veces y como no respondiste entre —asenti, me levanté y sali con el, Alondra no estaba, Luke estaba sirviendo la comida.

—Estas mejor —me decía Luke y asentía, nos sentamos a comer, después de comer ayude a Eros a lavar todo, mientras Luke preparo una botana y escogí una película, nos sentamos los 3 en los sofás, estábamos viendo la del conjuro, Luke me recargo en su pecho y paso su brazo por detrás, Eros se sentó en el otro sofá.

—Y Alondra —pregunte.

—Dijo que iría ver a alguien —respondio sin importancia Eros, solo asenti, ya estaba oscuro y en eso sonó lo celular, aparecía el nombre de Dan en la pantalla, lo respondí.

«Llamada»

-Hasta que te dignas a responder Camila

-¿Que?

-Te e estado llamando desde anoche y todo el maldito día de hoy, y no respondes ni los mensajes.

-Estaba indispuesta, y dormí todo el dia.

-A si, estás enferma

-No, solo me sentía mal, que pasa Dan.

-Que, ya no puedo llamar a mi novia

-Desde que te fuiste no me habías llamado hasta hoy, creí que ya no la tenías.

-Dejate de tonterías Camila, eres mi novia aún, solo que estuve ocupado.

-Si como siempre, ¿No? —sentia que estaba gritando y me pare del sofá y corrí a mi habitación -sabes que Dan si siempre tendrás excusa para tu ausencia es mejor no seguir.

-Que estupidez dices, sabía que esto pasaría si ibas allá.

-No Dan, nada tiene que ver esto, tus excusas son de siempre, ya me cansé

-A no Camí, tu eres mi novia y tú no me dejas a si por qué si, crees que le dejaré el camino a otro.

-Deja de pensar tonterías, yo estoy aquí por una sola cosa, no pienso como tu, por fortuna.

-Hablamos mañana.

-No, ya no quiero esto, ya no más Dan.

«Fin llamada»

Colgué y sentía una rabia horrible, no entendía cómo Siempre caía en sus mentiras, como podía dejar que me controlará a si, al final siempre era lo mismo, discutimos el me deja y me busca después y yo caigo, pero ahora estando lejos espero que esto deje de pasar, busque en el cajón y saque una caja de cigarrillos y me fui al balcón, pase ignorando a Eros y Luke, sentía como mis lágrimas amenzaban con salir del coraje que tenia, me deje caer en una de las sillas y prendí el cigarro.

—¿Puedo? —la voz de Eros me sacaba de mis pensamientos, le asenti sin dejar de ver al frente, tomo la cajetilla —no sabía que fumas —me dijo sacando uno para prenderlo.

—No, tenía semanas que no lo hacía, pero bueno uno no hace daño —respondi fríamente.

—Sabes si te sientes mal con tu relación no deberías seguir ahí —me decía Eros —nadie tiene por qué tratarte a si, ni gritarte —le sonrei a Eros creo que en el podría encontrar un buen amigo.

—Me invitan —nos decía Luke y le señale la otra silla —lo podemos golpear si quieres —decia y yo reía negando

—Si irás hasta Nueva York, claro.

—¿Está en Nueva York? —preguntaba sorprendió

—Si, fue aceptado en la NYU, pero digamos que no está de acuerdo en que esté aquí —Eros tomaba mi mano y sonreía.

—Quien se opone a tus sueños no te merece —su voz sonó triste pero firme —no dejes que nadie apague ese brillo en tus ojos lindura —le sonreí agradecida, ahí nos quedamos un rato, hasta que el frío se sintió más, nos metimos y terminamos de ver la película los 3, buenos Eros se fue antes del final, yo estaba tapada con una frazada de Luke

—Estaras bien Prescott —me decía Luke y negué.

—Me haces compañía nuevamente —el me miró y asintio, apagamos todo y nos fuimos está vez a su habitación, me ayudó a acostarme y salió, para volver con dos chocolates calientes, me lo dió, y el tomo el otro, me acomode con él, al sentir su mano ariciando mi cabello me daba una paz que me hacía sentir tan bien, pero a la vez me asustaba, sabía que dejarlo entrar en mi vida sería un total desastre, pero algo me arrastraba a él, pero no, el es un mujeriego, y no sabe tomar nada en serio, es mejor solo una amistad, a si no saldré lastimada, o el tampoco.

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

Después de esa noche nada volvió a ser igual, toda mi vida cambio por completo.