Mikhail Ruttherford, el hijo menor varón de una familia con poder y dinero, acostumbrado a actuar según sus creencias, sin prestar atención a lo que otros digan de su forma de llevar las cosas, solo su perspectiva era importante, hasta llegar al punto de mantener una relación amorosa con Anastasia Petrova, la mujer de la cual estaba profundamente enamorado a pesar de las controversias y problemas que ese amor le procuraba, siendo el hecho de que la mujer ya se encontraba casada con otro hombre, por lo que su relación era un secreto que no podía salir a luz pública, mientras él debía verla ocasionalmente desfilando por la alfombra roja tomada de la mano del hombre quien era su esposo, teniendo que compartirla para poder mantenerse a su lado, aferrado a ella sin importar las condiciones.
Para distraer su mente y mantenerse alejado de la tentación de buscarla cometiendo la imprudencia de interrumpirle el evento al cual ella asistiría en compañía de su esposo. Prefirió crearse algo de trabajo extra y viajar hacia una zona remota con el pretexto de ir a ver nuevos terrenos para un negocio. Algo que no estaba dentro de sus planes era que durante ese viaje tendría un accidente que lo haría desaparecer de ese mundo durante algunos meses.
¿Qué sucederá cuando aparezca luego de su accidente?
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Capitulo 20. Solo buenos amigos
Lukas se había levantado de la mesa sin decir palabra alguna, cualquiera pensaría que se sintió incomodo con el ambiente, pero en cambio, fue extraño el verlo hablando con Gunnar, ambos tenían una expresión seria, después los dos hombres se subieron en la camioneta y se marcharon.
- ¿Sobre qué crees que estaban hablando? – le dice Gunther asomado en la ventana al lado de Freya, ambos se habían asomado y se quedaron observando la escena sin poder saber que decían.
- No lo sé – le dice Freya, ella se encontraba en las mismas condiciones que su hermano, confundida
Ambos hermanos recogieron la mesa e hicieron las tareas dejando toda la cocina en total pulcritud antes de dedicarse cada uno a lo suyo.
Gunther pasaba su tiempo reparando unos muebles, mientras Freya se mantenía en su habitación, sentada frente a la ventana esperando ver llegar la camioneta. Durante ese tiempo se mantuvo pensativa, la mujer de la fotografía no salía de sus pensamientos, era tan hermosa ¿Quién era? Y lo más importante, ¿Qué representaba en la vida de Lukas?
Miles de conjeturas pasaban por su mente, ¿quizás sea una hermana?, ¿una amiga? El pensar que era su amante o peor aún su esposa, eran los dos pensamientos que sonaban estar más acertados, algo que causaba un sentimiento de tristeza en Freya, quien sin importar las consecuencias se había entregado a Lukas y ahora debía lidiar con la idea de que quizás correrá a los brazos de esa hermosa mujer en el instante en que recupere su memoria.
Un sentimiento de miedo, desolación, preocupación y ansiedad se apoderaron de ella por unos instantes, ¿Qué haría ella si eso llegara a suceder?, ¿Qué lugar tendría ella?
- Ningún lugar – dice viendo hacia el horizonte – que tonterías estoy pensando, yo ni siquiera tengo algún tipo de relación con Lukas, solo soy una experiencia vivida, así que, ¿Qué derecho tendría para preguntar? – dice sumiéndose en sus pensamientos intrusivos
En ese instante vio la camioneta llegar, Lukas bajo de ella y se despidió de Gunnar, quien se quedó dentro y se marchó nuevamente. En ese instante a pesar de todos los pensamientos que había tenido hacia unos segundos, Freya salió corriendo hacia la entrada, sin siquiera pensar en que podría decirle, tan solo corrió hacia el hombre.
- Freya, ¿Qué sucede, por qué corrías? – le dice Mikhail preocupado mientras la mujer recuperaba el aliento
- Pues, quería saber ¿Qué hicieron tú y mi papá? – por suerte tenía un vestigio de un tema de conversación
- Ah, le compre la cabaña pequeña – le dice sonriéndole
- ¿Qué? – le dice sorprendida – pe, pero esa casa es un desastre, casi no tiene valor, ¿Qué precio te dijo? – le dice sorprendida
- Eso es un secreto – le dice haciendo un gesto de que sus labios estaban sellados
- Entiendo – le dice resignada
- Muchas gracias por entender – le dice Mikhail acercándose para besarla, pero es detenido por la mano de Freya
- Lukas, yo no quiero parecer impertinente y tampoco deseo irrumpir en tu vida privada – le dice en tono cabizbajo – pero, siento que no puedo avanzar más si no despejo todo el camino – le dice encogiéndose de hombros
- ¿Qué?, ¿A qué te refieres? – le dice confundido
- En tu billetera había una fotografía, qui… qui… quisiera saber ¿Quién es ella? – le dice tomando el valor para sacar las palabras
- Oh, así que viste la fotografía – le dice en tono serio
- No vayas a pensar que estuve husmeando tus cosas – le dice alterada, no quería que Lukas mal interpretara las cosas – lo que sucedió fue, que sin querer la patee y todo se salió y pues…
- Freya – le dice mostrándole una sonrisa y tomando sus manos para calmarla - está bien, no me importa – le dice con una voz cariñosa, viéndola fijamente a los ojos
- E… E… Entonces, la… la mujer de la fotografía, ella ¿sabes quién es? – le pregunta viéndolo de forma tímida
- Tengo escasos recuerdos de esa mujer, aunque no se aun quien sea – le dice encogiéndose de hombros.
- Pero, ¿no recuerdas que conexión tiene contigo? – le pregunta
- No – le dice serio
- Entonces ¿cabe la posibilidad de que esa mujer sea parte de tu familia? – le dice pensativa
- No, no creo que sea parte de mi familia – le dice en tono seguro
- ¿Cómo puedes estar seguro? – le dice sintiendo que la respuesta de Lukas quizás no sea lo que ella esperaba
- Freya, yo no pretendo engañarte – le dice suspirando – la realidad es que, aunque no tengo recuerdos de quien es ella, si recuerdo momentos de intimidad, recuerdo su voz diciendo que me amaba y llamarme por mi nombre mientras ríe – le dice tratando de explicarse de forma clara – también tengo sueños repetitivos con ella, pero siempre la recuerdo me siento ahogado, vacío, desesperado, como si todo mi mundo alrededor de esa mujer me causara una gran ansiedad – le termina de contar
- Entonces, cabe la posibilidad de que esa mujer fuera tu pareja, una amante o tu esposa, ¿no es así? – le dice Freya sintiendo una fuerte presión en su pecho
- No lo sé, ni siquiera sé si sigue viva si acaso – le dice Mikhail
- Entiendo – le dice Freya en tono apagado
- Freya, mírame – le dice tomando la mano de la mujer – por favor Freya, mírame – le dice suplicante, la mujer levanta la mirada y lo observa con una enorme tristeza – Yo estoy aquí a tu lado y quiero estar contigo sin importar cuál era mi vida pasada o quien formaba parte de ella – le dice en tono dulce y la abraza – yo quiero que te quedes a mi lado – le dice abrazándola fuerte, aunque luego Freya se aparta de él.
- Entiendo que antes de mí, antes de todo lo que hemos vivido, tu tenías una vida, experiencias y vivencias que ahora no recuerdas – le dice cabizbaja – Aun así, no puedo evitar sentirme ansiosa, ante todo – le dice
- Freya, yo solo quiero…
- Lukas, ¿Qué sucederá conmigo después de que recuperes la memoria? – le dice viéndolo fijamente.
- Yo estaré a tu lado, no me importa si mis recuerdos vuelven o no – le dice alterado
- Eso dices ahora, pero quizás sea diferente en cuanto todos tus recuerdos vuelvan y si me dices que esa mujer de la fotografía podría ser tu amante o aun mayor, tu esposa, ante ella yo nunca podría equipararme – le dice sintiendo que sus propias palabras causaban un enorme dolor
- No digas esas cosas, Freya te estoy diciendo que no me importa si ella vuelve a mi vida o no yo quiero…
- ¿Cómo podrías preferirme a mi sobre ella? Yo no represento un obstáculo para una mujer como esa, ¡Solo mírame! – le grita desesperada dejando salir unas lágrimas.
- ¡Te veo!, ¡Maldición! – le grita desesperado – Siempre te estoy observando, Freya – le dice respirando profundo para calmarse - ¿no te das cuenta de lo que quiero?, ¿De mis sentimientos hacia ti?, ¿Qué puedo hacer para que confíes en mis palabras? – le dice tomándola de los hombros
- Creo que, lo mejor es esperar a que tus recuerdos vuelvan– le dice mirando hacia el suelo - hasta entonces, es mejor que olvidemos lo que ha sucedido hasta ahora y sigamos siendo solo buenos amigos – le dice sintiendo que sus palabras rompían su garganta y su pecho.