Luego de vivir una vida de forma sumisa, pensando que de esa forma todo era mejor, Luna muere en manos de un asesino, fuera de un supermercado a sus treinta años, arrepentida por no vivir de la forma en que quería, pide fervientemente una segunda oportunidad. ¡Que luna tan hermosa la de esta noche, lástima que no la podre ver más! piensa antes de morir desangrada. ¿Qué ocurrió?, desperté en un hospital, pero este no es mi cuerpo y ¿porque tengo orejas de conejo? Reencarnada en otro mundo, ocupando otro cuerpo, descubre que la chica tambien se llama Luna y la dificil vida que llevaba, ademas de que la intentaton asesinar y el principal sospechozo es un hombre que aparece en sus sueños, como un recuerdo de lo ocurrio, quien ademas es uno de sus compañeros de clase y un lobo blanco, uno de los principales peligros para los conejos. Asi comienza esta trama dondd Luna buscara al culpable para tomar venganza
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Capitulo 6: una academia Elitista
Academia Icaro, una institución llena de lujos y excentricidades, caracterizada por ofrecer una educación de excelencia en un entorno selecto. Contando con profesores de altamente capacitados, recursos educativos de vanguardia y un plan de estudios riguroso, diseñado para formar líderes y profesionales destacados, educando y moldeando sus mentes desde los estudios primario, secundarios y Universitarios. Diseñada para la élite económica y social, donde solo aceptan a hijos de familias multimillonarias, con un proceso de admisión sumamente selectivo y riguroso, fomentando conexiones entre las familias más influyentes, convirtiéndose en un espacio donde el prestigio, el estatus y las redes sociales juegan un papel fundamental. Es la cima del sistema educativo, reservada para quienes buscan un nivel de exclusividad y reconocimiento sin igual.
Decidida a tomar venganza contra cualquiera que atentara contra mí, sin importar las consecuencias, mucho menos si los padres de los perpetradores eran los reyes del mundo, no iba a permitir que las cosas tomaran el rumbo que estaban tomando, daré un giro a esta partida, sacare el valor necesario para hacer esto y enfrentarme contra quien sea.
- ¿Qué estás haciendo estúpida? – grita la mujer, mientras se mira asqueada por la basura sobre su ropa.
- Te hago un favor – le dice de forma calmada, controlando sus emociones – exactamente el mismo favor que me hicieron a mí – sonríe.
- ¡Mal nacida Basura! – grita levantándose del asiento y rápidamente halando una de las orejas de Luna - ¡No me provoques coneja idiota! – halaba tan fuerte que obligo a Luna agachar la cabeza.
- ¡Lo mismo va para ti! – hala a la mujer por el cabello, obligándola a quedar en la misma posición agachadas - ¡no creas que me rendiré ante alguien como tú!
- ¡aaaaaaah!, suéltame – grita Isabela.
- ¡Suéltame tu! – con todas sus fuerzas Luna sostenía el cabello de la mujer, el nivel de fuerza entre un carnívoro y un herbívoro era notable, pero no se iba a dar por vencida, esa mujer debía aprender que con ella no debía buscar problemas.
- ¡Ya, suéltense las dos! – dice un profesor logrando separarlas - ¡Señoritas, deben comportarse!, están en una institución de estudio, esto no es un lugar de peleas clandestinas, como para que den este tipo de espectáculos tan bochornosos – dice en tono severo.
- ¡Profesor! – Isabela comienza a llorar – yo solo me estaba defendiendo de los abusos de Luna – lloraba de forma desconsolada – mire mi ropa, mi escritorio e incluso en el piso.
- ¿Qué sucedió aquí? – dice el hombre molesto viendo la basura por todos lados - ¿Quién hizo esto?
- Fue Luna, señor – dice Isabela llorando – ella me lanzo la basura.
- No te hagas la pobre víctima – le dice Luna señalándola – yo solo hice lo mismo que tú me hiciste.
- ¡eso es mentira! –Isabela mira al profesor – usted me conoce, sabe que yo sería incapaz de hacer algo como eso – sigue llorando – no sé porque Luna me odia tanto.
- ¡Eres una...!
- ¡Señorita Luna! – la reprende el profesor - ¡acompáñeme a la dirección en este mismo instante! – le dice
- ¿Solo yo? – estaba muy molesta, ¿Cómo era posible que esa arpía se saliera con la suya? – ella comenzó todo esto – le dice molesta.
- ¡Silencio! – le dice el hombre – La señorita Isabela ha sido una alumna intachable desde sus comienzos en esta respetable institución, no tolerare calumnias o mentiras – le dice severamente – le aconsejo que haga silencio y me acompañe de manera obediente – sin dejar que Luna pronunciara ni una sola palabra más, el hombre salió del aula, esperando que ella lo siguiera.
Llegados a la dirección, el profesor se encargó de hablarle los hechos según lo que el había visto y escuchado por parte de Isabela. El director era un hombre muy mayor, quien mostraba ser altamente educado, mostrando un porte y actitud dignas de un rector de alto prestigio, en su mirada se podía notar toda la sabiduría que este poseía.
- Muy bien – dice el hombre luego de escuchar al profesor - ¿podría dejarnos a solas, profesor? – le dice con calma y paciencia.
- Claro – a pesar de que quería quedarse para escuchar la reprimenda a la joven, sabía que ir en contra de las órdenes del director era ganarse a un enemigo al que no se le podría ganar. Así que de inmediato salió del lugar, dejándolos solos.
- Bien, Luna – dice el director a la chica parada frente a él - ¿quiere tomar asiento? – le hace un ademan con la mano para que se siente.
- Señor, yo solo me estaba defendiendo de…
- Luna – la mira de forma imponente - ¿quieres tomar asiento?
- Sí, claro – toma asiento.
- Excelente – sonríe – ahora dime, ¿Cómo te has sentido luego del accidente? – se acomoda para escucharla.
- ¿Qué? – le dice sorprendida. Esperaba una fuerte reprimenda y tener que dar explicaciones, pero este señor me dejo fuera de lugar.
- Tu madre nos dijo que te encontraba estable – le dice el hombre – pero quisiera escuchar de ti, ¿Cómo te sientes?
- Pues, bien – responde apenada.
- Bien – sonríe – espero que sigas de esa forma de aquí en adelante – la mira de forma pacífica – ahora, debo pedirte que limpies lo que has hecho, entiendo que fue en defensa propia, pero debo imponer el respeto, de lo contrario, ¿Qué hago en este puesto? – sonríe.
- Está bien señor – tenía razón, además su actitud pasivo agresiva era muy imponente.
- Excelente – sonríe – ahora puedes retirarte a tus clases Luna – en silencio Luna se levantó y camino hacia la salida – por cierto, olvide ponerte un castigo – le dice entes de que retire.
- Sí, claro – le dice devolviéndose.
- El vivero está algo descuidado, ¿podrías ayudar un poco allí? – le dice
- Si, aunque no conozco mucho de jardinería – le dice
- Es extraño – le dice el hombre
- ¿Qué cosa, señor? – le dice sin entender
- Hasta donde tengo entendido siempre te gusto la jardinería – le dice pensando
- Oh – ahora que puedo decirle, yo no soy la verdadera Luna de este mundo.
- Tal vez sea por la pérdida de memoria – le dice el hombre- tu madre nos informó sobre eso – sonríe – tranquila, habrá alguien que te enseñara todo de nuevo.
- Bien, prometo esforzarme – tuve demasiada suerte – ¿ya puedo retirarme?
- Si, ya puedes hacerlo – le dice sonriendo – cuídate mucho.
Por suerte cuando Luna llego al aula para limpiar el desastre de la basura, era injusto que solo ella tuviera que llevar una reprimenda cuando no fue quien lo comenzó, pero por lo menos no fueron tan severos como parecía que serían.