Victoria Entre La Justicia Y El Amor

Después de haberse calmado, volvió a marcar el número de Silvia, y esta vez ella contesto al tercer tono.

- ¿Donde estas? - fue lo primero que le dijo Victoria a su tía.

- Salimos a dar una vuelta con Alexey, estaba bastante inquieto. - un suspiro se escapó de sus labios, era como si lo hubiera estado conteniendo.

- No vayas a la casa, toma un taxi y ve al hotel Park Central, saca una habitación a tu nombre y ya nos vemos.

- Victoria es algo peligroso.

- Si, y no quiero perderlos.

- Haremos lo que digas, pero por favor no te demores.

- Los quiero mucho y ya nos vemos.

Los atentados contra ella no tenían problema, pero de ahí a que se metieran con su familia y mas con su pequeño hijo eso no lo iba a permitir.

Alexey era su motor, su vida, su fuerza el pilar que la mantenía de pie para poder luchar y llevar ante la justicia a los malos, como el pequeño los llamaba.

Sin darse cuenta estaba llorando las lágrimas caían sin poder detenerlas, era como volver al pasado y revivir el momento exacto en el que mataron a sus padres. Recuerdos de esa noche llegaron, recuerdos que ella misma había bloqueado, se sentía frágil, indefensa, sentía que por lo que había luchado durante años se estaba desmoronando.

- Deja de llorar por favor y si ya no le necesitas te puedes bajar.

- ¿Qué?. - fue su respuesta. - Lo siento me puede llevar por favor a hotel Park Central.

- No soy un Uber.

- Lo siento, pensé que si lo era, gracias por el aventón.

Toma un poco de dinero y se lo lanza a Antón en la cara, pero antes de que pudiera salir del auto Antón le coge la muñeca con fuerza y la devuelve para que se siente.

- No, soporto que me traten así, he sido paciente pero la paciencia tiene un límite pequeña.

- Al parecer soy mayor que usted.

- Espero que no nos volvamos a cruzar eres insoportable. Walter por favor llévanos al hotel para dejar a la señora.

El pensar que no se volvería a ver con una mujer aunque mayor que el, ella era muy hermosa, era algo que el no estaba seguro de cumplir, había algo en ella que le recordaba a alguien, a quien todavía no sabía por eso tenía que investigarla.

No solo, era su olor, sino también su voz, su forma de besar, su cuerpo.

- Señora ya llegamos.

- Se le agradece al señor, ahí le dejo algo de dinero por las molestias.

Esta vez Antón no trato de detenerla, su actitud era increíble de estar a tener miedo, a llorar y por último a ser respondona, eso lo hizo reír al punto que Walter estaba preocupado.

- ¿Se encuentra bien señor?.

- No me puedo reír, es algo tan difícil de creer.

- Lo he visto sonreír señor, pero esta vez parece muy genuino.

- Concéntrate en el camino, no vayamos a tener un accidente por estar pendiente del retrovisor.

- ¿Vamos a casa señor?.

- Si.

Mientras iba camino a la casa le mando un mensaje a su asistente Amanda para qué buscará información sobre Victoria Montgomery. Que porque sabía su nombre, porque dejo una tarjeta de ella en el asiento trasero del auto.

Mientras llegaba a casa, no podía olvidar el beso que acababa de recibir de una completa desconocida un beso que lo dejo como un tonto.

- Llegaste amor.

-Cómo estás, que te dijo el médico sobre el bebé.

- Está muy bien, ya solo faltan dos meses para que nuestro hijo llegue a unirnos más como pareja.

- Ve a dormir, voy a trabajar un buen rato en mi despacho.

- Claro que sí. - Ela se detiene en las escaleras. - Me dejas por favor la tarjeta para ir a comprar unas cositas mañana, son para el bebé y para mí.

- Ok.

Ela Petrov modelo rusa y esposa de Anton desde hace dos años, aunque el no quería que ella quedara embarazada las cosas se salieron de control, y ella quedó embarazada.

Y ahora tenía que ser responsable de sus actos, pero eso no significaba que amara a Ela todo es una transacción, el casarse con ella le traería beneficios a largo plazo.

La familia Novikov tenía una empresa de importación y de exportación de maquinaria para , también tenían agencias de modelos y estudios en donde enseñaban actuación, sin mencionar también con algunos bares y clubes nocturnos.

Todo eso en solamente 10 años que habían llegado, aunque por debajo de cuerda tienen otro tipo de negocios, algo que muy pocos sabían, pero que estaban en el ojo del huracán. Pero no tenían muchas pruebas para incriminarlo en algo.

- Hola Amanda, recibiste mi mensaje.

- Si señor, estaba en eso, pero lo quhe he encontrado es que ella es la asistente del fiscal Patrick Sinclair, es una muy buena abogada, por ahora no tengo más.

- Gracias Amanda, para mañana que tenemos pendiente.

- La policía está investigando las agencias de modelaje al parecer han encontrado a cuatro jóvenes que vinieron para modelar, pero no fue para eso, así que todas las agencias de modelaje están siendo investigadas. Y para mañana tienes que ir a verificar las remodelaciones de los clubes, también tienes una cita con un director de cine para ver la posibilidad de que trabajen con nuestros estudiantes.

- Por favor mantenme informado de la investigación, mañana nos vemos a primera hora en la empresa y de ahí salimos para los clubes. Te recomiendo lo otro.

- Si señor.

- Gracias Amanda.

Antón confiaba plenamente en Amanda, lo había acompañado desde que llegó a New York y nunca le había fallado, problemas iban y venían, pero ella siempre estaba allí para él.

No por las razones que muchos pensaran, ella era lesbiana así que no estaba enamorada de él, sino por el simple hecho de que él la saco de la calle y evito que la mataran.

Y mientras Antón esperaba información más importante sobre Victoria, ella llevaba su propia carga, gracias a dios su hijo y su tía estaban bien, pero no sabía por cuánto tiempo las cosas iban a seguir así.