*Einar, un joven valiente cuyo destino se entrelaza con los misterios de un mundo encantado. En lo profundo de un bosque ancestral, Einar descubre una fuente de agua cristalina. Su superficie refleja una luz sobrenatural, como si los dioses mismos la hubieran bendecido. A su alrededor, espíritus guardianes, invisibles para los ojos mortales, velan por la armonía del lugar. Los fragmentos de luz que flotan en el aire son portadores de secretos ancestrales.
Pero Einar no está allí por casualidad. Ha llegado al valle de los espíritus para enfrentar una prueba: demostrar la fortaleza de su corazón. ¿Será capaz de resistir las tentaciones, las ilusiones y las pruebas que le aguardan? Solo aquellos con un corazón puro pueden atravesar este umbral y descubrir los secretos ocultos en el corazón mismo de este lugar.
Así comienza la leyenda de Einar, un joven cuya valentía y determinación lo llevarán a descubrir su verdadero propósito en este mundo mágico.
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La Traición de Althea
El viaje de Einar lo llevó más allá de las Tierras Olvidadas y hacia el corazón de las Montañas Sombrías, un lugar envuelto en leyendas de traición y oscuridad. Los Fragmentos de Luz brillaban intensamente en su bolsa, pero su resplandor no disipaba la inquietud que sentía en su corazón. Desde su encuentro con Althea, sus pensamientos a menudo volvían a ella, encontrando consuelo en el amor que habían compartido.
Después de días de caminata por terrenos difíciles, Einar llegó a una cueva oculta entre las montañas. El amuleto brillaba con una luz suave, guiándolo hacia la entrada. La cueva era vasta y oscura, con pasadizos que se bifurcaban en todas direcciones. Einar se adentró con cautela, consciente de que este lugar albergaba tanto peligros como secretos.
Al avanzar, comenzó a escuchar una melodía suave, una canción que le resultaba familiar. Siguiendo el sonido, llegó a una cámara iluminada por una luz azul etérea. En el centro de la cámara, Althea estaba de pie, cantando suavemente. Al ver a Einar, sonrió y extendió los brazos.
"Einar, has llegado", dijo Althea con una voz melodiosa. "Sabía que vendrías."
Einar se acercó, sintiendo una mezcla de alivio y amor. "Althea, ¿qué haces aquí? Pensé que te había dejado en el Jardín de las Estrellas."
Althea bajó la mirada, su expresión cambiando a una de preocupación. "Einar, hay algo que debo confesarte. No fui completamente honesta contigo."
Einar sintió un nudo en el estómago. "¿De qué estás hablando?"
Althea suspiró y dio un paso hacia atrás. "He estado trabajando con alguien más, alguien que tiene sus propios planes para los Fragmentos de Luz."
Antes de que Einar pudiera responder, una figura emergió de las sombras. Era un hombre alto y robusto, con una sonrisa maliciosa en el rostro y ojos llenos de crueldad.
"Saludos, Einar", dijo el hombre con voz burlona. "Soy Zarek, y he estado esperando este momento. Gracias a Althea, ahora tengo los fragmentos que necesito."
Einar se volvió hacia Althea, su corazón quebrantado. "¿Por qué? ¿Por qué harías esto?"
Althea bajó la mirada, incapaz de sostener su mirada. "No tenía otra opción. Zarek me prometió que protegería a mi familia si lo ayudaba. No quería traicionarte, pero me vi obligada."
Zarek rió. "¡Qué conmovedor! Pero suficiente de esto. Dame los Fragmentos de Luz, Einar, o Althea sufrirá las consecuencias."
Einar, con el corazón hecho pedazos, miró a Althea y luego a Zarek. Sabía que no podía permitir que los fragmentos cayeran en manos equivocadas. "Nunca te los daré, Zarek."
Zarek frunció el ceño y levantó una mano, invocando un hechizo oscuro. "Entonces, sufrirás las consecuencias de tu necedad."
Antes de que pudiera lanzar el hechizo, Althea se interpuso entre ellos. "¡No! No lo hagas, Zarek. Te ayudaré, pero no lo lastimes."
Zarek la empujó bruscamente a un lado. "Tu lealtad ya no me sirve de nada, Althea."
Einar, viendo la oportunidad, se lanzó hacia Zarek, desenvainando su espada. La lucha fue feroz, con destellos de luz y sombras danzando en la cámara. Einar luchó con todo su ser, impulsado por el dolor de la traición y el deseo de proteger los fragmentos.
En medio del combate, Zarek lanzó un hechizo poderoso que envió a Einar volando contra la pared. Herido y aturdido, Einar vio cómo Zarek se acercaba, dispuesto a acabar con él.
Justo cuando todo parecía perdido, Althea se levantó, su rostro lleno de determinación. "Zarek, esto termina ahora."
Con un grito de desesperación, Althea invocó una antigua magia que había aprendido en el Jardín de las Estrellas. Una luz brillante emanó de sus manos, envolviendo a Zarek. Este gritó de rabia y dolor mientras la luz lo consumía, hasta que finalmente desapareció en un destello cegador.
Einar se levantó, tambaleándose hacia Althea. "¿Estás bien?"
Althea lo miró, sus ojos llenos de lágrimas. "Lo siento, Einar. No quería traicionarte, pero me vi atrapada en una situación desesperada."
Einar la abrazó, su corazón aún dolido pero comprendiendo las circunstancias. "Lo importante es que al final elegiste hacer lo correcto. Gracias por salvarme."
Althea sonrió débilmente. "Siempre te amaré, Einar. Pero debes continuar tu misión sin mí. Necesitas encontrar los fragmentos restantes y detener la oscuridad que se avecina."
Einar asintió, sabiendo que tenía razón. "Cuídate, Althea. Prometo que regresaré y traeré la paz a este mundo."
Con el corazón pesado pero decidido, Einar se despidió de Althea y salió de la cueva, dirigiéndose hacia su próximo destino. La traición de Althea había sido un golpe doloroso, pero también le había enseñado una lección valiosa sobre la confianza y el sacrificio. Ahora, más que nunca, estaba decidido a cumplir su misión y proteger a aquellos que amaba.
El camino por delante era incierto y lleno de peligros, pero Einar sabía que mientras tuviera el amor y la fuerza de su corazón, nada podría detenerlo. Con los Fragmentos de Luz como su guía y su determinación renovada, avanzó hacia el próximo desafío, listo para enfrentar cualquier obstáculo que se le presentara.