RENACÍ EN LA DUQUESA VILLANA

Era tanto el cambio de Celia con el paso de los días que había llegado el día del regreso del duque y decidió organizar el banquete de bienvenida para el y los soldados que lo acompañaban.

En su vida pasada era habilidosa, pero había tenido siempre un problema, era pésima en la cocina sabía muchas recetas, pero al momento de prepararlas terminaban sabiendo mal o quemándose.

Pero ese día estaba decidida a preparar ella la comida como un trato de paz, confiaba en que sabría bien.

No ocurrió eso, cuando terminó los sirvientes probaron lo preparado y sabía bien, pero solo la parte de arriba, porque el resto estaba quemado y había tomado un amargor que generaba náuseas por estar mezclado con comida.

Los cocineros terminaron por alejarla y comenzar a preparar rápido una comida decente mientras ella muy decepcionada se encerró deprimida en su cuarto.

Las horas pasaron cada vez estaba más cerca la hora de llegada Celia se había quedado dormida después de llorar y patalear como niña pequeña y cuando despertó opto por bañarse antes de salir.

Las campanas del templo en la ciudad sonaron como señal de bienvenida era costumbre recibir así a su señor y la mansión lo sabía todos menos Celia que no recordaba y siguió con su baño.

Un hombre vestido de negro con un escudo de un león en la espalda, tenía una máscara negra con cuernos que asemejaban la cara de un demonio y cabello negro venía ingresando por el pueblo con destino a la mansión.

Al ver pasar a este hombre todos los pueblerinos se inclinaban y le abrían paso, el duque regresaba y con el la garantía de seguridad, todos lo respetaban y le temían, los rumores de su poder estaban presentes.

Con su llegada también regresaba su ejército que se esparcia por la ciudad para ir con sus familias por su parte el duque siguió su camino hasta que diviso la entrada de su mansión, las puertas fueron abiertas y con ellas se veía el cambio de ambiente de aquel lúgubre lugar.

El jardín estaba limpio y se notaba que habían plantado, porque pequeños brotes comenzaban a salir, la mansión había sido adornada con luces pequeñas que le daba más elegancia a la enorme propiedad, los sirvientes estaban ordenados frente a esta y le hacían reverencia, pero como siempre la persona que más esperaba no estaba así que decepcionado como siempre entro.

Mientras en la mente del duque otra laguna de pensamientos sobre el comportamiento de su esposa se formaba, esta misma se estaba cambiando de ropa con ayuda de una de sus doncellas aún no había sido avisada, ya que como siempre no le importaba la llegada del duque.

Cuando estaba lista se dispuso a bajar, pero su sorpresa fue clara al notar que ya había llegado el personaje que esperaba miró con curiosidad a sus doncellas, pero ellas estaban con ella así que no sabían sobre esto.

Celia se dispuso a acercarse a este que al notar que su asistente se quedó mirando atrás de él volteo y pudo notar a su esposa parar de caminar se imaginaba como siempre ver desprecio en sus ojos y palabras hirientes, pero así como el todos se quedaron pasmados cuando a la duquesa le parecían salir brillitos por los ojos y no despegaba sus ojos de la máscara de su esposo.