La Archiduquesa Se Esta Volviendo Loca.

A pesar de los malos tratos, las palabras dichas e incluso las malas miradas y momentos feos que la familia de Lorena lanzó contra ella, ingenuamente pensó que todo estaba bien y nunca perdió la esperanza de que tal vez alguno de sus hermanos, cuñadas o incluso los niños por los que tanto cuidó y llegó a amar y llamar hijos pudieran o quisieran visitarla. Aunque en reiteradas ocasiones habían enviado por ellos muchísimas cartas sin respuestas y llamadas desviadas a sus celulares, estos, las pocas veces que respondieron, siempre decían que estaban ocupados o que simplemente no era de su agrado visitar hospitales. Así que ella desistió de esa idea y al morir solo lo hizo con la compañía de su libro y nada más, porque se dio cuenta de que eso era lo único que estaba con ella en aquella habitación.

Un día, por casualidad, una persona la vio en los pasillos mientras ella era trasladada hacia una prueba de estudios en sangre. La persona, al mirarla, se quedó un poco desconcertada, ya que tuvo un pequeño déjà vu de una persona que había conocido cuando estaba más joven. Quiso averiguar por ella y la siguió para saber a dónde era trasladada. Luego fue con la enfermera y, gracias a que era un conocido, ella le dijo su nombre y el motivo por el que estaba allí.

Cuando por fin cayó en cuenta de que sí, que era exactamente aquella chica que tanto amó cuando todavía era joven, al verla surgieron infinidades de sentimientos, pero hubo uno que opacó a los demás y era la vergüenza que sentía así mismo al observar desde lejos y mirar el estado en que se encontraba, estando completamente sola, tal como él se lo había dicho y el tiempo se lo confirmó. Se notaba un poco maltratada por la enfermedad por la que estaba pasando.

No pudo evitar llorar. Mientras lloraba, recordaba todos los momentos felices que siempre habló de ella. Quiso acercarla, quiso abrazarla, quiso besarla, pero también entendió que el último día en que hablaron no terminaron en los mejores términos y que incluso él fue un poco cruel con sus palabras. Que sí, es verdad que ella no tenía a la mejor familia y más que todo, ella estaba un poco cerrada en comprender, pero tal vez él actuó mal e igual de egoísta que los hermanos de ella y esa no era la forma ni el momento en que las palabras fueron dichas, pero lastimosamente el tiempo no podría volver atrás.

Estuvo cuidando en las sombras desde el día en que la vio, hasta el día en que murió. En ese transcurso, exactamente habían pasado dos meses en los cuales siempre quiso hablarle y hacerle ver que no estaba sola. Él estuvo para ella en todo, desde las sombras. Pagó sus tratamientos, fue quien les enviaba la comida y fue quien, por medio de la enfermera, le obsequió el libro que tanto ella quería y anhelaba leer. En su mente, se reprochaba una y otra vez por qué no habló en aquella ocasión. Tal vez ella pensó que él no lo había visto cuando se encontraron sin querer en la plaza. Él sí la notó y necesitó muchas fuerzas para no correr tras ella y decirle que el niño que cargaba en sus brazos era su sobrino y aquella mujer su cuñada, quienes se encontraban en ese lugar para esperar a su hermano. Solo tal vez hubiera reunido las fuerzas necesarias para hablar con ella, pero también tenía miedo de que sus palabras no fueran escuchadas. Más que nadie, sabía cómo Lorena estaba subyugada en las sombras y creencias que fueron impuestas en su cabeza. Pero más que nada, lo que más le dolió y a lo que me hace referencia la canción que tenía Lorena mientras corría hacia la salida, era ver cómo ella tenía una impresión de decepción, de dolor y tal vez un poco de anhelo. Pues él pensó que tal vez ella había pensado que le había traicionado al conseguir tener la familia que tanto ambos querían, pero él la tenía con otra persona. Ese fue su miedo. Por ese motivo, por la cobardía de su parte, por razones de ella, por infinidad de momentos más y por no aprovechar nunca para hablar con Lorena, ni siquiera pudo sostener su mano el día de su muerte. Por su cobardía, Lorena murió pensando que no había nadie que se interesara por ella, pero la verdad es que él estuvo ahí antes, durante e incluso después de la muerte de Lorena. Siempre estuvo ahí.

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Uy, niñas y niños, mil y mil disculpas. Estuve súper perdida, pasaron cosas y tuve cosas, así que disculpen por haber abandonado la historia por un corto tiempo. Ya que tengo días de no actualizar.

Por razones muy diferentes, no los voy a agobiar con tantas cosas. Voy a publicar todos los días capítulos pequeños, que en un día pueden ser dos, e incluso hasta tres si se pudiera. Pero van a ser superpequeños, es decir, en el límite de lo que me deja publicar la App, que son 500 palabras. Entonces, así de pequeños van a ser. Espero que sigan apoyando mi historia. Muchos besos, muchos abrazos e infinitas bendiciones para todos los que me leen. Sigan ahí, que esto me da felicidad. Seguiré escribiendo. Si para alguno la historia no es de su agrado, perdón. Si alguno abandonó la historia por no publicar, perdón.

Yo que más quisiera que solo dedicarme a poder escribir todo el tiempo, pero antes de la escritura soy mamá. Tengo dos hijas, soy esposa y tengo muchos compromisos por fuera. Y pues, por lo menos para mí, esto más que todo es como un hobby y no es mi fuente principal de ingresos. Así que, disculpen. Pero pues eso, uno tiene una vida por fuera, así que perdón y disculpa. Tranquilos que la historia se desarrollará y tendrá su final, y vendrán muchas más. Gracias.

En el próximo capítulo, que se publicará más tarde, ya comienza toda la trama de la reencarnación. Puede que la santa Lorena quedó en aquella vida, y en esta viene una Lorena. Así que digamos que no será tan buena ni permisiva.

Gracias por todo y nos vemos en el siguiente capítulo. Me imagino que se publicará a las 5, pero pues ustedes saben que la tiene que hacer verificación y varias cosas más. Así que, chao. Besos. Cuídense.