Nuestra Unión

Edevane sentía cada vez más cerca ese olor, estaba furioso por que lo estaba distrayendo de su trabajo, ya era mucha casualidad que lo sintiera dos veces,

- Ever, busca a los hombres, ya sabes que hacer, no quiero un desastre

- Señor no se preocupe, deje todo en mis manos

- Muy bien, yo llegare solo al palacio

Ever es la mano derecha de Edevane, además de su guardia personal y líder de sus innumerables tropas, él más que nadie sabe que su señor es más que capaz de valerse por sí solo, así que no tenia por qué preocuparse, pero aún tenía algo de temor, aquel día, el veneno lo hizo hacer cosas que... Bueno eso es algo que no importa por ahora, cuando atrapen a esos hombres sabrán lo que le dieron a beber.

Edevane busco por el lugar, no encontró de donde provenía semejante olor que podía distraerlo de tal forma.

- ¿Así que el olor viene de ti?

La melodiosa voz conocida llego a los oídos de Edevane, quien se giro para ver la cara de la persona que le hablaba, la persona traía un antifaz, por lo que no lo reconoció al instante, pero si noto que el olor agridulce provenía de esa persona

- ¿Te conozco?

- Han pasado unos días y ya te haz olvidado de mí,

La voz apagada y dolida de Dan confundía cada vez más al otro

- Disculpe mi torpeza joven, pero traé un antifaz, no puedo recordar a alguien a quien le no puedo ver bien

Dan sonrió con picardia, esta no sería una mala noche, se dijo así mismo, se acercó a Edevane y le susurro una palabras mientras una mano traviesa tocó su parte prohibida, obviamente se dio cuanta de quien era la persona, solo había conocido a alguien tan descarado como para ser capaz de algo así

- Joven Loughty, creí que estaría en casa resolviendo sus asuntos

- No regrese, prefiero divertirme de otras formas, de eso, ya me encargaré más tarde

Al oír las palabras de Dan, su mente comenzó a divagar ¿estaba aquí en busca de sexo? Cuando esa idea se plantó en su mente, por algún motivo se sintió extremadamente incómodo, Sue se había aburrido de esperar a Dan por lo que entró al lugar para buscarlo, se estaba haciendo tarde y ella tenía ganas de estirar sus alas antes de dormir

- Dan, es hora de irnos, me prometiste algo de diversión antes de dormir

Sue no se dio cuenta de que sus palabras estaban siendo mal interpretadas por el hombre que le hacía compañía a Dan,

- Es cierto, su alteza debo retirarme, hice una promesa y debo cumplirla

Antes de que dan diera uno paso la mirada penetrante entró en su vista impidiendo que hiciera movimiento alguno,

- ¿Qué pasa Dan?

- Estoy paralizado, algo no me deja mover de mi lugar

Sue comprendió, o más bien sintió de donde provenía la magia que lo estaba deteniendo, se giro para ver al hombre y le tomó más atención, su cara se volvió pálida, no comprendía como alguien, como él podía existir, era imposible,

- D-dan debemos... Irnos ¡Ahora!

Cuando quiso tocar a Dan ella sintió una pequeña carga de energía, impidiendo tocar, fue algo dolorosa

- Edevane, ¿Qué estas haciendo? Deja a Sue, ella no te está haciendo nada,

- ¿Pequeño travieso? Te haz estado divirtiendo a mis espaldas ¿Quién te ha dado ese derecho?

La voz gruesa que salía de Edevane era muy diferente a la que normalmente tiene, Dan al escucharla por alguna razón que él no podía comprender se sentía extasiado,

~Dan, tengo miedo... ~

~Él no es malo, no te preocupes, cuando él te suelte regresa a casa por favor, yo llego más tarde~

Dan y Sue estaban usando su conexión mental para hablar, aun que sue no quería dejarlo solo con aquel hombre, no estaba segura si podía confiar en él,

~Está bien yo me voy a adelantar~

Sue no se fue muy lejos, solo lo suficiente para no ser percebida por Dan y el hombre, estaría al tanto de sí algo llegará a pasar, no confía en él, se supone que esa clase de hombres se extinguió hace mucho tiempo, después de esto irá a la tierra de las bestias a investigar un poco.

- ¿Qué eres? ¿Por qué Sue te vio con tanto miedo?

- Ven conmigo,

Edevane no contestó las preguntas de Dan, en cambio se lo llevó a una habitación, pidió que nadie los interrumpiera, menos que dijeran que él estaba ahí, la persona que los atendió tembló ente la presencia de Edevane, por lo que sólo asintió sin decir una palabras, ya estando en la habitación, tomó a Dan por los hombros observando de cerca sus ojos, sintió como él calor surgía en sus pantalones, Dan también estaba iguan se quito el antifaz y sin querer dejó salir el verdadero color de sus ojos, Edevane ya lo tenía contra la puerta, sus manos estaba sobre su cabeza, siendo sostenidas por una especie de soga mágica, Este seguía perdido en los ojos profundos de Edevane que no se dio cuenta de que su camisa estaba abierta por la mitad, mientras los dedos del otro rozaba su piel con la yema de los dedos,

- ¿Querías diversión? Yo te daré diversión

Su voz seguía siendo gruesa y seductora, tanto que Dan quería ser poseído, aún no tenía idea del por qué pero lo necesitaba, lo deseaba, quería que ese hombre lo volviera a someter bajo él

- Solo hazlo...

Edevane no tenía prisa, aun recuerda como esa mujer lo veía hace unos momentos, lo cual lo llena de algún modo de celos, se acercó a los labios de Dan, rozó su nariz en la de él, respirando ese aroma agridulce, y exhalando su alentó cálido por la piel del otro, al sentir ese aliento Dan se ponía más impaciente, quería soltar sus manos, pero ni con su magia podía hacerlo, Edevane bajo por su cuello, le dio un par de besos castos y una que otra mordida suave provocando los gemidos y suspiros de Dan.