Gotas De Amor

Josué

Ya tengo un mes trabajando en esta casa, hoy debo estar mas pendiente es la graduación de la señorita Mía, y tambien es su cumpleaños hoy es mayor de edad aunque es muy hermosa, a pesar de usar el traje escolar, me gusta su sonrisa y esos ojos achinados son encantadores, pero no la puedo ver de otra forma además de ser mi patrona, también yo tengo novia aunque mis ojos la vean hermosa, a la señorita Mía.

Cristina----: ¡Hija, te vez hermosa al fin mi niña es bachiller!

Mía----: Si mami, es un tormento estar en clases, lo bueno que se terminó el colegio y lo más importante ¡que se celebrará, mi cumpleaño!

Sebastián----: ¡Que viva la cumpleañera!(dice contento ).

Mía----: ¡Gracias papi!

Cristina----: Mi pequeña ya es mayor de edad, Sebas.

Sebastián----: Ahí mujer, la vida cambia.

Mía----: ¡Ya me van hacer llorar!

Mía abrazo a sus padres, era su graduación y faltaba poco para la ceremonia solemne, Josué ya la esperaba en el auto, y al verla feliz sintió como unas mariposas volar en su estómago.

Mía----: ¿Josué me veo hermosa?

Josué---: ¡ Si señorita. Mía usted es muy hermosa!

Mía----: ¡Gracias, Josué!

Mía sonrió, a Josué no le era indiferente, aunque en varias ocasiones ella le coqueteó involuntariamente, pero lo hizo ella estaba enamorada lamentablemente, Josué no se daba cuenta y eso la entristece en varias ocasiones, llegaron al colegio sus amigas estaban esperándola entraron para formarse, mientras que sus padres estaban en la tribuna observando un logro más de su hija.

El evento comienza, los graduados, dieron su marcha pero Josué como su guarda espalda estuvo siempre casi a los lados de ella era su trabajo pero Mía estaba feliz porque aparte de su padre, también estaba el hombre que amaba en silencio los graduados fueron pasando uno a uno, hasta que llegó el turno de Mía, se paró al frente, miro a sus padres y a Josué después de una hora el evento termino.

En la noche, todo estaba listo, para el festejo, Mía usaba un traje espectacular que se le moldea su figura curvilíneas, su Nana como le decía a Federica, le ayudaba a vestirse minutos después ingreso su madre.

Cristina----: ¡Hija, este regalo me lo dió mi madre cuando cumplí 18 año, ahora es tuyo y después tu se lo darás a tu hija!

Mía----: ¡Gracias, madre!

Josué, seguía en espera ya que por la fiesta, no tenía la noche libre tenía que cuidar a Mía. El miraba a todas las invitadas pero ninguna como Mía decía en su mente.

Josué---: Pero en que estoy pensando, si yo amo a mi novia y me casare con ella.(decía entre los dientes).

Cuando Mía bajaba todos la miraban, y hablaban de lo hermosa que se veía Mía Tuarez, Josué al verla sonrío el la vio muy hermosa, que le hubiera gustado ser un invitado más para bailar toda la noche con ella pero tenía que estar muy pendiente de ella para que no haiga algún atrevido, porque habían algunos jóvenes que babean por ella.

En los suburbios de la ciudad, Mariana se deleitaba en los brazos de César, esa noche era la oportunidad perfecta ya Josué estaría trabajando.

Cesar----: ¿Mari vendrías conmigo por dos años, a Quitó?

Mariana---: Pero tú no quieres nada serio, César y eso me lastimas.

Cesar----: ¿Que no la pasas rico conmigo?.

Mariana---: Cesar tu eres mi hombre, pero yo quiero estabilidad.

Cesar----: Hagamos una cosa, ven conmigo por dos años, busca una buena escusa para que mi primo no sospeche y si me decido, nos quedamos viviendo juntos para siempre.

Mariana---: Esta bien, buscaré una buena escusa aunque Josué confía tanto en mi que nunca sospechara nada.

Cesar----: ¡Entonces es un hecho, vendrás, conmigo!

Mariana---: Si iré contigo, hasta el fin del mundo mi amor !porque yo si te amo, César!

Cesar----: ¡Yo también, te amo pero a mí manera!

El momento se volvió a llenar de pasión, en aquel hotel dónde Mariana Cantos era la mujer más feliz del mundo, estaba junto al hombre que siempre ha amado.

Mientras tanto en la residencia Tuarez, Mía se movía al ritmo de la música, dónde sus compañero de mas confianza se acercaban a bailar junto a ella, era una velada, llena de adrenalina juvenil, habían parejas de enamorados trago juego, y la música era tan buena que hacían bailar hasta los más veteranos.

Después de un rato, Mía salió del salón un poco mareada y con muchas náuseas Josué la vio rara pero su trabajo era protegerla, salió en busca de ella al jardín pero no la encontró eso lo preocupo mucho, busco por todas partes, y no la encontró, camino hasta la sala de la encontró tratando de subir las escaleras.

Josué---: Señorita Mía se va a caer, ¿dónde va? yo la ayudo.

Mía----: ¡Quiero ir a mi habitación, Josué!

Josué---: Apoyoce de mi cuello, para que no se caiga.

Mía----: ¡Josué eres mi héroe!(dice bajo el embriaguez).

Josué la toma en sus brazos, la carga hasta llegar a su habitación cada palabra que Mía le decía lo hacía sentir algo muy diferente a lo que sentía por Mariana, ¿porque siento está sensación de alegría? decía en su mente; si Mía no estuviera ebria seguro el le creyera lo que le decía, porque cada palabra era como una declaración de amor.

Mía----: ¡Josué, tu eres el hombre más guapo que e visto en mi vida!

Josué---: !Tranquila señorita. Mía ya llegamos a su habitación!.

Mía----: Josué tu no entiendes ¡yo te amo! y quiero que seas el padre de mis hijos, jajaja si me escuchaste.

Josué---: ¡ Si señorita. Mía la escuché! jijiji.

Mía----: Josué, ¿tu me amas?.

Josué---: Señorita. acuéstese y descance, nos vemos mañana.

Mía----: ¡Josué yo te amo!(acercándose y dándole un tierno beso).

Josué se sorprendió, con el beso el había pensado que Mía lo decía por broma, aunque el no respondió al beso le gustó mucho, la acostó en la cama la cubrió con la manta, salió de la habitación y en el pasillo se sentó, Sebastián que había pensado lo peor de Josué, fue a toda prisa y cuando lo vio sentado en el pasillo se tranquilizó.