Aprendiendo A Amar Segunda Parte

Narra Dominic

Las semanas pasaron fugaces y hoy por fin es el día del tan esperado evento, esta vez el mismo Bruno hará acto de presencia y eso es desconcertante incluso para mí. Decidimos ir juntos para opacar los rumores de nuestra mala relación.

− ¿sabes si ella estará? – menciona Bruno sentado frente a mí en el sillón del gran auto

− No lo sé – respondo sin interés de seguir el hilo de su conversación

− No quiero escándalos Dominic – sentencia

− ¿es ese el motivo por el cual has venido? – indago con una sonrisa malévola

− Uno de los motivos – responde

− ¿uno de los motivos? ¿hay más motivos? – indago

− Los conoces de sobra – responde

− ¿la niña…? – inquiero molesto

− Así es, esa niña es la continuación de nuestro linaje, puede que no sea de nuestra línea genética directa como yo lo deseaba, pero no deja de ser una Devil – responde tácito

− ¿Crees que Tessa dejara que te acerques a esa niña? – pregunto

− Quizás a mi sí, pero estoy seguro de que a ti no – responde Bruno con soberbia

− Estás loco si crees que ella te dejara. Mataste a Joel, cuando esa niña y Tessa lo sepan te odiaran – respondo

− ¡No lo mate! ¡maldita sea Dominic, ya te he dicho que no soy responsable de esa situación! No sé dónde carajos está el imbécil de Joel, pero en tal caso, eso nos conviene a los dos – responde el con un golpe fuerte sobre el sillón

− ¿en qué me conviene eso a mí? – increpo pues no entiendo en que me beneficio de ese dilema

− Si Joel no hubiese desaparecido de esa manera, en este preciso momento tu estarías en la cárcel pagando una condena por su muerte – explica

− ¿Entonces si fuiste tu? ¿Buscabas librarme de hacer algo que fuera irreversible? – hablo con pasividad esperando que este hombre terco ablande un poco

− ¡NO! – grita

− ¿Si no has sido tú, entonces es Lucas? – indago

− Ese idiota no tiene tantas agallas – responde – Dominic, sé que me odias y con justa causa, pero quiero que sepas que yo te quiero, tal vez no se cuál es la mejor manera de querer a alguien, pero si pudiera dar la vida por ti, créeme que la daría – habla con falsa ternura

− No me interesan tus palabras, menos tu vida, solo quiero que dejes en paz a Tessa Wilson – expreso con furia

− ¿A qué vas tu entonces si deseas verla en paz? Me crees idiota, tú y yo sabemos muy bien que tu presencia en la vida de Tessa Wilson solo puede generar caos, sin embargo, eso será algo inevitable, Violet Wilson es de nuestra familia y como tal debe estar con nosotros – habla con superioridad

− Recuerda que aun no lleva nuestro apellido – respondo

− Eso es lo de menos, lleva nuestra sangre y nuestro carácter que es lo más importante – responde restando importancia, pues cuando se tiene el dinero suficiente para mover los hilos del mundo, lo demás no importa

No decimos una palabra más en el camino, sé que Bruno es un hombre obstinado y que por cualquier medio conseguirá que Violet este con los Devil, carajo lo que menos quiero es tener que ver a la hija de Joel todos los días de mi vida.

− ¡Hemos llegado! – nos habla Henry indicando que es hora de bajarnos, pero tanto Bruno, como yo habíamos olvidado lo molesto que es tener una muchedumbre de periodistas sobre nosotros con sus flash sobre nuestros rostros y llenándonos de preguntas morbosas sobre nuestra desaparición del ojo publico

− Señores Devil ¿Por qué han estado tan alejados de los medios? – pregunta uno de los periodistas

− Mi nieto ha estado cuidando de mi débil estado de salud – menciona Bruno tomando mi hombro par responder a un reportero y que tome una foto de la familia feliz

− Señor Dominic ¿sabe que la señorita Wilson es la asesora legal de la señora Stevens? ¿acaso busca reconciliación o venganza por la traición con su primo? – indaga otro periodista y busca descolocarme, pero en este preciso momento solo quiero zafarme de esta mierda

− La señorita Wilson hace parte de mi pasado y le deseo lo mejor en su vida, ahora mi futuro es con la señorita Vera – respondo y todos comienzan con más preguntas

− ¿la nieta del excongresista Wilson es hija suya o de su primo? – pregunta uno de ellos y mi voz cambia a una totalmente poseída

− pregúnteselo a ella – vocifero con las venas de mi cuello a reventar de la ira

− ¿para cuándo será su boda con la señorita Vera? – pregunta otro entrometido

− ¡Pronto! – responde Bruno en mi lugar y yo le lanzo una mirada asesina

− ¿quieres que te mate abuelo? – le gruño entre dientes para que mis labios no sean leídos y Henry nos arrastra fuera de ellos, para adentrarnos al evento

− Creo que su abuelo lo que quiso fue sacarlo de esa situación tan incomoda – lo disculpa Henry y Bruno no dice nada

− Señores, por acá por favor – llega otro de los encargados de la logística y nos lleva a nuestro sitio, que es en la primera fila de la gala.

Nos sentamos en la mesa y tomo una copa mientras buco con cautela al objeto de mi odio y todo mi amor, pero no veo su figura por ningún lado, así que con fastidio escucho por varias horas los discursos, versos y promesas de la dichosa Marion Stevens. La verdad todo esto siempre me ha parecido algo tedioso, de no ser porque siento un deseo inmenso de ver a la causante de mi autoflagelación, no estaría soportando algo tan aburrido como un discurso político, todos son iguales, parecen sacados de libros de superación personal y liderazgo que busca causar un impacto en las mentes débiles. El punto es que la mayoría de los que estamos aquí presente nos vale una mierd$% las palabras de estas personas, solo queremos una cosa, poder; el poder de influir en las personas que están en los cargos públicos; el poder de manipular las cosas a nuestro favor.

En medio de todo vuelvo a buscar a Tessa entre la multitud, pero no veo ni un solo rastro de ella. Las personas aplauden las falsas palabras de la futura senadora y se levanta para ovacionarla y dar paso a la celebración, me levanto y camino por el lugar y tomo una copa mientras sondeo el lugar en busca de su presencia, me conformaría con sentir su olor, pero ni de ese hay rastro.

− Señor Devil, es un gusto que nos acompañe un hombre como usted – es la voz de Marion Stevens

− Gracias por la invitación – respondo inmutable

− Como no tendría presente al hombre más rico del país y de la familia más influyente – responde ella con adulación lambiscona

− Dejémoslo en el más rico he influyente – respondo y ella sonríe coqueta, mientras yo sigo mirando a mi alrededor, como esperando que Tessa apareciera, ella debería estar aquí junto a su representada

− ¿Busca algo? ¿o a alguien? – pregunta ella con una sonrisa falsa

− A mi abuelo – Miento

− Es indispensable que conozcas a más personas importantes – dice el que creo es su hermano y luego se acerca para susurrarle algo al oído, pero soy muy buen oidor – no puedes enfocarte en uno solo y menos en el

− Su hermano tiene razón, es mejor que se presente con las demás personas, estoy seguro de que ellos están muy interesados en saludarla y proponerle inversión para su campaña y su futuro – aprovecho la intromisión del pelele de su hermano para zafarme de la petulante mujer

− Oh, veo que conoce a mi hermano – responde ella – creo que entonces conoce también de sobra a mi otra asesora legal, se llama Tessa Wilson y es una excelente profesional – dice Stevens, con una intención que desconozco

− Así es, la conozco ¿acaso ella no vino? – respondo sin nada de falsedad y con el ánimo de mitigar mi curiosidad

− No señor, mi novia se encuentra muy indispuesta esta noche, “ciertas circunstancias” la ponen de mala de salud – responde el nuevo cretino

− ¿novia…? Ok, si la circunstancia que indispuso a su “novia” fui yo, dígale que no tiene de que preocuparse, el pasado es solo eso, pasado, mi presente es totalmente diferente ahora – respondo y el solo me da una mirada asesina – señorita Stevens ha sido un placer conocerla – me despido de la futura senadora

Nota de autor

Quiero aclarar que Arlo, Bruno y Dominic tienen el mismo color de ojos, igualmente temperamentos muy similares