La Otra

--Que aremos ahora Diana.

--Ella es sin duda nuestra hermana y esto que estamos haciendo es por su bien, ella no puede cuidarse por sus propios medios.

--Lo sé, pero me duele verla así.

--A mí también me duele, pero esto es por su bien. Ahora sabemos donde está y también que la van a ayudar con todo lo que sea que traiga cargando, en eso nosotras no podemos ayudarla.

(Pasan los días y la angustia de saber que mi hermana está lejos, pero que está en un buen lugar me tranquiliza un poco. Al mes fuimos a verla y no dejaron que nos acercáramos a ella solo la vimos a través de una cámara de vigilancia, se veía bien, un poco desesperada, pero bien, nosotras le llevamos algunas cosas para que se asee en lo que está ahí adentro. Ellos no le dirán que nosotras estuvimos aquí porque según el médico que la está tratando ella no está lista para vernos y mucho menos para hablar con nosotras. Salimos de ahí un poco más alegres al verla qué está mucho mejor. Nosotras afuera seguimos con nuestras vidas, con nuestros trabajos y si es difícil porque piensas a cada rato en como estará ella adentro, ¿Cómo la estará pasando? Solo esperas lo mejor)

--Ya no estés triste por Liz, ella está en buenas manos.

--Lo sé, pero me angustia su situación.

TOC... TOC...TOC...

(Alguien toca a la puerta y nosotras sorprendidas nos miramos de frente)

--¿Esperas a alguien?

--No ¿Y tú?

--No.

--¿Quién es?.

--Soy la madre superiora debo hablar con ustedes.

--Ábrele la puerta.

(Diana le abre la puerta y no sé cómo dieron con nosotras si no le dijimos a nadie nuestra dirección)

--Hila, niñas, perdón por la hora, pero debo hablar con ustedes de un asunto delicado.

--¿Qué pasó?.

--Es delicado, pero no es malo. Dejen que me siente y retome el aliento porque me vine casi corriendo, ustedes son las que viven más cerca del orfanato.

--Ok.

--Por eso la noticia se las daré a ustedes primero. Resulta que hay un rico buscando a su nieta perdida y les va a pagar una prueba para saber su genética o algo así y poder encontrar a su familia.

(Diana y yo nos volteamos a ver todavía más sorprendidas que cuando supimos que la madre superiora estaba en nuestra puerta)

--Pero... ¿Eso sé puede hacer?

--Y ¿Nosotras que tenemos que ver en eso?.

--Resulta que la nieta del señor este, es del mismo año que ustedes y la anda buscando con urgencia para heredarle toda su fortuna.

--Y ¿Los padres?.

--No se, tal vez ya están muertos.

--Eso es raro y esa prueba no es barata.

-Lo sé y no sé las va a hacer a todas solo a las 14 niñas que nacieron en el dos mil siete y que por supuesto estuvieron el orfanato.

--Bueno así pues si, pero que somos pocas.

--El señor ya está seguro que está buscando a su nieta, no dijo que nieto así que ustedes tienen que ir la semana que sigue a hacerse la prueba. Por cierto ¿Dónde está luz?.

--Ella no podrá asistir.

--¿Por qué?.

--Ella...

--Ella está internada en una clínica para las adicciones.

--¿Qué?

--Sí.

--¿Pero en qué momento paso eso, que yo ni por enterada estaba?

--Hace poco madre superiora y la internamos en una clínica para que la ayuden, ella no podrá asistir a esa prueba.

--Hablaré con el señor y me imagino que el idear una solución para eso.

--Ok.

--Y ¿Cómo está? ¿Está bien ahí adentro?.

--Si ella está bien, no sé preocupe.

--¿Ya la vieron?.

--Nos dejaron verla por una cámara, pero aún no la vemos en persona.

--Así es cuando acaban de ingresar, no te dejan acercarte para no alterarlos, pobre niña lo que debió haber pasado para llegar a eso.

--Nosotras no sabemos ella se fue por casi seis meses.

--¿Por qué no acudieron a mí? Yo tengo muchos contactos que tal vez podrían habernos ayudado en esto.

--No pensamos en eso, perdón madre superiora, solo pensamos que ella iba a regresar sola, así como se fue.

--Ustedes ya salieron del orfanato si, pero no están solas en esta vida y en ocasiones así pueden ir a pedir ayuda, más por qué ustedes no saben nada de la mala vida.

--Gracias, pero esperamos que ella esté bien a donde la llevamos.

--Bueno eso esperemos, me voy que tengo que visitar a otras chicas para que acudan este viernes por la tarde para que les hagan la prueba... Ok las esperamos entonces.

--Si gracias por venir a avisarnos... (Se va la madre superiora y nos volteamos a ver superextrañadas de su actitud, porque cuando estuvimos en el orfanato siempre fue muy mamona con nosotras, bueno con todo el mundo y ahora resulta que podemos acudir a ella si tenemos problemas ja)

--¡Que tal la señora!

--Si a mí también se me hizo muy raro que viniera en persona y más que fuera tan amable y sonriente cuando era todo lo contrario cuando estuvimos en el internado.

--El dinero hermana, el dinero cambia a la gente que no vez que está buscando a una heredera que está entre nosotras.

--¡Cierto!

--Esa señora no da paso sin huarache y tiene más callo que nosotras.

--Pero si ninguna de nosotras somos esa heredera que buscan.

--Ella no sabe eso, solo sabe que está entre alguna de las que nacimos en el dos mil siete y como tú y yo entramos en eso, se tiene que portar bien para que después le demos dinero.

--Maldita.

--¡Hermana!

--¿Qué? ¿A poco tú no Pensaste lo mismo?.

--Si, pero solo lo pensé y tú lo dijiste.

--Oye cambiando de tema aquel hombre ya no te ha molestado.

--No... ¿Por?.

--Porque ya hable con él... Es casado y le dije que se alejara.

--Gracias ya me tenía harta.

--Oye y me invito una amiga a tomar algo el viernes... ¿Qué te parece si después de esa dichosa prueba vamos a un bar?.

--Si está bien, pero beberemos soda, nada de alcohol Ok.

--Si, te lo prometo.

(Pasaron los días y se llegó el viernes día de ir a hacernos la prueba y la madre superiora estaba en la entrada esperando a que llegáramos, y Diana y yo tuvimos que pedir permiso en nuestros trabajos para poder asistir a la prueba que consistía en escupir en una probeta, es como un tubo de ensayo y teníamos que escupir hasta la marca y ya era todo, nos dijeron que con Liz irían personalmente al lugar en donde está y que nos avisarían los resultados en cuatro semanas).

--Que tal que yo resulte ser la heredera que ellos están buscando.

--O yo.

--Cualquiera puede ser niñas, pero calmen esa emoción que con esta prueba todas recibirán datos de parientes qué tengan y los pueden buscar si quieren.

--No... (En lo personal no quiero buscar a nadie si ellos no me buscaron antes no, o más bien, si ellos fueron buenos para abandonarme no quiero saber de ellos) A mí no me interesa, estoy bien tal y como estoy con mis hermanas.

--No seas tonta niña... Puedes tener familia y...

--No, ellos me abandonaron porque no me querían en su vida y yo no los quiero en la mía.

--Pero...

--No madre superiora diga lo que diga no me hará cambiar de opinión.

--Paola...

--No Diana, no cambiaré de opinión, vine para apoyar nada más, pero si alguna de ustedes es la que buscan yo no quiero mis resultados, no me interesan.

--Niña.

--¿Es todo?.

--Si, la prueba como ya les dije estará en cuatro semanas y las revisaremos antes de entregar sus resultados.

--Ok Nos vamos Diana.

--Sí.

(Ya en la calle Diana se ve que quiere tratar algo de ese tema).

--¿Quieres decirme algo Diana?.

--¿Estás segura de que no quieres buscar a tus padres?.

--Estoy muy segura que no quiero saber de donde vengo o las circunstancias que los llevaron a abandonarme.

--Yo si quiero saber de donde vengo y más por la información médica, si existe alguna enfermedad importante como el cáncer, de todos modos nada cambiaría ellos por su lado y nosotras por el nuestro.

--Me las arreglaré sin esa información.

--Estás loca.

--Lo sé.

(Llegamos al bar y era un ambiente muy bonito con música baja y mesas por todos lados. La amiga de Diana ya nos estaba esperando, pasamos una linda noche)

--Ahora vengo voy al...

--Ok aquí te esperamos.

(Al ir al baño me topo con varios hombres que querían pelear o algo así y de repente uno de esos me pone su brazo en mis hombros y se recarga).

--Ya me voy chicos mi novia llego por mí lo siento.

--¿Qué?.

--Por favor ayúdame quieren golpearme.

(Me jala y me lleva hasta la salida y en el camino Diana y su amiga me ven qué este hombre me lleva del brazo).

--Te lo voy a agradecer toda la vida de verdad, esos hombres querían golpearme por estupideces y tú me has salvado... Salvaste mi vida y lo menos que puedo hacer es llevarte a tu casa porque ni loco regreso ahí adentro.

(Veo salir a Diana y viene echa una furia tanto que lo agarra a golpes con la bolsa y en la otra mano trae mi bolsa)

--Idiota que te crees.

--Diana basta déjalo así él ya se va.

--Perdón señoritas.

--Pero él te saco de...

--Si y con eso ella salvo mi vida.

--Mira idiota te me vas, pero así (Tronando los dedos)

--No, por favor yo las llevo a su casa, es lo menos que puedo hacer por quien acaba de salvar mi vida de una buena golpisa.

(Diana me ve y yo solo puedo levantar los hombros en señal de que no se nada de lo que pasa porque él me jalo hasta acá afuera y solo dijo que le iba a pegar)

--No, piérdete.

(Pedimos un taxi y nos fuimos corriendo de ese lugar. Al llegar está el señor del centro de rehabilitación)

--¿Paso algo con mi hermana?.

--Si, lo siento, pero ella se escapó y pensamos que estaría aquí con ustedes.

--Por dios, nosotras la encerramos ¿Cree de verdad que ella vendría aquí?.

--Lo siento.

--Otra vez volvemos al principio.