En este mundo puedes elegir dos cosas, ser un super héroe o una persona normal. Toda la población de la humanidad tiene por lo menos un poder, pero en el siglo XXI nace una persona que cambia por completo la humanidad y el planeta.
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La chica rápida
La pelea se complicaba cada vez más para Junior. No sabía cómo salir de esa situación y se puso a pensar en una estrategia. Pero la chica, sin darle tregua, volvió al ataque, golpeándolo con rapidez. En medio de la intensidad del combate, un chico se acercó al profesor Rubén y preguntó:
—¿No era muy rápido? —inquirió el chico, curioso.
—Lo es —respondió el profesor Rubén—, pero es difícil esquivar golpes a esa velocidad, especialmente para alguien con híper movilidad.
Era realmente complicado vencer a alguien que poseía súper velocidad, y también lo era para aquellos con híper movilidad. Por esa razón, las peleas entre personas con esas habilidades eran siempre interesantes. La chica logró dejar a Junior en el suelo y, poco después, le propinó una fuerte patada en el estómago. Junior voló lejos, escupiendo sangre al aterrizar. Se levantó con dificultad, se limpió la sangre de los labios y tomó aire.
La chica lo observaba, sin saber si sentirse feliz o triste al ver que Junior continuaba en pie. Sin embargo, el tiempo se agotaba para que uno de los dos ganara. Por otro lado, Ome había eliminado al último miembro del equipo de noveno dos, y Nicole había logrado sacar a varios oponentes más. Así, solo quedaban ocho competidores, y Nicole seguía en la lucha.
Junior quería pensar en una estrategia, pero la rapidez de la chica le complicaba la tarea. Ella se lanzó nuevamente al ataque, pero en un momento de inspiración, Junior se elevó por los aires, atrayendo la atención de todos, incluido el profesor Ruben. Desde su posición elevada, Junior proclamó:
—Aquí estoy bien. Debo pensar en algo. Pero de momento... —dijo, estirando los brazos.
Junior comenzó a lanzar ataques eléctricos desde el cielo. Sin embargo, la chica esquivaba sus descargas con facilidad, y las explosiones resonaban en el campo, generando caos. Por accidente, Junior hizo explotar a algunos de los que peleaban contra Ome, dejando al equipo de Junior, la chica y un equipo de noveno tres. Ome, con una determinación admirable, comenzó a pelear contra ellos, mientras que Nicole esquivaba los ataques eléctricos de Junior.
A pesar de sus esfuerzos, Ome fue derribado y se desmayó del cansancio, lo que resultó en su descalificación. La chica seguía esquivando los ataques de Junior con una agilidad impresionante, corriendo de un lado a otro mientras él continuaba lanzando rayos. Las explosiones eran la única cosa visible para los espectadores en el exterior, creando un espectáculo impresionante.
En un momento crucial, la chica corría hacia Junior, pero Nicole se interpuso en su camino para detenerla. Al hacerlo, ambas salieron volando, y la chica quedó en el suelo, aturdida por el impacto, mientras que Nicole quedo fuera del campo. Junior se detuvo y notó dos cosas: que él y la chica eran los únicos que quedaban en pie y que había descubierto su punto débil. Regresó al suelo, y la chica lo miraba con confusión. Desde la distancia, el gordo se reía, convencido de que Junior estaría mejor en el aire y que pronto recibiría una paliza. Sin embargo, Nicole sabía que Junior estaba ideando un plan.
La chica miró a Junior y dijo:
—Eres resistente. Pero acabemos con esto.
—De acuerdo —respondió Junior, colocándose en guardia.
—¡LES QUEDAN CINCO MINUTOS! —gritó el profesor Rubén.
Ambos se lanzaron al ataque, y explosiones de tierra comenzaron a sacudir el campo de batalla. Todos los que estaban afuera no podían ver nada debido al polvo y la confusión. Los estudiantes de décimo y undécimo miraban sorprendidos; ellos no habían causado tal estruendo cuando les tocó pelear.
Lo que no veían era que, a pesar de las explosiones y el caos, Junior estaba recibiendo golpes, pero se recuperaba rápidamente. Comenzó a darse cuenta de que su híper movilidad le estaba permitiendo moverse más rápido. No tanto como la chica, pero podía igualar un poco el ritmo. La tensión aumentaba entre los espectadores, ansiosos por ver qué sucedía, pero las explosiones de tierra no les dejaban vislumbrar la escena.
Cuando el polvo se asentó, ambos se apartaron. La chica tenía la cara voltiada, y su labio sangraba. Junior sonrió al verla, y el murmuro de los espectadores se hizo evidente.
—¡Logró golpearla! —exclamó Karoth, entusiasmado.
—¡Jajajaja! ¡Qué bien! Pero por mi súper fuerza, ya estás sangrando —le dijo Junior, confiado.
—Vaya, ya lo sabía. Pero tienes razón —contestó la chica, con un atisbo de admiración.
Ambos continuaron luchando, y las explosiones de tierra reanudaron su espectáculo. Se acercaron el uno al otro y se golpearon simultáneamente: la chica le dio un puñetazo en la cara a Junior, y él le impactó en el estómago. Junior escupió un poco de sangre, mientras que la chica, al recibir el golpe, soltó un gemido de dolor. Se tocó la barriga y vomito sangre, ya igual de lastimada que él.
La chica lo miró con una sonrisa desafiante, y el profesor anunció:
—¡UN MINUTO!
—No esperaba menos de ti. Acabemos rápido —le dijo la chica.
—Sí —respondió Junior, determinado.
Los dos se lanzaron de nuevo al combate con una rapidez impresionante. El profesor observaba el reloj, mientras los de afuera no querían perderse un segundo del espectáculo. La chica de décimo grababa todo con su teléfono, capturando cada momento de la intensa pelea.
Al chocar, una gran explosión de tierra sacudió el campo, haciendo retroceder a todos. Cuando el polvo se disipó, se vio que Junior había atrapado a la chica. Ella soltó su brazo izquierdo y le propinó un fuerte puñetazo en la cara. Sin embargo, Junior apretó su brazo derecho para que no pudiera escapar.
—Eres rápida, lo admito. Pero si te atrapan, estás perdida —dijo Junior, mientras acumulaba electricidad en su brazo.
Con un último esfuerzo él le dio un fuerte golpe de electricidad y la saco del campo, Junior ganó, y la chica quedó aturdida. Todos los presentes miraban impresionados. La chica que había grabado la pelea subió el video a YouTube, y en poco tiempo, la visualización alcanzó cifras sorprendentes.
El profesor Rubén mandó a todos a curarse y a tomar un descanso. Ya en el recreo, Junior escuchaba música y caminaba para evitar que todos lo rodearan. Pero, de repente, alguien le quitó los audífonos. Era la chica rápida. Ambos caminaron juntos y comenzaron a hablar:
—Saavedra, eres muy fuerte —le dijo la chica, admirada.
—Gracias. ¿Y cómo te llamas? —preguntó Junior, intrigado.
—Sara Figueroa.
—Ah, bueno —respondió Junior, sonriendo.
Siguieron caminando, mientras el video de su pelea ya había llegado a las cien mil visitas. Los décimos miraban a los dos con ansias de querer enfrentarlos en el futuro.