Reencuentro.

Me encuentro en medio de este circo bien montado rodeado de personas falsas que de frente te sonríen mientras te dan sus buenos deseos y a tus espaldas te clavan mil puñales sin consideración alguna.

Odio verme forzado a también tener que fingir como lo hacen todos ellos, pero lo que realmente me disgusta es la mujer que sonríe alegre aferrada a mi brazo.

Mi esposa por 17 largos años. Cataleya Santa Cruz, futura ex esposa diría yo.

No veo la hora de por fin ponerle fin a la más grande de las farsas qué es mi propio matrimonio.

_ Discúlpame iré a brindar con mi amigo. (Me sacó de encima su mano)

_ Bueno querido. Pero no tardes sabes que no puedo estar lejos de ti mucho tiempo mi amor.

Las personas presente sonríen apenadas por su patética actuación, mientras yo solo le doy la espalda y me alejo lo más que puedo.

Estos 17 años han sido un verdadero infierno y solo lo he soportado por mi hija Dilayla, pero ahora que ella está a punto de ser mayor de edad por fin podré ser libre.

Mientras tengo una charla con mi amigo mi mirada se centra en la hermosa mujer que está ingresando.

_ No me lo puedo creer ¿Cristina?

_ Qué te sucede Malcolm.

_ Abel tú ves lo que yo veo.

Dirijo su mirada a la mujer.

_ Hermano esa no es...

_ Sí es mi Cristina.

Intento correr a su encuentro, pero Abel me lo impide.

_ Espera Malcolm. No ves que no estás sola.

_ Eso a quién rayos le importa.

_ A todos los presentes en especial a tu esposa que ya te echó la mirada.

_ Abel es Cristina no puedo no ir por ella.

_ Escúchame hermano. Esto fue hace más de 20 años atrás tú te casaste y tienes una hermosa hija y ya parece que ella también siguió con su vida. Por qué no sueltas el pasado de una buena vez.

_ No puedo hacerlo no puedo y no quiero nosotros nunca pudimos despedirnos no pienso desperdiciar esta oportunidad.

_ Está bien déjame acompañarte al menos.

Al llegar a su lado puedo percibir su dulce perfume es el mismo de hace más de 20 años, ese que aún vive fresco en mi memoria. Abel es el primero en saludar.

_ Buenas noches. Mi nombre es Abel Martínez es un placer conocerlos.

_ Buenas noches yo soy...

La conversación es interrumpida por la mujer que llega en cuestión de segundos.

_ No me lo puedo creer Cristian eres tú.

_ Cataleya tantos años sin verte.

_ Al principio dudé, pero efectivamente eres tú y esta mujer a tu lado es alguna noviecita de turno.

La mujer no pierde tiempo el meter cizaña mientras Cristina se mantiene tranquila ante sus insinuaciones.

_ Claro que no. Ella es mi esposa Cristina Lower.

_ Ja Ja que mala broma. Discúlpame querida. ¿Pero tú el Playboy número uno casado?

_ Así como lo escuchas llevo 20 maravillosos años casados con esta hermosa dama y sumando.

_ De verdad me lo estás diciendo Cristian..

_ Mucho gusto.. ¿Señora?

_ Disculpa mis malos modales es un placer yo soy Cataleya y este hombre junto a mí es mi increíble y amado esposo Malcolm Sangenis. Nosotros llevamos 17 años casados y aún nos amamos como el primer día.

_ Por fin conozco al hombre de tu vida. Hola amigo yo soy Cristian Pedroso.

_ Igualmente. (actuó cortante aunque en realidad quiero matarlo por estar junto a Cristina)

_ Cariño si quieres quedarte con tus amigos iré al tocador. Ya que me doy cuenta que no soy bienvenida para alguno de tus conocidos.

Cristina clava su mirada en Cataleya.

_ Si lo dices por mí querida ya me disculpé por mis malos modales.

_ Se nota que tiene muy malos modales si me disculpa yo no estoy para escuchar estupideses de mi esposo y mucho menos para que me traten como la de turno.

Cataleya aunque intenta mantener la compostura su rostro la traiciona.

Cristian nota la atención entre ambas mujeres y decide ponerle fin antes de armar un escándalo.

_ Está bien cariño. Ve tranquila yo te espero aquí.

Observo como a la mujer que tanto amé y aun amo se marcha sin siquiera mirarme. Le hago una seña a Abel y este la entiende de inmediato para mi suerte.

_ Malcolm acompáñame por unas bebidas para nuestro nuevo amigo.

_ Claro discúlpenos por un momento.

Ambos se alejan apresurados.

_ Veo que tu esposo aún no te quiere querida Cata.

_ Ni hablar aun así todavía sigue siendo mío y eso es lo importante. Él es mi esposo y eso no cambiará. ¿Cómo fue que tú te casaste?

_ Solo sucedió Cristina es una mujer increíble a la que aprecio demasiado.

_ ¿De verdad eres el Cristian que yo conozco?

_ Ja Ja Ja Claro que sí lo soy sólo que encontré a la mujer indicada.

Busco desesperado a Cristina entre la multitud me siento como un adolescente otra vez, la encuentro pensativa mirando hacia el jardín.

_ Cristina.

Ella voltea lentamente y vuelvo a sentir mi corazón acelerado por primera vez en muchos años.

_ Qué desea señor Malcolm.

_ Cristina no seas tan fría conmigo por favor no sabes por cuánto tiempo te busqué.

_ No parece que fuera mucho. Ya que tienes una hermosa esposa hace 17 años.

_ Bueno tu matrimonio es de hace 20 años atrás, veo que lo que vivimos no significó lo mismo para ambos.

_ Si ya terminaste de hablar me gustaría retirarme.

_ No espera de verdad te busqué y nunca te olvidé Cristina.

_ Pasaron 20 años Malcolm, no dos o tres fueron 20 malditos años.

_ Lo sé y aún sigues tan hermosa como la última vez que te vi amor.

No me puedo resistir más y la beso, extrañaba tanto cada centímetro de su pie Cristina no tardó en apartarse y darme una fuerte bofetada.

_ Nunca más en tu vida me vuelvas a poner un dedo encima.

_ Me separaré de Cataleya y te recuperaré.

_ Esa sería la peor decisión de tu vida.

_ No.. La peor decisión que cometí fue perderte. Cristina mi vida entera se basa en aquel año junto a ti.

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