LA HISTORIA DETRÁS DE LA VILLANA.

Esa noche me preparo muy emocionada. Despues de una larga ducha me coloco un conjunto de ropa interior que compré especialmente para Amadeo.

Casi al llegar la hora escapo por la ventana, mis padres ni siquiera notarán mi ausencia. Nunca lo hacen y ya he olvidado la última vez en que me desearon un feliz cumpleaños.

Llego al lugar pactado donde Amadeo ya me espera. Me subo a su auto rápidamente Y juntos nos vamos a un motel. En el camino me entrega un ramo de rosas como obsequio.

_ Gracias cariño, eres tan dulce. Pero sabes perfectamente que lo que yo quiero eres tú.

_ No te preocupes Irina. Yo también seré tu regalo está noche.

Al llegar a la habitación me deshago rápidamente de mi vestido y le muestro todo lo que le pertenecerá desde esa noche.

No tarda mucho y se abalanza sobre mí. Ambos nos devoramos con lujuria.

Entre besos y caricias me convierte en mujer.

¡En su mujer!

Aunque había escuchado que la primera vez duele mucho. Yo no sentí dolor alguno, solo placer. Ese placer de estar en los brazos de quién amas. Fue la sensación más mágica de toda mi vida.

Aún hoy en día recordar esa noche me sonroja. Fue la experiencia más maravillosa de la vida. Es increíble que después de tantos años mi corazón solo le pertenezca a él. Mi amado Amadeo Fernández. Mi profesor y mi primer y único amor.

Después de esa noche nuestros encuentros se volvieron más exigentes. Lo quería a toda hora conmigo.

Solíamos hacerlo en su oficina y también cada vez que Amadeo se podía escapar de su casa en moteles lejanos a la zona.

Pero Amadeo tenía una familia que lo esperaba día a día. Una esposa y una hija de 2 años de edad.

Era algo con lo que yo no podía competir.

Aun así me gustaba provocarlo con mensajes hot los fines de semana o le dejaba marcas de mis besos en su cuerpo tratando de que su esposa sospechara y así por fin fuera libre solo para mí.

Pero aún así no obtuve lo que quería. No se si esa mujer era ciega o simplemente no quería ver que su esposo tenía a otra mujer que lo complacia.

¿Que se me arrepiento de robarle el esposo a otra mujer?

Bueno ahora sí, pero en aquel entonces no.

La odiaba por impedirme estar con el hombre que yo amaba. Sabía que lo que hacíamos estaba mal, pero la carne llamaba y éramos débiles ante el deseo que sentíamos el uno por el otro.

Y a fin de cuentas esa mujer solo tuvo suerte de llegar primero, pero Amadeo me amaba a mí Y eso nadie lo podía cambiar.

Después de un año completo siendo su amante nuestro secreto quedó expuesto y no pudimos hacer nada para defender lo indefendible.

Otra maestra nos vio Ingresar a un motel donde ella y su esposo pasaban la noche.

Para nuestra desgracia era la habitación conjunta a la de ellos. Pero no nos dimos cuenta asta que fue demasiado tarde.