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Más Allá Del Acuerdo

Más Allá Del Acuerdo

Status: Terminada
Genre:Romance / Yaoi / CEO / Completas / Omegaverse / Embarazo no planeado / Pareja destinada
Popularitas:10.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Unknown

Junsu, un sigma que oculta su verdadera naturaleza, con el peso de los prejuicios en su vida, sobreviendo en un mundo que lo rechaza. Junsu se ve envuelto en un falso acuerdo amoroso con Hyunmin, su jefe, un alfa. Lo que comienza como una farsa para salvar las apariencias y un futuro impuesto, pronto se transforma en una conexión genuina que ninguno de los dos esperaba.

Advertencia de non-con

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El evento

Los días que siguieron fueron agotadores. Las miradas se sentían como un peso adicional que debía cargar, no solo de mis compañeros de trabajo, sino de todos los que me rodeaban. Hyunmin, con su porte imponente y su apariencia de alfa dominante, atraía la atención de manera inevitable. Era reservado y no particularmente sociable, pero había algo en él que hacía que las personas se devolvieran a mirarlo, como si su estatus y presencia lo hicieran destacar en cualquier lugar.

Me imaginaba que el aroma de sus feromonas debía ser bastante atractivo, aunque, debido a la medicación no podía percibirlo. Aún asía había momentos en que podía sentir que Hyunmin se esforzaba por ocultar sus feromonas, como si quisiera que nadie notara lo que realmente era, como si quisiera mantenerse alejado del foco de atención, pero a pesar de su discreción, su esencia dominante era inconfundible.

Durante el almuerzo, Hyunmin me llevaba a restaurantes lujosos, lugares donde la elegancia y el refinamiento eran la norma. Cada vez que me sentaba a la mesa, una sensación de culpa me invadía. Sabía que el precio de esas comidas era ínfimo en comparación con la fortuna que Hyunmin poseía. Era el tipo de dinero que podía gastarse sin pensarlo dos veces, mucho más de lo que yo podría gastar en toda mi vida.

Me sentía fuera de lugar en esos entornos opulentos. Mientras observaba los platos decorados artísticamente y escuchaba el murmullo de conversaciones de gente adinerada, no podía evitar preguntarme si realmente merecía estar allí. La diferencia entre nuestras vidas era palpable, y cada bocado que tomaba me recordaba que estaba jugando un papel que no era el mío.

Hyunmin se mostraba atento y amable durante esos almuerzos, haciéndome sentir como si realmente importara, pero la ansiedad seguía acechando en el fondo de mi mente. A menudo, sentía que era una especie de impostor, alguien que no encajaba en ese mundo de lujo y privilegio. En cada conversación, intentaba mantenerme firme, pero era difícil no sentirse menos cuando la realidad de nuestras situaciones se hacía tan evidente.

En esos momentos, la preocupación por el evento del viernes se hacía más fuerte. La idea de tener que presentarme frente a tantas personas, rodeado de miradas curiosas y juiciosas, era aterradora. Aunque Hyunmin trataba de calmarme, mis inseguridades nunca paraban de acechar, arrastrándome a un mar de dudas y ansiedad.

El viernes llegó con una mezcla de nervios y ansiedad. Después del trabajo, tomé un taxi que Hyunmin pagó, una pequeña indulgencia que solo aumentaba mi tensión. Al llegar a casa, la realidad de lo que iba a suceder se asentó sobre mí como un manto pesado. Debía prepararme antes de que Hyunmin pasara a buscarme, y la presión de hacerlo bien me hacía sentir aún más inquieto.

Tomé mi segunda ducha ese día, el agua tibia ayudaba a calmar un poco mis nervios. Me aseguré de perfumarme con mi mejor fragancia, aunque con precaución, pues no quería saturar el ambiente, especialmente no el de Hyunmin, Cada paso de mi rutina se sentía como una pequeña victoria, pero a medida que avanzaba, también aumentaba mi ansiedad.

Cuando llegó el momento de ponerme la blusa que había elegido, mi corazón latía con fuerza. Antes de vestirla, me tomé un tiempo para maquillar las cicatrices en mis brazos y muñecas, las marcas de mi pasado que no quería que nadie viera, y mucho menos Hyunmin. Con cada toque de corrector, intentaba disimularlas lo suficiente para que no se asomaran a través de la sutil transparencia de la ropa. Quería dar la mejor impresión posible, y esas cicatrices claramente no ayudaban.

Después de vestirme, guardé mis ansiolíticos de emergencia en mi pequeño bolso. junto con mis llaves y mi billetera. La medicación era un recordatorio constante de que necesitaba estar preparado para cualquier eventualidad, especialmente con el evento que se avecinaba.

Peiné y utilicé mi cabello una última vez, intentando que todo se viera lo más pulido posible. Con una mezcla de determinación y miedo, fui a la sala y me senté, esperando a Hyunmin. Mis dedos jugueteaban nerviosamente controlados por la ansiedad. Nunca antes me había sentido tan consciente de mi apariencia, pues cada detalle me parecía crucial. El tiempo parecía alargarse mientras esperaba, y en esos momentos, todas mis inseguridades resurgían, burbujeando bajo la superficie.

Finalmente, el sonido del motor del auto de Hyunmin llegó hasta mis oídos. Miré hacia la ventana, conteniendo la respiración mientras esperaba que se detuviera. La idea de salir al mundo exterior, de ser visto como su pareja en un evento tan público, me llenaba de miedo y expectativa a la vez, sin embargo, en ese instante, todo lo que podía hacer era tratar de tranquilizarme y recordar que, por alguna razón, Hyunmin había elegido que yo estuviera a su lado.

Me levanté del sofá, respirando hondo y recordándome que no podía dejar que los nervios me dominaran. Abrí la puerta justo cuando Hyunmin salía del auto y caminaba hacia mí. Era la imagen perfecta de control y elegancia, su traje impecablemente cortado, y su mirada cuando se posó en mí cambió a algo más suave, quizás.

-Te ves bien, Junsu.- Dijo con una pequeña sonrisa, una de esas raras expresiones que apenas alcanzaban a curvar sus labios.

-Gracias…- Murmuré, recordándome lo consciente que estaba de mi ropa y apariencia en general. Me había esforzado tanto en disimular mis cicatrices y elegir el atuendo adecuado, peri su aprobación me desarmaba más de lo que me hubiera gustado admitir.

Subí al auto y durante el trayecto hacía el hotel donde sería el evento, traté de concentrarme en cualquier cosa menos en lo que nos esperaba. Las luces de la ciudad pasaban a nuestro alrededor, pero no lograban distraerme del nudo que sentía en el estómago. Hyunmin no dijo mucho más durante el viaje, ese era su estilo, reservado y tranquilo, pero cada tanto sentía sus ojos sobre mí, como si estuviera evaluado si todo estaba bien.

Al llegar al hotel, la opulencia del lugar fue lo primero que me golpeó. Era uno de esos lugares donde cada detalle gritaba lujo, desde las enormes lámparas de cristal que colgaban del techo hasta los espejos dorados en las paredes. Apenas pusimos un pie dentro, todas las miradas se volcaron hacia nosotros. No sabía si era mi imaginación o si realmente podía sentir la presión de esas miradas atravesándome como cuchillos.

No era solo mi apariencia lo que llamaba la atención, sino el hecho de que yo, un supuesto beta, estaba con un alfa dominante como Hyunmin. Era algo que no encajaba en los moldes sociales. Los alfas dominantes debían estar con omegas, especialmente omegas que compartieran su estatus social. Las parejas de alfas y betas hombres siempre habían sido mal vistas, casi como un tabú en nuestra sociedad. No podía evitar sentirme como un pez fuera del agua, pero traté de mantener la compostura, siguiendo a Hyunmin como si nada de esto me afectara.

-Hyunmin, qué gusto verte aquí.- Una voz profunda resonó frente a nosotros.

Un hombre alto y bien vestido se acercó, estrechando la mano de Hyunmin con familiaridad. Yo permanecí a su lado, esforzándome en no mostrar el nerviosismo que sentía.

-Park, un gusto verte también.- Respondió Hyunmin con esa naturalidad que tanto envidiaba. Luego, casi como un gesto casual, me presentó. -Este es Junsu, mi pareja.-

El silencio que siguió fue palpable. Los ojos del hombre se dirigieron hacia mí, primero con curiosidad, luego con una pizca de sorpresa. Me sentí diminuto bajo esa mirada, pero traté de mantener la compostura.

-Un placer conocerte.- Dijo, finalmente, extendiéndome la mano.

-Igualmente.- Respondí, esforzándome por mantener mi tono de voz firme mientras le devolvía el apretón.

A medida que avanzábamos por la sala, el mismo escenario se repetía una y otra vez. Hyunmin saludaba a diversas personas, todas del mismo círculo social, todas con la misma reacción cuando me presentaba como su pareja. Algunas disimulaban mejor la sorpresa que otros, pero las miradas de juicio eran claras. Yo sabía lo que todos pensaban, se preguntaban cómo podía un ala dominante como Hyunmin estar con un beta, y más aún siendo hombres.

Cada encuentro me hacía sentir como si estuviera bajo un microscopio, pero Hyunmin nunca vaciló. Me mantenía cerca, su mano a veces en mi espalda o en mi brazo, un gesto que parecía protector, pero que también servía para reforzar la imagen que estábamos intentando proyectar. A pesar de su habitual seriedad, era claro que estaba jugando bien su papel. Me daba la seguridad que necesitaba, aunque fuera difícil admitirlo.

-No te preocupes por ellos.- Murmuró Hyunmin en algún momento, inclinándose ligeramente hacia mí mientras nos alejábamos de un grupo de invitados. -Están sorprendidos, pero eso es justo lo que necesitamos.-

Asentí, aunque mis manos aún temblaban levemente. No quería admitir cuánto me afectaban las miradas, las susurrantes conversaciones que se detenían cuando pasábamos cerca. Sentía que todo lo que había tratado de ocultar durante tanto tiempo estaba a punto de revelarse, y esa era una de mis peores pesadillas. Aún así, la confianza de Hyunmin, su seguridad inquebrantable, era lo único que me mantenía firme, al menos un poco.

A pesar de la cierta seguridad que Hyunmin me daba, el tiempo pasaba lentamente. Cada segundo se sentía eterno, como si el aire en la sala estuviera impregnado de una tensión que solo yo podía percibir. Las sonrisas y los murmullos a mi alrededor eran ensordecedores, y aunque intentaba mantenerme firme al lado de Hyunmin, la ansiedad solo crecía dentro de mí. Mi respiración se volvía más rápida y el nudo en mi estómago parecía apretarse cada vez más. Necesitaba un momento a solas, un respiro de este lugar que amenazaba con aplastarme.

-Voy al baño un momento...- Le susurré a Hyunmin, mi voz más tensa de lo que quería.

Él asintió brevemente, con sua tención dividida entre mí y la conversación en la que estaba inmerso. Me escabullí entre la multitud en busca del baño, tratando de no llamar la atención mientras me alejaba. La sala del baño era un refugio temporal, un espacio donde, por unos minutos, nadie me miraba ni juzgaba mi presencia.

Me acerqué al lavamanos y dejé correr el agua fría. Me mojé el rostro con las manos temblorosas, esperando que el contacto frío me ayudara a despejar la mente. La imagen que me devolvió el espejo no me reconfortaba en lo más mínimo. Bajo la fachada bien arreglada, el maquillaje que ocultaba mis cicatrices y la ropa que me quedaba como un disfraz, confirmé que me veía exactamente como me sentía, como alguien fuera de lugar, un impostor.

Saqué el blíster de ansiolíticos de mi bolsillo, deslizándolo entre mis dedos como si fuera un salvavidas. Tomé una dosis, sabiendo que necesitaría su efecto lo más rápido posible para sobrevivir el resto de la noche sin caer en un ataque de pánico. Tragué las pastillas con el agua de la llave y respiré profundamente, intentando calmar mis pensamientos.

Después de unos minutos, me sentí lo suficientemente estable como para regresar, pero al salir del baño y regresar al salón, me di cuenta que había perdido de vista a Hyunmin. Mi corazón dio un vuelco y mi mente comenzó a imaginar todo tipo de escenarios. Me preguntaba dónde estaba y qué dirían si me veían soo.

Mis ojos escanearon la multitud, tratando de encontrar a Hyunmin entre las figuras bien vestidas y los trajes elegantes, pero antes de que pudiera localizarlo, alguien más me interceptó. Un hombre de aproximadamente la misma edad que Hyunmin se acercó a mí con una sonrisa que me puso nervioso. Aunque no podía confirmarlo, su porte y la forma en que me miraba me indicaban que probablemente era otro alfa.

-No te había visto antes.- Dijo con una voz profunda y medida, un tono que transmitía confianza. -Soy Choi Minseok.-

Le devolví la mirada, sintiéndome incómodo bajo su escrutinio. Su mirada era incisiva, como si estuviera evaluando cada aspecto de mi apariencia, desde la ropa hasta cómo me mantenía de pie.

-Yeon Junsu.- Respondí en un tono más bajo. -Un placer.-

-Ah, el famoso Junsu. Debes saber que sou un viejo amigo de Hyunmin.- Comentó con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos. -Debo decir que, a pesar de que eres un beta, Hyunmin tiene buen gusto.-

Me quedé helado ante ese comentario, pero no dije nada. Era algo que había estado temiendo desde el principio. A los ojos de muchos, no encajaba con alguien como Hyunmin. Él era un alfa dominante y yo, alguien que se hacía pasar por un beta. La manera en que Minseok había hecho ese comentario tan casualmente, como si mi supuesta casta fuera algo que podía obviarse por una buena apariencia, me revolvió el estómago.

-Gracias… supongo.- Murmuré, sin saber qué más decir.

Minseok me estudió un poco antes de tomar dos vasos de whisky de uno de los meseros que pasaban con bandejas y ofrecerme uno. Lo levantó con una sonrisa, como si se tratara de un brindis entre conocidos.

-Toma, un trago no te hará daño mientras esperas a Hyunmin.-

-No, gracias.- Dije rápidamente, recordando las pastillas que había tomado hace unos minutos. -No bebo.-

Minseok arqueó una ceja, como si mi negativa fuera algo extraño.

-Vamos, es solo un poco de whisky. No te va a matar.-

Mi nerviosismo creció, pero no quería crear una escena ni llamar más la atención. Dudé por un segundo antes de tomar el vaso, sabiendo que estaba cometiendo un error, pero Minseok ya me estaba mirando con una expectativa que me hacía sentir pequeño.

-Salud.- Dijo, levantando su propio vaso y bebiendo de un trago.

Con las manos temblorosas, levanté el vaso y lo llevé a mis labios. Apenas bebí un sorbo y el sabor fuerte del alcohol ya estaba quemando mi garganta. Sabía que no debía hacerlo, que mezclar alcohol con pastillas era una mala idea, pero en ese momento, era manipulable y no vi otra salida. Lo único quería era que esa interacción terminara.

Minseok sonrió, satisfecho, y apoyó su vaso en una mesa cercana.

-Sabes, siempre me ha sorprendido cómo alguien como Hyunmin puede ser tan reservado. Nunca imaginé que terminaría con un beta, pero… ya ves. El destino tiene formas curiosas de sorprendernos, ¿cómo lo haces?-

-¿Hacer qué?- Pregunté, sintiendo la incomodidad crecer dentro de mí.

-Mantener su atención. Los alfas dominantes como Hyunmin suelen ser.. difíciles de complacer. Supongo que debes ser más interesante de lo que pareces a simple vista.-

Su tono era burlón, como si todo esto fuera un  juego para él. Aunque traté de mantener la compostura, cada palabra suya me hacía sentir más pequeño, más insignificante. El vaso de whisky en mi mano temblaba ligeramente.

El vaso de whisky se sentía frío en mi mano, pero el ardor en mi garganta seguía persistiendo. Traté de mantener la compostura, de no dejar que Minseok notara lo nervioso que estaba. Sentía que no tenía opción y que Minseok no iba a dejarme en paz, así que con su insistencia, terminé bebiendo el vaso entero. El sabor fuerte del whisky me quemó por dentro, pero tragué con rapidez, esperando que la incomodidad pasara pronto, sin embargo, la situación solo empeoraba y en un intento de mantener el control dejé el vaso a un lado.

-Así que… ¿cómo lo hiciste?- Preguntó Minseok, con una sonrisa sugerente en los labios. -¿Cómo conquistaste a alguien como Hyunmin? Alfas como él no suelen conformarse con un simple beta, pero tú… parece que lograste algo que muchos no podrían.-

Su tono, aunque juguetón, estaba cargado de condescendencia. Sentía su mirada sobre mí como si fuera una aguja clavándose en mi piel, desnudando cada una de mis inseguridades. Mi mente se tambaleaba, era la mezcla del alcohol y las pastillas que empezaba a nublar mis pensamientos.

-No… no es lo que piensas.- Murmure, mi voz sonaba débil incluso para mí.

Minseok soltó una risita burlona, dando un paso más cerca de mí. Su presencia me resultaba invasiva, y su proximidad me hacía sentir atrapado.

-Vamos, Junsu. Debes tener algún truco bajo la manga. Hyunmin no es alguien fácil de impresionar, ¿qué le ofreces que otros no?¿Es que tienes algo especial que aún no nos has mostrado?- Dijo mientras me miraba de arriba a abajo, el tono sugerente en su voz haciéndome sentir aún más pequeño.

El calor del alcohol comenzaba a subir a mi cabeza, y los efectos de los ansiolíticos hacían que mi visión se volviera borrosa. Todo a mi alrededor parecía moverse en cámara lenta, mientras yo trataba de mantenerme de pie, de mantener el control. Sentí mi cuerpo desobedecerme, y mis piernas comenzaron a temblar. El aire parecía demasiado espeso, y me costaba respirar. Todo lo que quería era escapar, pero cada vez me sentía más atrapado.

-No… no sé de qué hablas…- Logré decir, aunque mi voz temblaba tanto como mis manos.

El suelo bajo mis pies se sentía inestable, y en un momento de debilidad, mi cuerpo cedió. Las fuerzas me abandonaron, y casi me caí, pero antes de que pudiera tocar el suelo, sentí unas manos firmes sosteniéndome. La familiaridad de ese toque me trajo algo de consuelo, incluso en medio del caos.

-¿Qué diablos le hiciste?- La voz de Hyunmin sonó cortante, llena de una furia que rara vez había oído. Me giré lentamente, mis ojos encontrando los suyos. Su rostro, que normalmente era una máscara de calma y control, ahora mostraba una expresión de ira contenida.

-Tranquilo, Hyunmin. Solo estábamos charlando, no es para tanto.- Respondió Minseok con una sonrisa, como si todo esto fuera un malentendido divertido.

-No pareces entender lo que estás diciendo.- Gruñó Hyunmin, mientras me sostenía con más fuerza, su brazo rodeando mi cintura. Su agarre era protector, casi posesivo. Podía sentir el calor de su cuerpo contra el mío, y aunque me sentía mareado y aturdido, había algo en esa cercanía que me hacía sentir, por un instante, seguro.

-De verdad, no pasa nada. Solo le ofrecí un poco de whisky.- Dijo Minseok con una sonrisa que se desvanecía lentamente bajo la mirada fulminante de Hyunmin.

-Está claro que no conoces los límites. SI ves a alguien así,no debes presionarlo a beber, no tienes ningún derecho.- Replicó Hyunmin, su tono más frío y peligroso. Era la primera vez que lo veía así, tan visiblemente molesto, como si Minseok hubiera cruzado una línea que no debía.

Minseok levantó las manos, en un gesto que pretendía ser pacificador, pero su sonrisa no ayudaba en absoluto.

-Vaya, no sabía que te habías vuelto tan posesivo, Hyunmin. No te preocupes, no pienso tocar lo que es tuyo.- Dijo con una risa contenida, sus ojos deslizándose una vez más hacia mí.

Sentí como mi estómago se revolvía con esa palabra, tuyo, que me dejaba como si fuera un objeto, algo que le pertenecía a Hyunmin. Mi mente estaba demasiado nublada para procesarlo completamente, pero la incomodidad estaba ahí, arraigada profundamente en mi pecho.

-Lo que es mío no es asunto tuyo.- Respondió Hyunmin, sus palabras cargadas de significado. Luego, sin dar tiempo a que Minseok replicara, me guió fuera de la sala, su brazo aún rodeando mi cintura mientras me ayudaba a caminar.

Cada paso que daba se sentía más pesado, como si mis piernas fueran de plomo. Mi mente seguía girando, intentando aferrarse a algún fragmento de lucidez. Hyunmin no dijo nada mientras me conducía hacia el auto, pero su presencia a mi lado era lo único que evitaba que me desplomara en el suelo. Las luces de la ciudad pasaban a nuestro alrededor mientras me ayudaba a entrar al vehículo, su rostro aún tenso con la sombra de la ira.

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azucena
bellísima historia, gracias por compartir tan hermoso trabajo, espero seguí leyendo más historias tuyas. Muchas gracias 🙂
Yendi Jaramillo Avila
Excelente
Ale Must
ya acabó, yo necesitaba más. estoy frustrada. necesitaba seguir leyendo sobre ellos dos, Yumin y Junsu
Nana_
Ay ahora que m acuerdo, en un parte decía que al jefesito le decian alfa por su aura dominante, pero que el siempre intenta guardar sus feromonas... Algo me dice que no es alfa, tengo esa rasquiñita, pero quien sabe, capaz estoy loca
Miriam Colque Challapa
Excelente
Ale Must
necesita alejarse de las personas por todo lo que le está ocurriendo y se pone a trabajar nada más y nada menos que en un bar
Unknown: Igual se dice por qué lo hace skendnrjdnfn
total 1 replies
Evelis Hidalgo Martinez
Excelente
Meiti 🥰🇲🇽
me encanto ☺️
Meiti 🥰🇲🇽
waooo, cómo siempre se ve prometedora tu próxima obra, gracias 🫂
Nidia Mojica
Creo no falta mucho para el final.
Nidia Mojica
Que triste todo lo que paso Junsu, de alguna manera su cuerpo quiso protegerse. Es bueno que Hyunmin lo acepte con todo. Ese bebé sera muy querido.
Meiti 🥰🇲🇽
excelente obra , es hermosa 😊
Meiti 🥰🇲🇽
es excelente, me encanta 😍
Meiti 🥰🇲🇽
ooo Por dios , esto es maravilloso,
Meiti 🥰🇲🇽
siento que se complican mucho, es más sencillo si , dijeran que se aman , xq es así , se aman , pero no , siguen en su rol , de que todo es un acuerdo 🫣
Nana_: Si, pero en parte era por los problemas de ansiedad e inseguridad de nuestro niño
total 1 replies
Nidia Mojica
🥰🥰🥰
Nidia Mojica
Que giro de.la historia empiezan a ser sinceros con ellos mismos. Gtacias por el capitulo.
pablo lew
tan pronto 😭 autor como y porque fue convertido en Sigma ? sus cicatrices deben ser por el maltrato que menciona
Nidia Mojica
Excelentes capitulos.
Nidia Mojica
Que cambio tan radical para Junsu. Cuando menos el suegro ya apoya.
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