Catalina

De regreso en la empresa, Enzo llamo a Catalina a su oficina, la mujer le resultaba un verdadero misterio que él quería resolver.

— Aquí está mi agenda, tú la manejarás a partir de hoy. — las palabras de Enzo eran frías y sin sentimientos.

— Bien, señor necesita algo más?. — pregunto Catalina igual de distante.

— No, ya se puede retirar, la espero mañana, que descanse. —

Enzo vio a Catalina darse la espalda y salir de la oficina sin ninguna reacción o expresión de incomodidad, realmente no tiene ningún interés en mí, pensó Enzo disgustado.

El continuo con su trabajo, el hombre era un adicto a este y cuando no estaba trabajando estaba buscando su otra adicción y estás eran las mujeres, esa noche al terminar lo que estaba haciendo prefiero regresar a su casa, por alguna extraña razón esa noche quería estar solo.

Estando en la soledad de su apartamento busco en internet información sobre la mujer que estaba trabajando para él, no podía sacársela de la cabeza, al cerrar los ojos solo la veía a ella, con su cabello negro, sus ojos azules, su blanca piel, esos labios que lo invitan a besarlos, esa piel que se ve tan suave, ese rostro que la hace parecer una muñeca, sus largas piernas, ese cuerpo tan bien tallado, era una mujer muy hermosa y él no sabía por qué ella le parecía conocida.

Con esos pensamientos al final logro dormirse, solo que no tuvo sueños muy placenteros que se diga, Enzo tenía una pesadilla que se repetía noche tras noche y esa era la cruz que siempre cargaba.

Por otro lado, Catalina ya se estaba instalando en su nuevo hogar, la casa no estaba nada mal, era una casa lo suficientemente grande para que vivieran las tres, era la típica casa residencial de nivel medio, lo único era que estaba ubicada al lado de una villa enorme, donde vivían las personas más importantes e influyentes de la ciudad, quien sabe en qué estaba pensando Isadora cuando la envío a ese lugar, pensó Catalina.

— Mami esta casa me encanta, mira tenemos hasta un jardín donde podré jugar. — la sonrisa de Isabel era genuina, la pequeña estaba realmente feliz de vivir en aquella casa.

— En serio te gusta, amor?. — pregunto Catalina sorprendida.

— Si, mami es genial y mi habitación me encanta, ven vamos a ver cómo quedó. — pidió Isabel muy emocionada.

Catalina acompañó a su hija a ver su habitación y le sorprendía que su hija estuviera feliz con un lugar tan modesto, es decir, en comparación con su habitación en el apartamento este lugar era muy inferior.

— Te gusta esta casa más que nuestro apartamento?. — pregunto Catalina intrigada por la respuesta que daría su pequeña.

— Mami no te vayas a molestar, pero esta casa me gusta mucho más, mi habitación es genial. — dijo la pequeña con su dulce voz.

— Bueno entonces me siento feliz de que tú estés feliz mi amor, ahora vayamos a cenar y luego a descansar, sabes que mamá empezó a trabajar. — respondió Catalina sonriendo.

Después de cenar llevo a la niña a su habitación, Isabel no tardó mucho en quedarse dormida, una vez Catalina confirmo que la pequeña dormía, fue a la sala y converso un rato con Alicia y después se fue a descansar, la habitación de Catalina era sencilla, pero muy cómoda, cambio su ropa de casa por su ropa de dormir, se acostó y cerró sus ojos, en su mente ella solo pensaba en la forma en la que acabaría con su supuesta familia y en como le pagaría a Isadora y a Daniel la pérdida que tendrán, aunque ella tenía suficiente dinero para hacerlo sin problema.

Con ese pensamiento se quedó dormida, solo que esa noche una pesadilla que tenía tiempo sin tener reapareció en su mente.

Recuerdo

— Diviértete hermana nuestros padres están de viaje y no se enterarán de esta salida. — grito Laura la hermana mayor de Catalina.

— Sabes que no me gustan estos lugares, yo prefiero irme. — respondió Catalina con mucho temor.

— Tranquila, voy por algo de tomar, mejor espérame aquí.

Laura se marchó dejando a Catalina sola, la joven estaba muy preocupada, ya que ella no estaba acostumbrada a estos lugares, pero Laura insistió en que celebrarán su cumpleaños en esta discoteca, al rato llego Laura con dos bebidas y le entrego una a Catalina y la otra se la tomo ella, al ver que su hermana menor no tomaba nada, Laura agarró el vaso y prácticamente la obligó a tomarse el contenido, Catalina se sintió mareada y una sonrisa malvada se dibujó en el rostro de Laura, siendo Laura una muchacha envidiosa quiso destruir la reputación de Catalina, así que la condujo a un cuarto de hotel donde un sujeto que ella había contratado estaría esperando a Catalina, dejándola sola a merced de aquel hombre que ella nunca vio, pues no quería que nadie la reconociera, Laura se marchó imaginándose todo lo que pasaría con su querida e inocente hermana.

Esa noche Catalina fue abusada por un desconocido y de ahí quedó embarazada de Isabel

Fin del recuerdo.

Catalina despertó sobresaltada y con un sentimiento de miedo que había superado hacía mucho tiempo, en posición fetal se abrazó fuertemente a su cuerpo y temblaba de miedo, ese sentimiento era lo único que la hacía sentirse débil e indefensa ante el mundo, ella sabía que su hermana era la culpable de lo que había pasado aquella noche, Laura la había drogado para que ese hombre se aprovechará de ella y logró su cometido, pero no solo eso ella también logró arruinar la reputación de Catalina y hacer que la familia la desterrara.

una vez termino de llorar ella se fue al baño y aseo su cuerpo, se tallaba tan fuertemente como si así pudiera borrar las huellas de las manos de aquel hombre tocándola, y haciendo lo que quiso con ella, aunque nunca supo quién fue ese infeliz, pues todo estaba oscuro y en su estado no se pudo enfocar en nada ella sabía que algún día lo encontraría y le haría pagar todo lo que le hizo.