Extraños

Nit

La alarma de mi celular hizo que despertara y aunque seguía con sueño sentí que descanse un poco, me di una ducha y me puse lo primero que vi en el closet, hoy tengo que entregar las fotos que había tomado ayer a la profesora Anna, me hice algo de desayuno, por primera vez en mucho tiempo que me daba chance de poder comer en la casa, Salí tranquilamente al trabajo del mercado, donde me esperaba mi amigo Alex.

-Buenos días, Alex- salude con un beso.

-Buenos días, hoy llegando temprano, debe caer un meteorito o algo así - se burla.

-Alégrate amargado, llegue temprano y casi nunca lo hago, mira que esta es mi última semana aprovéchame- lo abrace.

-No me lo recuerdes, mira que me harás mucha falta, ya no tendré a quien reclamar por llegar tarde- dice en voz baja mientras profundizamos el abrazo.

-No hablemos de eso entonces. Te cuento que ayer tuve mi primer trabajo como fotógrafa y creo que me fue bastante bien- le sonríe, no pude evitar recordar el incidente de la piscina y sonreí aún más.

-Felicidades- me da un beso en el cachete- ¿Cómo conseguiste ese trabajo? - me pregunta.

-La profesora me dio el trabajo ya que le gusto mi presentación- dije con orgullo.

-Te dije que era muy bueno lo que hiciste- dice recodándome todos esos días de angustia y el muy tranquilo.

-Lo sé, lo sé- subí mis hombros- no me culpes realmente estuve asustada esos días, no quería hacer un trabajo común, quería sobresalir- confesé.

-Y vaya que lo hiciste- me regala una sonrisa que yo con gusto correspondo.

Me dispuse a trabajar hoy me toca ordenar el pasillo tres cuatro y cinco, esta parte del trabajo me gusta mucho más que ser cajera, a veces las personas me agobian y en los pasillos suelo divertirme mucho más.

El trabajo fue bastante tranquilo y lo agradezco pues aún mi cuerpo necesita dormir un poco más, de despido de mis compañeros y me dirijo al instituto, la verdad estoy un poco nerviosa ya que entregaría las fotografías y aunque a mi parecer están perfectas, no es lo mismo una experta en el tema.

Al llegar al instituto, vengo distraída viendo mi cámara donde podía observar las fotos del evento.

-Oye fotógrafa- escucho que alguien me grita y al voltear veo que el chico sexi viene detrás de mi caminando bastante rápido, me sorprendo un poco, más por la rapidez que descubrió donde estudió, imagine que intentaría hacer algo así, se nota que no es el tipo de chico que se queda con una pequeña broma, vuelvo a caminar hasta

la puerta del instituto, haciéndome la desentendida y como si no fuera conmigo. -Espera nena, aquí te quedas conmigo- me sujeta por el brazo y me hace verlo a los ojos, yo sonrió con picardía y superioridad.

-¿Qué te pasa?, yo no te conozco eres un extraño- dije mientras me solté de su agarre.

-Como no te vas a acordar de mí, si me lanzaste a la piscina- me dice con su cara de ofendido, pero yo pongo mi mejor cara de ofendida.

-Creo que te confundes de persona- dije subiendo mis hombros- O de fotógrafa- le sonrió, me metí en el instituto sin darle chance a que reaccione, cuando se dio cuenta quiso entrar, pero el vigilante lo detuvo.

-¿Su identificación?- el guardia aunque es bastante mayor, es muy alto y fornido, el chico sexi se detuvo por completo.

-Eh, eh- tartamudeó- Vengo con ella- le dice señalándome, el vigilante voltea a verme.

-No- batuquee mi cabeza en forma de negación- No Martin, nunca he visto he visto a ese hombre es un total desconocido y tampoco es alumno de esta institución no lo dejes entrar- lo puse en alarma, el vigilante hizo que retrocediera unos cuantos pasos, mientras yo me acerco a Martín para decirle algo en su oído- Lo más seguro es

que te pregunte cuando salgo, no le digas hasta que te ofrezca mínimo cincuenta euros- le susurré, el asintió con una sonrisa maliciosa, le guiñe el ojo y al ver al chico sexi, le regale una sonrisa, me despedí con la mano y me fui de ese lugar.

La profesora ya había llegado, está entregando los trabajos con sus respectivas notas, note como la gran mayoría esta nerviosa, no niego que al igual que yo, pero el hecho que ya me haya llamado y decir que le gusto mi trabajo hace que me calme muchísimo.

-Aquí tienes el tuyo Nit, felicidades me gustó mucho tu trabajo- al escuchar esas palabras y ver la nota que me dejo me emocione, este trabajo es uno de los últimos, pero el más difícil y el hecho que lo pase con la nota máxima, me llena de orgullo, hoy solo era entrega de nota así que la clase fue rápida- Nit- me llama la profesora y me acerco a ella con las fotos del evento.

-¿Cómo te fue ayer?- me preguntó curiosa.

-Creo que muy bien, gracias por la oportunidad, por cierto aquí tiene el pendrive con las fotos y aquí saque algunas para que las vea- la profesora observa las fotos bastante detalladas.

-Muy buen trabajo Nit, me gustaron bastante- ella busca algo de su bolso y saca un sobre- Aquí tienes por tu trabajo, felicidades tu primer sueldo como fotógrafa y los que viene- me extiende el sobre, yo lo recibo con mucho entusiasmo.

-Mil gracias por esta oportunidad, espero que les guste las demás, ella sonrió y guardó las fotografías, busque mis cosas para irme.

Recuerdo que deje al chico sexi, pero dudo que este, pasaron varias horas, al llegar a la salida me encuentro a Martin hablando amenamente con el chico sexi, me acerco a ellos levantando mis cejas.

-Buenas… disculpe que los interrumpa- dije con sarcasmo, ambos voltean a verme.

-Señorita tenías razón, pero no fueron cincuenta euros si no cien- me muestra el billete con burla y yo no pude evitar reír, el chico sexi se ofende.

-Y yo creyendo que era tacaño el chico- subí mis hombros, Martin se alejó hasta su puesto de trabajo, mientras que el chico sexi me regala una mirada bastante enojado, yo lo ignore y seguí mi camino.

-Después de que me hicieras perder cien euros ¿te vas sin decir nada?- camina a mi lado.

-No es mi culpa que quieras estar regalando dinero por ahí- me detuve para verlo.

-Eres extraña- me dice frunciendo su sello.

-Lo soy, soy una extraña para ti, no me conoces de nada, ¿Por qué venir a mi instituto a buscarme? - le pregunto.

– Porque me debes la tintorería, te recuerdo que me empujaste a la piscina- se acerca a mí.

-Recuerdo que te lo merecías- me defendí.

-Eso no quita el hecho de que me dabas la tintorería- replicó.

-No creo que te haga falta el dinero, pero si ese es el caso- busqué en mi pantalón un billete, el billete era de veinte euros, se los pegue al pecho que por instinto el los tomo.

-Me traes el cambio- dije con una sonrisa y me alejé de él.

-Vamos preciosa, sabes que no es por lo que vengo en realidad- se vuelve acercar a mí y camina junto a mí.

-¿Entonces?

-Quiero conocerte- escuchar eso, hizo que las mariposas que tengo en mi estomago revivieran, porque las creí muertas.

-¿No que soy una extraña? - pregunte con picardía.

-Lo eres, pero me gusta eso de ti, mucho gusto soy Alessandro, no podemos ser amigos sin que no sepas mi nombre- me extiende su mano que yo acepto después de dudar un par de veces.

Nit, me llamo Nit- respondí.

-Bonito nombre Nit- su mano aun sujeta la mía no parece querer soltarla.