jazmín Ross es una joven alegre, dulce y con muchos sueños pero su vida se verá envuelta en una serie de circunstancias que la llevarán a tomar decisiones que cambiarán su vida por completo....pero en este duro camino conocerá el verdadero amor.
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el nuevo CEO
Al día siguiente Sebastián y Jazmín se encontraron a las afueras de la empresa para entrar juntos a la reunión, todos se encontraban ansiosos.
En el momento en que Ricardo hizo el anuncio de que se retiraba para dar paso a su hijo los comentarios no se hicieron esperar, muchos de los ejecutivos y accionistas no estaban de acuerdo de que alguien que nunca había estado al tanto de la empresa se hiciera cargo, todos pensaban que Alex quedaría al frente de grupo hotelero, pues el tenía mucha experiencia y era la mano derecha de Ricardo
- yo sé que algunos de ustedes no están de acuerdo, pero está reunión no es para pedirles permiso, es para informarles y espero que todos puedan cooperar con Sebastian,
Su respuesta fue contundente, los ejecutivos al darse cuenta de que ya Ricardo había tomado una decisión hicieron silencio, él era obstinado y nada lo haría cambiar de parecer, terminó la reunión y todos se acercaron para felicitar a Sebastian, excepto Alex quien parecía molesto con la decisión de Ricardo, por su parte Sebastian estaba muy preocupado notaba que su padre tenía mucha prisa y esto le parecía muy extraño, así que tomó la decisión que al terminar la junta hablaría con él.
Jazmín se sintió un poco mareada y salió para el baño, tenía que terminar de digerir la noticia, ¡Sebastian era el hijo de Ricardo! ella pensó que era un ejecutivo cualquiera de la empresa, jamás pensó que ella sería la asistente personal del próximo CEO de esta compañía, había en ella una mezcla de vergüenza y emoción.
Al terminar la reunión Sebastián y su padre se reunieron en la oficina, Ricardo le entrego una carpeta donde se encontraba información detallada de la empresa, una lista de las propiedades y cuentas de bancos, Sebastian estaba a punto de confrontarlo para que le dijera la verdad, pero no hubo tiempo porque en cuestión de segundos Ricardo cayó al piso y empezó a convulsionar
-¡por favor alguien llame a una ambulancia! sus gritos retumbaron por los pasillos llamando la atención de los que allí se encontraban
La ambulancia llegó en poco tiempo, pero para Sebastian fue como una eternidad, se subió con su padre, y sintió como si alguien le presionara el pecho, le costaba respirar, tenía una mezcla de emociones y se le partió el corazón al ver a su padre en este estado, aunque ellos nunca habían tenido una buena relación, él no deseaba que le sucediera nada.
Llegaron a la clínica donde los atendió el médico de confianza de Ricardo el cual estaba al tanto de todo,el había Sido médico de esa familia por mucho tiempo, conocía a Sebastian y a toda su familia incluyendo la actual esposa de Ricardo y su hija.
-Doctor dígame por favor, ¿cómo está mi padre?
el doctor dudo en contestar, pero sabía que la situación era delicada y no podía ocultarse
-Hace unas semanas tu padre llegó aquí, me dijo que tenía fuertes dolores de cabeza, le hice algunos chequeos de rutina y una tomografía, detectamos un tumor cancerígeno.
-¿es operable?
- no, está en un lugar muy complicado, y el cáncer está muy avanzado, le queda poco tiempo de vida
Sebastian entendió por qué su padre lo presionó para que volviera y porque a toda costa quería que él tomara posesión de todo, ¡su padre estaba a punto de morir!, simplemente no lo podía creer, su padre siempre había sido un hombre fuerte y ahora estaba en este estado, decidió pasar por la habitación y tener una charla con él, esa charla que debían haber tenido hace mucho tiempo.
-¿por qué no dijiste nada?
- No quiero que nadie me tenga lástima, siempre viví mi vida cómo quise y pensé que trabajando duro tendría una vejez tranquila, pero me equivoqué, hoy me doy cuenta de que hay cosas que el dinero no puede comprar, miró a Sebastian a los ojos y sonrió irónicamente... —Sé que has estado resentido, pero trate de darles lo mejor, a ti y a tus hermanas y no me arrepiento.
-pero nosotros te queríamos a ti, no lo que nos dabas, poder jugar un partido juntos, cenar juntos en navidad, o que fueras a las reuniones de padre en la escuela, pero siempre estabas ocupado.
A Sebastian se le salieron unas lágrimas, y por primera vez Ricardo lloró delante de su hijo y desnudó su alma
-Yo no tuve padre y mi madre murió joven, yo siempre trabajé desde mis catorce años y todo lo que tenemos hoy lo conseguí con mucho trabajo, para darles lo mejor a ustedes no quería que les faltara nada, sé que te enojaste porque te traje aquí a la fuerza, pero ahora entiendes, ya me voy y quiero irme tranquilo, sé que eres un gran hombre y que vas a cuidar de tus hermanas, quiero que sepas que siempre los amé, me equivoqué espero que puedan perdonarme
Sebastian se sentó en la camilla y abrazó a su padre como hace mucho tiempo no lo hacía, se sintió culpable por no haberse acercado y conocerlo más, él en realidad los amaba pero no sabía cómo expresarlo, pensó que con darle cosas materiales era suficiente y no se dió cuenta que les hizo falta su amor, ya era demasiado tarde para lamentarse así que decidió pasar esos últimos días con el y dejar el pasado atrás.