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EVOCACIONES DE ARABELA

EVOCACIONES DE ARABELA

Status: Terminada
Genre:Completas / Grumpyxsunshine
Popularitas:8.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Vero Vero

Arabela, una joven tranquila, vive su adolescencia como una etapa de experiencias intensas e indescifrables.

NovelToon tiene autorización de Vero Vero para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAP 4. ¿POR QUÉ LO HACES?

Sonó la chicharra, esperé a que la mayoría saliera, saqué mis audífonos de chícharo y los conecté a mi MP3, una pista de rock sonó en mis tímpanos, seguí el ritmo dando ligeros golpeteos a la mesa con mi dedo medio.

Claudia entró, se acercó a mí diciendo algo, sus movimientos fueron disfrazados por la batería y guitarra sonando en mi cabeza. Volvió a hablarme y me quité los audífonos. ¿Qué quería? ¿jugar a las ponchadas? y ¿yo sería el blanco? ¿jugar al resorte? y ¿yo sería el poste?, ¿qué quiere de mí? no se cansa de criticar a las personas? Bueno, conmigo nunca lo había hecho, porque siempre le puse un alto, pero verla hacerlo con las demás del salón me hacía crear un incendio en el bosque de mi conciencia. Era muy pesada.

—Hola, Arabela, nos falta una para jugar semana inglesa, ¿quieres unirte?

La miré indiferente.

—Anda di que sí, si no, no será divertido —intentó tomarme de la mano y llevarme.

—Y ¿yo por qué querría que fuera divertido para ti?

Claudia dejó de insistir y solo se quedó quieta, en eso se asomó Rebeca por la puerta.

—Segura que no quieres jugar —preguntó alzando una ceja.

La miré, Claudia también lo hizo, pero ella regresó a mí en un instante, en cambio yo no podía apartar mi semblante de Rebeca.

—Está bien —acepté pensando que tendría otra oportunidad.

¿Oportunidad? ¿de qué? ¿de besarla? ¿tan siquiera eso era correcto? Las parejas se hacían con hombre y mujer, ¿a mí con quién me pondrían? comencé a arrepentirme caminando hacia la cancha.

—¿Cómo quedan las parejas? —preguntó Carlos Cuando llegamos a donde estaba la fiesta hormonal.

—Espera, yo las armo —comentó Claudia, tomándome por los hombros para terminar de llevarme hasta allí.

—Tú y tú —señaló a Raúl y Alondra. Se quedó pensando—. Enrique con Abigail, Carlos con...— me miró a mí y luego a Rebeca.

—Contigo —dijo él.

—Claudia apenas me miró y agacho la cabeza.

—Ya no hay más hombres, nos faltaron —se acercó a Claudia abrazándola por el cuello—. ¿Con quién vas a poner estas dos?

—Todavía falta Edgar —menciono Claudia.

El compañero se mantenía parado sin dejar de observar con disimulo a Rebeca, parecía que estaba suplicando en silencio ser su pareja. Rebeca lo notó.

— Yo puedo estar con... —intentó decir Edgar.

—Estaré con Arabela —Rebeca me tomó por el brazo, Edgar y Clauda la miraron perplejos.

—¿Eres consciente de lo que implica? —advirtió Claudia parándose frente a Rebeca, haciendo énfasis con sus ojos como si quisiera darle a entender algo.

Rebeca solo asintió. Claudia soltó un gruñido de fastidio y regresó con Carlos.

—¿Quién empieza? —preguntó Alondra.

Ella señaló Carlos a Rebeca sin soltar a Claudia quien se cruzó de brazos en cuanto vio lo que estaba a punto de pasar.

Rebeca y yo nos miramos. Ella no se veía muy alarmada, pero yo estaba temblando.

—No, prefiero que pase alguien más —dije, mi voz se hizo cada vez más aguda.

Rebeca me extendió la mano.

—Vamos, estás conmigo —terminó su oración.

Con un hilo de voz que parecía formar un secreto entre las dos tomé su mano. Claudia azotó el pie.

—No pueden mejor alguien más —refunfuñó.

—Déjalas, yo pagaría por ver esto, pero ¿para qué pagar? si aquí es gratis —Carlos chocó el puño con Raúl riendo.

—Yo digo que no —insistió Claudia.

—Solo vamos a hacer los días y ya —Rebeca le contestó a su amiga.

—Bien, remilgó.

Pegué mi espalda a la de Rebeca y pronto el coro nombrando cada día de la semana nos secundaba. Cada que una de las dos tomaba la decisión de girar la cara hacia un lado u otro tenía nervios de los que te dan cosquillas peligrosas, desagradables. Cada que nuestra cara quedaba del mismo lado, el barullo aturdía mis sentidos, no me dejaba concentrar. ¿Hacia dónde se girará ella?, quería solo besos, pero a la vez, temía que así fuera.

—Viernes, sábado, domingo —se terminó la voz al unísono.

—Listo, cuatro cachetadas y tres besos —aclaró Carlos esperando nuestros movimientos.

—No, ya dijeron que no lo harían —reclamo Claudia.

—No seas aguafiestas, todas las caritas aquí presentes queremos ser testigos de este suceso, ¿sí o no chicas y chavos? —comentó Raúl.

La mayoría asintió.

—Solo las cachetadas —protestó Claudia.

—¿Por qué no? Estás muy berrinchuda, ¿una de ellas te gusta o que? —replicó Raúl burlándose.

—Bien, hagan lo que quieran —Claudia se apartó y cruzó los brazos.

No le quitaba la vista a Rebeca y ¿si a ella le gustaba? ¿Eso era posible?, pero si le gustaba Rebeca, ya no habría un dibujo con nuestras iniciales en las últimas hojas de mis cuadernos, no escribiría su nombre en las esquinas donde se pone la fecha, quería eso, quería un tú y yo juntas por siempre, quería sus besos, su boca, su piel, su aroma, la sensación, el calor, el amor.

—Ya háganlo —ordenó Carlos.

Me acerqué un paso a Rebeca. Ella hizo lo mismo y volteó hacia Claudia.

—¡Ya! —volvió a decir Carlos.

La mirada profunda y sincera de la chava que hacía retumbar mi corazón se clavó en mi alma.

—Denselo en el cachete y ya —comentó Alondra.

—¡Beso! ¡Beso! ¡Beso! —la porra se esparcía, unos gritaron cuando mis labios tocaron su mejilla. El contacto, el minúsculo contacto de nuestras fibras esparcía electricidad en mis terminaciones, igual que si te tocaras un cable con corriente.

—Dos —mis labios se posaron sobre su mejilla por segunda vez, mi corazón golpeaba mi pecho tratando de escapar para abrazar el suyo. Apenas me saparé y volví a acercarme. Rebeca se mantuvo inmóvil, una estatua se quedaba corta a la falta de movimiento de su cuerpo.

Estaba a punto de tocar su piel por tercera vez, no sé por qué lo hizo, pero cuando me vio, fue como si mi instinto me hiciera mirarla para pedir su consentimiento, la noté viendo mis labios posárse en sus poros. Abrí un poco la boca, el aire caliente que expulsaba llegaba mi cuello y parte de mi quijada. El músculo de su cuello tuvo un espasmo, su vena se remarcó. Las venas solo sobresalen cuando haces mucho esfuerzo, pero ella no se movía, ¿por qué su cuerpo tendría esa reacción? El momento de los besos había terminado cuando el último trocito de mi piel se separó de su cutis. Al menos eso creí. Rebeca me volteó la cara, igual que como ocurrió en mi cuarto, capturó mis labios, esta vez con mayor intensidad, sentía su boca morder mi piel saboreándola, una presión indolora. ¿Cómo puede ser que estén ejerciendo fuerza sobre tu cara y no te moleste?, es más quisieras que nunca terminara.

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Pamela Duran Sandoval
que pasa autora porque no a actualizado me encanta su novela porfavor no se olvide de sus fans
Patricia Contreras
Buenas noches, más capítulos. También mi mamá es así.
Patricia Contreras
Excelente
Patricia Contreras
Porque es así su papá????/Scream//Scream//Scream/
Patricia Contreras
Muy yo en la escuela, que tiempos aquellos
Patricia Contreras
Me está gustando
Yusmery Gomez
buenas tardes más capitulos por favor...
Pamela Duran Sandoval
me gusta mucho la novela autora gracias porfavor otro capítulo más gracias
Yusmery Gomez
Buenos días maratón de capitulos por favor..
Yusmery Gomez
maratón de capitulos Autora ...
Yusmery Gomez
Buenos más capitulos por favor...
juan carlos vasquez paredes
Me gusto mucho tu capítulo, necesito descubrir lo que va a suceder a continuación. 😍 ¡Por favor, no me hagas esperar demasiado!
VERO: Gracias, puedes disfrutar de los siguientes capítulos. 🤓
total 1 replies
Emma
🤩¡Tu novela me tiene enganchada! No puedo esperar para leer lo que sucede después.
Gbi Clavijo🌙
¡Qué forma de enganchar!
VERO
Fácil de leer.
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