Cuando Llegaste

Jéssica Coutinho

No fue esta vez, desafortunadamente, pero a seguir adelante.

Estaba muy contenta con este trabajo pero no presté atención a la información, no sabía que tenía que vivir en la casa del señor Jhonson, confieso que me puse triste cuando dijo que no le gustaban los niños pero luego recordé que nuestros hijos solo son especiales para nosotras las madres, para los demás solo son niños.

En medio de la entrevista Ana pidió ir al baño, le agradecí al señor Jhonson por dedicarme su tiempo y me dirigí a la puerta hasta que Ana caminó hacia él y le dio un abrazo en el brazo, confieso que me quedé helada en ese momento hasta él se sorprendió con la reacción de ella, cuando salíamos de la sala la pequeña simplemente lo llamó lindo, esta hija mía.

Alda: Hola querida, ¿cómo te fue?

Preguntó ella en medio del salón, arreglando unos adornos.

Jéssica: Desafortunadamente no fue esta vez doña Alda, pero gracias.

Le pedí a Alda que me mostrara el baño, fui rápido a llevar a Ana cuando volví, Alda sostenía un pastelito y se lo dio a Ana que se puso a dar saltos y le agradeció.

Ana: Gracias.

Jéssica: Ella es muda pero el gesto que hizo fue para agradecerte.

Pude ver la sorpresa en el rostro de Alda, pero yo sé que la gente siempre se queda así cuando le digo eso sobre Ana.

Nos despedimos y enseguida estaba en mi coche camino a casa, pasé por un restaurante para almorzar.

En cuanto llegué a casa nos duchamos y fuimos a hacer nuestra programación favorita que era comer chucherías y ver las miles de películas de Disney repetidamente jaja.

Y la elegida de esta vez fue Rapunzel, le encanta sobre todo cuando empieza a sonar la musiquita.

Jéssica: Tengo la certeza de que aún te veré cantando esas canciones hija.

Casi al final de la película se quedó dormida y fui yo, una vez más, a buscar trabajo.

Hasta que estaba distraída y recibí la llamada de Alda avisando que el señor Jhonson había cambiado de idea, me puse muy contenta y aliviada, lo queramos o no era una buena oportunidad e iba a coincidir con el horario en que Aninha estaría en la guardería.

Le pregunté a Alda si podía ir a la mansión al día siguiente al final de la tarde ya que iba a tener muchas cosas que resolver y también investigar mucho sobre una guardería que tuviera asistencia para que Ana pudiera adaptarse mejor.

Mi noche la pasé haciendo la maleta, no iba a llevar muchas cosas, todavía no sé cómo funcionan las cosas allí, así que solo llevo lo necesario.

Al amanecer me di una ducha, hice mi oración y devocional, dejé el apartamento arreglado, preparé el desayuno y arreglé a Aninha.

Jéssica: ¿Lista para una nueva página en nuestras vidas?

Ella aplaudió y sonrió.

Jéssica: Mira, deja que mamá te diga una cosa, tú vas a ir a una escuelita y estarás un tiempito lejos de mamá porque mamá necesita trabajar, ¿está bien?

Ana: Sí mamá (libra).

Ana es muy inteligente, amo a mi hija y esto será como una prueba, si sale bien amén, si no, amén también.

Cogí nuestras maletas y cerré con llave el apartamento y enseguida estábamos en el garaje, puse nuestras cosas en el maletero y enseguida seguimos en dirección a la primera escuela.

…

Horas más tarde todo estaba resuelto, Jéssica pasó por 4 escuelas y la última fue la que más le gustó y tenía todo el apoyo para Ana.

Después de resolverlo todo, seguí en dirección a la mansión Jhonson.

…

Alda: Estoy tan contenta de que todo haya salido bien.

Jéssica: Yo también lo estoy, doña Alda.

Alda: El señor Johnson te espera en el despacho para firmar el contrato, deja a la pequeña aquí conmigo.

Accedí y me dirigí al despacho, di tres leves golpes, pero no obtuve respuesta, esperé un ratito y entré.

El señor Jhonson estaba de pie con las manos apoyadas en la mesa.

Jéssica: Señor Jhonson, ¿se encuentra bien?

Gabriel: Mi co.ra.zón...

Dijo con dificultad, en el primer momento me quedé perdida al lado de la mesa, hay una mesita con agua, fui corriendo y le serví un poco.

Jéssica: Tose empieza a toser.

Me miró extraño, pero enseguida empezó a toser y poco a poco se fue calmando.

Jéssica: Eso respira con calma.

Le ayudé a llegar a la silla y me quedé a su lado por si necesitaba algo.

Jéssica: ¿Se encuentra mejor?

Gabriel: Sí, gracias, puede sentarse y voy a buscar el contrato.

Enseguida firmé el contrato, el salario era estupendo.

Gabriel: Bienvenida señorita Coutinho, espero que haga un buen trabajo.

Jéssica: Gracias, haré lo mejor que pueda señor Jhonson, ¿desea algo en especial para la cena de hoy?

Gabriel: Vaya a descansar, empiece mañana.