Victoria Julia Cesare tuvo una buena vida gracias a su tía soltera Grace. Debía salvar ahora a su primo del desastre en el que se metió. No le quedaba otra. La oferta de trabajo en el sur del país le venía como anillo al dedo pero antes tenía un trabajo que hacer y lo haría. Rescatar a su primo de un ambiente de mafiosos peligrosos. Aunque ese ambiente atrajera como mariposa nocturna a la luz.
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Capítulo 4. El mafioso.
Hielo y fuego 4
Elsa Elena Isasa
Capitulo 4. El mafioso.
– Vicky. Por favor. Te ruego. Ven a buscarnos.¡ La mafia del casino nos tiene presos a Susy y a mí!
Eso era lo más importante que resonaba en la cabeza de Victoria mientras conducía a toda velocidad a la salida de la ciudad donde estaba el Casino Gold.
Quería matar a Larry pero primero salvarlo de la mafia. ¿Que diablos había ido a hacer allí?
Y en ese estado de desesperación llegó al casino.
Luka por la pantalla del monitor de seguridad del frente vió a la chica llegar desesperada y detenerse a hablar con su gerente.
Vestía vaqueros y una camisa suelta. No parecía haberse peinado. Y estaba totalmente desubicada en su vestimenta para concurrir a un salón nocturno.
Luka sonrió y se sirvió otro whisky.
La vio abrazar desesperadamente al niño bonito y luego discutir acaloradamente con su gerente en su escritorio. Sabía que en minutos ambos llegarían a su despacho.
– Luka. La señora Victoria Cesare quiere hablar unas palabras contigo. - dijo Rubén después de tocar la puerta.
– Pase. - respondió.
Vicky pasó y ambos se miraron asombrados.
Vicky porque pensaba toparse con un mafioso con cara de asesino y el hombre sentado displicente en su escritorio parecía un galán de cine.
Luka porque no creía que esa mujer, en vaqueros, zapatillas y cabello alborotado podría ser tan bella.
– Señor Donatello…
– Donato. Luka Donato.
– Bien, perdón, señor Donato. Mire. La verdad es que Larry no suele hacer esto de apostar y meterse en líos con la mafia. Necesito llevarlo. Somos dos mujeres que lo amamos y lo necesitamos con nosotras. Esperamos que entienda la importancia de solucionar este tema amigablemente–
Dijo de forma atropellada Vicky.
– Dos mujeres? ¿Y no hay problema entre ustedes?- dijo asombrado.
– ¿Problemas?...No entiendo señor Donatello. Perdón Donato. Somos una familia sin problema alguno. Nos amamos y nos respetamos. Solucionamos nuestros problemas sin asesinar ni torturar a nadie. Por eso le pido que me devuelva los documentos, la llave del coche, y nos vamos sin problema alguno.
– Aha. ¿Y me dice cómo arreglaremos los Seiscientos mil del préstamo que tomó su amado Larry?
– ¡Seiscientos mil! - Vicky creyó que el corazón se le pararía -¿ podré pagarle en cuotas señor? Le juro que yo pago mis cuentas.
– No son sus cuentas señorita Victoria Julia Cesare. - dijo recalcando su nombre completo - Son las cuentas de su amado Larry. Este no es un mercado donde se puede pagar en prestaciones. Es un maldito casino. ¿ Y qué haremos con los robos de su amiga Susy de fichas de póker? ¿Podemos solucionar llamando a la policía para que los encierre a ambos por ladrones cómplices?
– ¿La policía,? Bien señor Donatello. Llamé a la policía y usted va a tener serios problemas - le dijo Vicky apuntándole con un dedo.
Ella casi se había abalanzado sobre él. El perfume suave de colonia inundó sus fosas nasales. La camisa se había corrido y dejaba ver su hombro desnudo. Era la mujer más infartante que había conocido. Todo su cuerpo estaba reaccionando de una manera inesperada. Y entonces Luka se escuchó hablar.
– O podemos arreglar de otra manera. Una cena los dos solos. ¿Qué opina señorita. ?Supongo que su amado Larry le permitirá cenar conmigo.- dijo lentamente extasiado por ella.
Vicky quedó fría.¿ El mafioso le estaba coqueteando? Era un tipo demasiado hermoso pero no podía caer en sus garras. Seguramente la tendría raptada 365 días en un castillo mientras atacaba a otros mafiosos a tiros.
Vicky llamaba internamente al frío para poder poner distancia emocional con ese personaje. Pero el frío no llegaba. Solo un calor extraño que le quemaba el rostro. Recién en ese instante se dio cuenta de cómo había venido vestida. Con una camisa de Larry y zapatillas. Acomodó disimuladamente el hombro de la amplia prenda y contestó.
– ¿Una cena?¿ Pero no hoy verdad? Tendría que ser mañana o pasado o el mes que viene. Tendría que vestirme adecuadamente y…– dijo tratando que sus palabras sean tranquilas y que ese tipo los deje salir a todos.
– Y esto. ¿Puedo quedarmelo?- respondió Luka moviendo en sus manos su amuleto.
–¡ No por favor! Es un recuerdo de familia. No tiene valor monetario alguno se lo aseguro. Mire, le dejo aquí 200 mil. Es todo lo que tengo y le juro que le pagaré regularmente señor Donatello.
– Luka. ¿Aún no aprendió mí nombre?-- dijo roncanente el peligroso personaje de la mafia dejando en la mesa el collar y los documentos de los novios.
– Gracias señor Luka. Muchas Gracias y perdón por las molestias que le causamos.
– ¿Me dejara así?¿ Sin un beso señorita Vicky,?
– ¿Un beso? Claro. No hay problemas - dijo tratando de estar tranquila ante el mafioso sensual y pervertido.
Se acercó y le dió un beso rápido en la boca pero el tipo le tomó la cara con ambas manos y el fuego de un maravilloso infierno se apoderó de ella.
El beso se profundizó. Su cuerpo temblaba como si tuviera frío pero solo calor y sofocos sentía. El seguía besándola acariciando con sus manos su cuello. Creyó que moriría pero no murió. De alguna manera se separó de la tentación.
Juntó las cosas de la mesa, las puso en su cartera y comenzó a salir hacía la puerta.
– Victoria.¿ Mañana a la noche cenamos juntos verdad?-
– Claro. Por supuesto. No hay problema. - repetía colocando las cosas en su cartera y huyó sin volver a mirarlo, desesperada al escritorio del gerente.
– ¡Vámonos ! Les dijo a los dos imbéciles que aún temblaban y que ella quería asesinar.
No supo cómo manejó a su casa con Larry a su lado santito como un corderito.
Susy se fue en su auto a su residencia. Había zafado de la cárcel por un pelo. Y todo por ayudarle a Larry a que gane el premio mayor.
Bergamo es una ciudad de Italia
No se porque la escritora dice un pasaje para Italia.