Esta es la historia de 6 lobos, que con ayuda del buscador de mates Nolan Suche, parten en busca de sus parejas destinas, llegando a lugares a los que nunca se imaginaron visitar y experimentando todo tipo de experiencias que los podrán a prueba, pero para estos 6 lobos, ninguna prueba es lo suficientemente difícil, si la recompensa es esa personas que estuvieron esperando toda la vida.
Esta es la continuación de mi historia “La Buscadora de mates” espero que les guste.
Esta historia se concentrara en los hijos de Susana y Malik, los de Donia y Kalil, y los de Elizabeth y Julian.
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Capítulo 4
VÍCTOR
Después de un largo viaje, mi hermano y yo llegamos a la manda Luna de Luz, la manada más cercana a la ciudad de Lincht. Allí somos recibidos por el Uriel Imole, el alfa de la manada.
- Es un placer para mí recibirlos – nos dice el alfa.
- El placer es nuestro, le agradecemos enormemente que nos deje quedarnos en su manada – le digo.
- No tienen que agradecer, somos una manada, debemos de apoyarnos – nos dice el alfa, a lo que tanto Haran como yo sonreímos y entramos a la casa del alfa, donde nos quedaremos.
- Quiero que averigües todo sobre las personas que rodean a tu mate, tienes buen ojo, estoy seguro de que si mi mate está cerca de ella, tú lo sabrás, así puedo ir a la segura y no solo vagar por la ciudad esperando encontrármela – me dice mi hermano mientras me arreglo frente al espejo.
Nada más instalarnos, comencé a prepararme para ver a mi mate, ella trabaja como bailarina en un club nocturno, por lo que quiero lucir atractivo para ella.
- Sí, ya lo sé, me lo has repetido ya un millón de veces – le dijo a Haran, ya un tanto irritado.
- Perdón, hermano, pero es que estoy muy ansioso – me dice algo apenado.
Lo comprendo, yo también estoy ansioso, y sé que para Haran es peor, puesto que no sabe nada de su mate, puesto que Nolan no le quiso dar más información. Respiro hondo para relajarme y después volteo para verlo a los ojos.
- Haran, te prometo que estaré atento, encontraremos a tu mate, no te preocupes – le digo, en un intento por clamarlo un poco.
- Sé que así será, hermano, ahora ve, que tu mate te espera – me dice y yo, con una enorme sonrisa y con el estómago lleno de mariposas, me dirijo al encuentro con mi compañera.
Llegar al club me tomó casi 4 horas, puesto que la manada se encuentra retirada de la ciudad. Encontrar el club no me tomo ni 10 minutos, es uno de los más populares en la ciudad, por lo que no fue difícil encontrarlo, debido a su popularidad entrar en este no es tan fácil, pero no es algo que un poco de dinero no pueda solucionar, en momentos como estos me alegro de que a la empresa de la manada le vaya tan bien.
Al entrar al lugar, me veo envuelto en una gran variedad de sonidos y olores, es algo agobiante la verdad, pero entonces todos eso pasa a segundo plano cuando a mis fosas nasales llega el olor más delicioso que he olido en mi vida, al buscar el lugar de donde proviene dicho olor, la veo, la mujer más hermosa que mis ojos hayan visto jamás, ella se ve como una diosa bailando sobre una plataforma que la eleva por encima del lugar.
Sin poder evitarlo, quedó embobado mirándola, tan bella, tan espectacular, entonces nuestros ojos se cruzan y ella trastabilla un poco al verme, pero rápidamente se recupera y continúa con su trabajo.
Debo decir que no me agrado para nada que tantos hombres la miraran con deseo, y mi primer impulso fue ir hasta donde se encontraba y llevármela lejos de allí, por lo que, haciendo uso de toda mi fuerza de voluntad me alejo de donde ella se encuentra, y busco a uno de los encargados del lugar, puesto que para poder hablar con ella a solas, se me ocurrió pedir un baile privado.
La transacción es rápida, por lo que en un abrir y cerrar de ojos estoy siendo llevado a una de las habitaciones en el piso de arriba, al entrar puedo notar que esta se encuentra perfectamente acondicionada para su objetivo, por lo que demasiado nervioso como para mantenerme sentado, me quedo de pie esperando a que mi mate llegue.
Después de los minutos más eternos de mi vida, Tara entra por la puerta, luciendo hermosa y muy sensual, y aunque mi primer impulso es tomarla entre mis brazos y besarla, me contengo, puesto que lo último que quiero es asustarla.
Veo cómo sus ojos brillan de emoción al verme, lo que significa que no le soy indiferente, y mi lobo interior está saltando de alegría por ello.
- Es un placer conocerte, mi nombre es Víctor – la saludo mientras extiendo mi mano para saludarla, puesto que anhelo su contacto.
- El pacer es mi, me llamo Tara – me dice ella, pero no acepta mi mano, sino que va a la plataforma que está en medio de la habitación - ¿alguna canción en particular que desees que baile? – me pregunta cuando ya está en posición.
- Bueno, verás, la razón por la que te pedí que vinieras no fue para que bailes, la verdad solo quería hablar contigo y esto fue lo primero que se me ocurrió – le confieso, y puedo ver el desconcierto en su rostro.
- ¿Pagaste por un baile privado, solo para hablar conmigo? – me pregunta, y puedo ver cómo sus ojos brillan con curiosidad, pero también con desconfianza.
- Sí – le contestó, simplemente, no sé qué más decirle.
- Lo siento, soy bailarina, me pagan por bailar, no por hablar, así que adiós, les diré que te devuelvan tu dinero – me dice mientras se dirige a la salida.
- Entonces te pagaré por hablar, te pagaré 1000 por cada minuto que hables conmigo – le digo mientras le tomo la mano, en un intento desesperado por que se quede.
TARA
Esto es lo más surrealista que alguna vez me ha pasado, literalmente el hombre más sexy del planeta me está rogando para que me quede a hablar con él, esto es de los más extraño, mi primer pensamiento es decirle que se puede meter su dinero por donde le quepa, pero rápidamente descarto esa idea, este hombre ha despertado mi curiosidad, y ahora quiero oír lo que tenga que decir.
- Está bien, pero no más de 10 minutos, y su intentas algo, hay un guardia cuidando la puerta – le digo y me dirijo a la proforma del centro, donde también está el equipo de música y pongo una melodía para que parezca que estoy trabajando, después de eso tomo asiento en el sofá y Víctor toma asiento a mi lado, pero a una distancia prudente – bueno ¿Qué quieres decirme? – le pregunto una vez estamos acomodados.
- Sé que esto sonará extraño, pero desde que te vi, quedé encantado contigo, con tu energía, tu dedicación y tu belleza. La razón por la que quería hablar contigo era para invitarte a salir conmigo – me dice y bueno, esto si no me lo esperaba.
Siento que aquí hay algo más de lo que este hombre me dice, una persona de su categoría, puesto que por las ropas que usa se nota que es alguien con dinero, no llega a un club y le pide a una stripper que salga con él, eso solo pasa en las películas, y no en la vida real.
- ¿En serio crees que creeré eso? Ya en serio, dime, ¿qué es lo que quieres? – le vuelvo a preguntar.
- Te digo la verdad, me gustas, sé que suena apresurado, pero es así, y me gustaría que me dieras una oportunidad – me ruega, y pone unos ojitos de cachorrito que me derriten.
- Y si digo que no – le digo, aunque en el fondo sé que le diré que sí.
- Volveré mañana y pasado y al día siguiente hasta que aceptes – me dice, y puedo ver la determinación en sus ojos, este hombre no se va a rendir, aún siento que aquí hay gato encerrado, y voy a averiguar de qué trata, y si este jovencito, porque sí, se ve que es unos años menor que yo, intenta jugar conmigo, le enseñaré quien soy, puesto que nadie juega con Tara Mutig sin sufrir las consecuencias.